Si tenés afinidad con la izquierda hegemónica, principalmente troskista, o simplemente tenés prejuicio con la prostitución y las prostitutas (sin ser trotsko), y te encontras con un debate sobre prostitución en el que querés opinar siendo ideológicamente correcto, ya no tenés que esforzarte para repetir y reinventar irritablemente las mismas falacias. Aquí les presento un manual para, fácilmente, quedar como un perfecto abolicionista haciendo aun menos esfuerzo que antes por pensar. Lo importante no es la verdad, lo importante es aparentar tener razón y hacer quedar al resto como misóginos encubiertos, adeptos a la tiranía omnipresente y omnipotente del patriarcado. Acá las mejores técnicas retóricas, y los más prácticos avasallamientos a la lógica y la evidencia para que, en tu sesgado mundo de fantasías creas que tenés razón y que podés decidir sobre la vida, el trabajo y el cuerpo de las mujeres.
1- Primero, negar que la prostitución sea un trabajo, y agregar algunas definiciones arbitrarias que nadie usa de trabajo, especialmente diseñadas para dejar afuera la prostitución. Negar que fuera un servicio citando a Marx implementando la hermenéutica más conveniente, y si se puede, también citar a Lenin, Trotsky o Gramsci (mientras más progre quedemos mejor).
2- Utilizar artículos tendenciosos de evidencias dudosas y mal interpretadas para criticar el modelo Alemán u Holandés, como si la imposibilidad de alcanzar la perfección fuese sinónimo del fracaso, como si todos los lugares del mundo fueran Alemania u Holanda, como si todas las formas de regular la prostitución se redujesen una sola o dos, y como si los modelos Holandés y Alemán fueran auténticamente un fracaso (que no lo son pero no importa).
3- Apelar a la emoción: «¿Te gustaría que tu novia fuese prostituta?» «¿Te gustaría que tu hija fuese prostituta?» «¿Por qué no te prostituís vos?» etc. No son argumentos pero suenan bien.
4- Si son hombres los que apoyan regular la prostitución: hacer chistes sobre que son consumidores de prostitución, que solo así la ponen, que van en manada a consumir trata, etc. También especular sobre la psicología de los consumidores, y sobre lo miserable y abominables que son.
5- Decir algo sobre que los de AMMAR (o cualquier sindicato u organización de trabajadoras sexuales) son proxenetas, o que estuvieron involucradas en la trata, lo que no es cierto pero bueno.
6- Hablar de la dignidad de las mujeres cometiendo petición de principio dando por hecho que la prostitución es indigna. Complementar con frases denigrantes y curiosamente puritanas como «¿te parece digno chupar pijas?». Luego hablar de sexo y de la sexualidad femenina de modo que el puritano más obsesivo se sienta orgulloso. Siempre asumiendo que los hombres prostitutos no existen o no importa (válido para todos los puntos siguientes).
7- Si todo esto fracasa, sacá el as bajo la manga: confundir prostitución con trata de personas. No son lo mismo pero con buena retórica podemos distraer y confundir idiotas.
8- Hacer comentarios del tipo «sólo las prostitutas blancas, de cuerpo hegemónico, heterosexuales y de clase media la pasan bien siendo prostitutas». ¿Pruebas? ¿Quién las necesita?
9- Hablar de que por más que la prostitución pueda ser respetable, mágicamente no lo es por estar sujeto en los hilos de un entramado misterioso y siniestro manipulado por la conspiración omnipotente del patriarcado. El patriarcado todo lo corrompe, todo lo controla, es inaccesible a la evidencia y es un recurso retórico muy popular ahora. No hay matices entre Argentina, España, Francia y Arabia Saudí. La prostitución no puede permitirse bajo su tiranía. Otra petición de principio, pero muy útil. Si alguien cuestiona el patriarcado como argumento suficiente automáticamente lo acusamos de machista, misoginia, y mejor si lo “escrachamos” para así evitar que cometa alguna violación o femicidio. Recordar subestimar a la mujer diciendo que ella no elige, que todo su contexto elige la prostitución por ella, que todo el contexto es misógino y maldito, que ella es un pobre títere de lo que deciden los hombres malvados, que la detestan. No hay libre albedrío en un patriarcado-capitalistaheteronormadotranslesbohomofoboliberalfascista. Si presentan evidencia científica, claramente está sesgada por la ciencia machista, el patriarcado, los conflictos de intereses, o está financiado por proxenetas.
10- Decir que las feministas regulacionistas no son verdaderas feministas. Las regulacionistas dirán que las abolicionistas no son las verdaderas feministas, y así distraeremos la atención un buen rato de los problemas del mundo real.
11- Decir que la prostitución la utilizan las mujeres pobres, porque es una forma de explotación de la mujer por el capitalismo, que la prostitución debe ser permitida únicamente luego de cumplida la profecía del fin del capitalismo y advenimiento de la dictadura del proletariado. Mientras tanto, la izquierda tiene que decidir por ella impidiéndole elegir la prostitución como trabajo pese a sus deseos, intereses, gustos y tendencias.
12- Presentar testimonios de ex prostitutas que ahora son abolicionistas. Tiene el mismo nivel de evidencia que los testimonios de ex ateos convertidos al evangelismo pero convence.
13- Utilizar argumentos basados en la pseudociencia ultrarefutada/infalsable del psicoanálisis. Hablar de traumas que no comprobaron como causa de la elección de prostituirse, o de otras patologías diagnosticadas sin estar capacitados y sin ninguna prueba científica.
14- Premisa: Nadie se prostituye por placer. Premisa II: los trabajos que no se hacen por placer deben ser perseguidos, prohibirlos y los que se dedican a ello deben ser acosados. Conclusión: hay que abolir la prostitución. Curiosamente, casi nadie parece disfrutar de trabajar en un callcenter, o de atender un quiosco, o de limpiar cañerías y baños, o de manejar taxis en zonas peligrosas, o de estar encerrado durante 10 horas en una oficina transcribiendo expedientes. Curiosamente, el 99% de los trabajos se hacen por dinero y no por placer. Curiosamente, todos estos trabajos hay que permitirlos.
15- La prostitución debe ser abolida porque es un trabajo peligroso. También lo son limpiar vidrios de edificios, trabajar en muchas fábricas, ser acróbata de riesgo, etc. Pero estos están bien.
16- La prostitución debe ser abolida porque no aporta nada a la sociedad (aunque la prostitución exista al menos desde el antiguo Egipto). Pero está bien darles dinero a los malabaristas, pagar shows de ballet, pagar masajistas, maestros de meditación, etc. El criterio de qué es aportar algo a la sociedad es bastante vago y podemos imponerlo nosotros según nuestros caprichos y prejuicios.
17- Decir que el trabajo sexual es aberrante y denigrante. De todas formas, sí podemos darnos el gusto de disfrutar del porno profesional.
18- “Nadie nace para puta”. Tampoco para ser ingeniero o veterinario, ni para ningún trabajo, porque al menos hasta ahora a varios años de la secuenciación del genoma humano no se encontraron los genes del panadero, del chofer de colectivos, o de ningún otro trabajo. En cambio sí se encontró la base genética del abolicionismo. Éste pareciera estar vinculado con los genes Cux1 y Cux2, que resultan ser «fundamentales» para el correcto establecimiento de las conexiones neuronales y que podrían estar relacionados con el desarrollo de un retraso mental abolicionismo.
19- Especulaciones convenientes sobre la sexualidad de las prostitutas, si disfrutan con una pareja, si sufren por carecer de vida amorosa, si tienen orgasmos, etc.
20- Alegar que pagar por sexo es violar. ¿Cómo sostenemos tal absurdidad? Pues cambiando completamente la definición de violar: ahora ya no depende del consenso sino del deseo… ¿Qué tal? Así, una masturbación sin ganas es una autoviolación. Cambiar definiciones a nuestro antojo es siempre la mejor forma de aparentar ganar debates. Además, siempre hay algún charlatán académico que estará de nuestro lado.
21 – Confundir vender el cuerpo con prestar un servicio. Si piden explicaciones, ver punto 1.
22- Si bien legalizar las drogas sirve para combatir el narcotráfico, legalizar y regular la prostitución ayuda a la trata de personas y los proxenetas ¿Por qué? Nadie sabe. Ante evidencia contraria, ver el punto 9.
23- A la prostitución recurren muchas mujeres pobres. ¿Combatimos la pobreza y la desigualdad socioeconómica? ¡No! ¡Combatamos el derecho y la libertad individual de prostituirse! Las mujeres tienen derecho a tener sexo con quien quieran en las condiciones que deseen, su cuerpo es suyo, pero no les permitamos cobrar por sexo.
24- Prostitución es toda la misma. No existen matices.
25- Si queremos posar de académicos, citemos cualquier cosa sin ningún rigor: M. Farley, MH. Silbert, V. Kelly, J Raymond, etc.
Con todos estos consejos, no podemos fallar. Si los utilizamos correctamente, vamos a triunfar en continuar con la prostitución marginada, con las prostitutas sin seguridad social, corriendo peligro en las calles frías, siendo acosadas y violadas por la policía, sin la posibilidad de acceder a los beneficios de un trabajo legal y regularizado, en fin; vamos a lograr protegerlas y cuidarlas.