Mes: abril 2017

El feminismo (pos)moderno, un orzuelo en el ojo izquierdo

«Nací en la izquierda y allí moriré, pese a ella, pese a mí». Albert Camus.

Si antes los izquierdistas no-marxistas se sentían bichos raros dentro del movimiento, hoy ser de izquierda y tener un mínimo de pensamiento crítico en la moda de la izquierda posmoderna  es sentirse completamente desorientado. Lamento ver a la izquierda en tiempos actuales cada vez más humillada y ridiculizada. Más lamento que eso esté justificado. Percibo un gran deterioro en la calidad de los planteos de la izquierda actual que es necesario remediar urgente.  Me parece que si hay un gran responsable de esto que pocos se animan a señalar, son los métodos, lemas, objetivos, procederes, etc. del feminismo actual, fuertemente influenciado por el posmodernismo y muy relacionado con la izquierda. Sentí que ya no podía mirar hacia otro lado al ver sus abusos, sus disparates, sus actitudes acríticas y sectarias y su actitud tribalista y violenta con la que dejan diariamente en ridículo a la izquierda con la que me identifico. Es hora de que, si queremos salvar a la izquierda, la critiquemos.

Actualmente veo que muchos críticos de la izquierda de tendencias evidentemente de derecha tienen razón. Más de lo que nunca me hubiera  gustado imaginar. El discurso de derecha capta cada vez más gente, y lo vemos en el éxito de Nicolás Márquez y Agustín Laje por ejemplo. Esto es porque muchas veces, en simultáneo con un montón de estupideces esperables, lanzan críticas con bastante sustento que la gente común entiende y apoya. Y confieso que a veces tienen razones para esto. Un foco frecuente de esas críticas es el feminismo, que termina por dejar mal parado de forma aparentemente razonable a todas las ideas de la izquierda actual. Pocos son los que se atreven a hacer críticas a los abusos y descarriles del feminismo contemporáneo desde una postura de izquierda racional, y lo comprendo, ya que es una autocondena al ostracismo dentro de la misma izquierda.

La actitud muy común en la izquierda actual que llamo “espíritu gulag” consiste en eso, en limitar el debate con suma intolerancia dogmática e irracional y condenar cualquier opinión que no les guste y junto con ella, al que la expresa. El espíritu gulag lleva a desmantelar el debate racional basado en evidencias y argumentos, y remplazarlo por el escarnio y ostracismo del que piensa diferente o critica. Por ejemplo tachando al que cuestiona algún planteo feminista, muchas veces de buenas intenciones y relativa solidez intelectual, de “machistas”, “hijos del patriarcado”, “machirulos”, etc. El espíritu de gulag busca mantener miedo, ahuyentar la crítica, generar homogeneización de pensamiento y segregación. Y esto se ve muchísimo en el feminismo actual, con altos tintes sectarios de un puro sentimiento de pertenencia, que describiré luego.

Si queremos mantener una imagen de la izquierda que la represente digna de tomar en serio, debemos ser más críticos con nuestras ideas y escapar de la sumisión a las ideas “ortodoxas” (dogmas, mejor dicho) de la izquierda contemporánea. Dejemos de ver esto como herejía.

Tengo una fuerte convicción de que, si queremos detener a la derecha emergente, lo importante no es tanto criticar a la derecha, sino a la izquierda. El creciente éxito de la derecha no se basa en sus logros, porque la derecha realmente carece de estos; el éxito de la derecha se debe a que hay algo en la izquierda que siempre fracasa y que la derecha no pierde oportunidad de señalar.  Hay que dejar de mirar para otro lado frente a esto. La izquierda fracasa porque le falta madurez, y nunca la va a alcanzar si no se refuerza la autocrítica. Y en la situación actual, si hay un sector de la izquierda que más necesita autocritica es aquel de los llamados feministas. Al decir esto a muchos se les vendrá a la mente un pensamiento algo así como: “ah claro, este tipo cree que el feminismo tiene que ser autocrítico y no las personas machistas ”. Ya les respondo: una cosa no quita la otra, y si queremos acabar realmente con el sexismo, tenemos que poner en tela de juicio seriamente la eficacia que está teniendo el feminismo para esto. Los logros del feminismo contemporáneo parecen consistir más que nada en haberse vuelto una moda, aunque bastante adolescente y con alto grado de violencia y capricho aniñado.

Resaltarle estas cosas al feminismo hace despertar, en los miembros más comprometidos del movimiento, fuertes sentimientos de odio. Creen que criticarlos es ser indiferente a los “femicidios”, a la “opresión de la mujer”, y a todo lo malo que se pueden imaginar (porque esta tendencia de encajar todo lo malo y lo que no les gusta en la misma bolsa es muy común en el feminismo, recordemos que para muchos los conceptos de capitalismo, fascismo y todas las formas de opresión están vinculados de alguna forma mágica con el machismo o el patriarcado). Esto se ve cuando frente a cualquier crítica mínima la reacción suele ser el insulto, el abucheo y hasta la violencia física, aun cuando sea por parte de alguien que plantea la búsqueda de la igualdad de género. ¿Realmente esto es defendible? ¿Deseable? ¿Civilizado? ¿Tolerante? ¿Humanista? A gran parte del feminismo actual estos últimos tres valores no le importan, y hay que señalarlo.

En este artículo no pretendo hacer una crítica detallada, revisando múltiples autores,  revisando la historia del movimiento, analizando sus propuestas, recopilando críticas, etc. Realmente no tengo el interés ni el tiempo. En este artículo pretendo más que nada fomentar la crítica. Considero que ustedes pueden ser lo bastante inteligentes y educados para formar sus propias opiniones respetables sobre cada aspecto del movimiento, lo principal que pretendo sugerir con estas palabras es que no tengan miedo a criticar cuando consideren que sus cuestionamientos están sustentados en la razón, la ética y la evidencia. Sin pensadores críticos la sociedad queda a la deriva, se estanca y se pudre. Cualquier movimiento o ideología que pretenda subordinar el pensamiento crítico se vuelve un enemigo de la humanidad.

El ocaso del feminismo  

Me parece que es demasiado evidente ya que el feminismo está en crisis desde la tercera ola. En general ésta desde que comenzó que cae en picada en una serie de vicios que hoy ya ensuciaron demasiado la imagen del movimiento frente a las personas más críticas, y éstas pueden demostrar de forma muy simple que en muchos casos el movimiento se volvió muy irracional, y me apena. Sobre todo porque hay razones muy buenas para luchar contra el sexismo, y el feminismo llevaba una bandera de lucha. Es muy fácil demostrar ejemplos de decadencia, irracionalidad y hasta sexismo hembrista, desde el «feminismo» separatista de Sheila Jeffreys hasta los textos de Luce Irigaray diciendo cosas cómo que la fórmula e=mc2 es sexuada.

Uno de los vicios más marcados es el panmachismo, la creencia de que cualquier cosa es machista (hasta incluso que la discriminación a los hombres es machista) y de esta forma la banalización y exageración del término que lleva a los (verdaderamente) machistas a dejar de tomar en serio las críticas a dicha postura (en este vicio cae claramente Irigaray entre otros). Realmente el machismo es algo grave, pero si banalizamos el término la gravedad se pierde. Si es machista tanto la teoría mecánica de sólidos (sí, Irigaray escribió esto) como creer que las mujeres solo sirven para ser amas de casa, o justificar una violación a una mujer diciendo que «se lo merecía» o «se lo buscó» el término pierde todo valor y con eso parte de la gravedad del asunto. Exagerar con las acusaciones de «micromachismos» o creer que las mujeres merecen tipos de discriminación positiva (como estar exentas de críticas) es perjudicial para buscar la igualdad y dará pie a que haya un grupo de gente que -con razones- luche contra el feminismo haciendo generalizaciones de sus vicios, y ya está pasando. Si todavía se pretende luchar por la igualdad racional bajo el nombre de «feminismo»  (yo ya hace tiempo me resigné a esto), hay que cuidar cómo y qué es lo que dicen en nombre de éste, sobre todo porque (por suerte) lo que el feminismo plateó desde el siglo XIX ya entró en serios debates y acciones sociales. Seguir el curso de crisis que inició la tercera ola al feminismo con las influencias posmodernas puede hacer que todos esos logros peligren.

El 1- tribalismo, el 2- hembrismo y el 3- dogmatismo me parecen algunos de los peores vicios en los que cae el feminismo actual, y los voy a dividir en tres correspondientes secciones –aunque es importante resaltar que están estrechamente vinculados. No pretendo lograr precisión con múltiples referencias y estudios científicos, como por lo general me gusta hacer;  no va a ser el caso de este artículo. Presentaré opiniones sustentadas de actitudes que creo que todos podemos ver a simple vista asomando un poco la cabeza dentro del movimiento.

 

La tribu feminista

Recuerdo haber asistido a una marcha de Ni Una Menos en La Plata, Argentina, y haber visto algo muy particular. Se trataba de una especie de performance en donde feministas, únicamente mujeres, se reunían en ronda, si mal no recuerdo alrededor de una fogata,  con la cara pintada y aullando y bailando coordinadamente al son de los tambores como aborígenes.  Varias personas que asistieron o asisten a marchas feministas me confirmaron que estos actos son frecuentes. No me imagino una representación más perfecta de tribalismo.

Este consiste en una actitud de marcada pertenencia a un grupo. Se expresa en la reproducción de todo lo que produce sentimientos de cohesión social, pero de la forma más alienada, exagerada y primitiva. Se basa en imitar gestos, costumbres, conductas, tradiciones, acciones y pensamientos en simultáneo con un grupo de la forma más homogénea posible. Se trata de sentirse estrechamente parte de algo, de lo que los demás no son parte. Muy a menudo acompañado de todas las irracionalidades posibles, como la violencia. Un excelente ejemplo es el fascismo nazi. El tribalismo está también muy estrechamente relacionado con la explicación psicológica de las sectas.

En el feminismo actual se ve muchísimo esto. Las mujeres de actitudes hembristas, es decir, que consideran al sexo/género femenino más “especial” que el masculino, y que encuentran cobijo ideológico en el feminismo, parecieran reforzar siempre un sentimiento muy fuerte de pertenencia.

Sostener que las feministas no creen que haya nada “especial” en ser mujer y que no existe el hembrismo, como ya escuche/leí antes, es simplemente falso. Existe una creencia mística y generalizada dentro del feminismo de que las mujeres tienen alguna especie de relación especial con el cosmos por ejemplo. Tomemos como muestra mínima esta cita: “(…) Pero cada fase de este proceso posee una temporalidad propia, eventual-mente cíclica, unida a los ritmos cósmicos. El hecho de que las mujeres se hayan sentido tan amenazadas por el accidente de Chernóbil tiene sus orígenes en esa relación irreductible que existe entre sus cuerpos y el universo” Irigaray, 1987a, pág. 215). También se ve mucho en páginas feministas vinculadas a la pseudociencia creencias infundadas similares, como que los ciclos menstruales tienen relación con las constelaciones, ritmos cósmicos, la luna, o ridiculeces por el estilo.

Cuando se acusa de hembrismo, numerablemente oí decir que eso no puede existir porque “no hay un sistema cultural hegemónico que oprima a los hombres”. Esto es una confusión, creo, basada en confundir la actitud hembrista con un equivalente al patriarcado, el matriarcado. Resaltar actitudes hembristas no significa afirmar que existe un matriarcado (yo personalmente dudo de que existan ambos, o por lo menos de la forma exagerada en que se plantean muchas veces). Otra de las defensas más estúpidas de la supresión del término hembrista la leí de Malena Pichot, que dice que no puede haber discriminación de una persona a otra que goce de algo así como “privilegios sociales” por pertenecer a un grupo. Su planteo es que no existe el “racismo” de negros hacia blancos, porque no existe una discriminación a gran escala de negros hacia blancos sino a la inversa, y lo mismo con respecto a hombre/mujer. Este planteo es absolutamente dogmático y arbitrario, no lo vi jamás sustentado en algún intento de argumento y va contra cualquier definición semántica existente. No veo ninguna razón para sostenerlo. Es solo una hipótesis ad hoc muy mala para intentar negar algo tan evidente como que pueden existir discriminaciones poco usuales. No voy a continuar ahondando en cuestiones referentes al hembrismo porque pertenecen a la siguiente sección, pero quería dejar en claro esto para que puedan entender los siguientes planteos. Preguntas como si es compatible o no el feminismo con el hembrismo las analizaré luego.

Esta actitud de tribalismo separatista del hembrismo, basado en un fuerte sentimiento de pertenencia,  se ve en la ridícula tendencia discriminatoria de echar a los hombres de las marchas feministas, algo que me parece completamente injustificable bajo cualquier punto de vista mínimamente civilizado y humanista.

Ejemplos:

Estos hechos me parecen dignos de analizar, y el concepto más apropiado que encuentro para esto es el de tribalismo. El hecho de sentirse mínimamente especiales por ser mujer es risible. Es tan perverso como sentirse especial por ser hombre o heterosexual, solo que esto está mal visto por una izquierda posmoderna que se obsesiona ridículamente por exaltar ciertos grupos “marginados” y despreciar a los demás por “hegemónicos”. El razonamiento estúpido en ambos casos es el mismo, igual de racional que el nacionalismo. El hecho de excluir hombres que van a apoyar la misma idea que las mujeres de la marcha, es completamente violento e irracional. No tiene absolutamente nada que ver con la busca de la igualdad o equidad, y solamente le encuentro sentido en una forma de reforzar el sentimiento de grupo y de exclusión.

Si bien defiendo valores como la cooperación y la solidaridad, el altruismo, y demás conceptos relacionados con el sentimiento de pertenencia a una comunidad (que preferentemente sea la humanidad), como el de cohesión, hay que ser cuidadoso en los modos en que estos sentimientos pueden volverse irracionales, por no decir imbéciles. El sentimiento de grupo restringido, como el del nacionalismo hermético, es completamente nocivo y entra en contradicción con valores humanistas básicos como el de la fraternidad –entendida a gran escala. Gran parte del feminismo actual no entiende que hay una diferencia entre la cohesión de la unión racional, empática, solidaria, fraternal, y el sectarismo tribalista que es opuesto aunque intuitiva e ingenuamente no lo parezca. Centrarse en los sentimientos chauvinistas de pertenecer a un grupo y sentir orgullo y dignidad por excluir a otro es lo más repudiable y venenoso en lo que puede caer un grupo social. Y luego se quejan del ruidoso término “feminazi”, estas actitudes tribalistas son propias del racismo y del fascismo, y superan en inmadurez al de muchísimas tribus primitivas al punto de que uno duda si es justo el calificativo de “primitivo”. Estas actitudes son peor que primitivas, son completamente antisociales y es una forma de ingenuidad que abre paso a la peor violencia e inestabilidad social. El concepto de “feminismo separatista” (un movimiento que asombrosamente existe y que mucha gente toma serio) es una muestra de hasta dónde puede llegar esto.

En varias discusiones que tuve con feministas de diferentes variantes (yo no ignoro que el feminismo sea heterogéneo) vi mil formas de justificar esto, y todas caían en el victimismo. Este es otro aspecto del tribalismo indispensable a analizar, porque el victimismo es lo que les hace tener tal grado de cohesión. Frases como “nos están matando” son representativas. Bajo sus axiomas de que son oprimidas, asesinadas, maltratadas día a día como si se trataran de prisioneras en un campo de concentración refuerzan diariamente sus sentimientos de pertenencia y afilan sus justificativos para reproducir todo tipo de ideas y cometer todo tipo de acciones que no podrían justificar de otra forma y que, lo más importante, carecen de sustento bajo cualquier análisis racional. Aun cuando exista una opresión generalizada al sexo/género femenino, cosa que cada vez más gente pone en duda –al menos en el occidente civilizado-, ¿es justificable excluir a la propia gente que está yendo a apoyar tu causa? Permítanme una respuesta: por supuesto que no. Sostener esto se basa en un pensamiento mágico que mantiene una generalidad exagerada y prejuiciosa. Se basa en creer que todos los hombres son opresores, sin excepción, y que cada hombre representa a su sexo y a su género bajo ciertos estereotipos.

Los hombres somos los que nos tenemos que sentir culpables por ser violadores, por matar a las mujeres e invadirlas, etc., aun cuando no hayamos hecho nada como individuos. Es una especie de responsabilidad colectiva inspirada en el más radical pensamiento holista. Y sumado a esto, está también la suposición telepática de que “van para buscar protagonismo”.  Cada uno de nosotros, representa a su colectivo: si son mujeres son indefectiblemente discriminadas y si son hombres son indiscutiblemente opresores que van a las marchas a imponer su protagonismo ¿Qué clase de aberración intelectual es este planteo? Yo verdaderamente no lo puedo entender, a no ser mediante el concepto de tribalismo. Casualmente, este tipo de pensamientos está presente en el nacionalismo bélico: “Los ingleses bombardearon, esto es razón para bombardear Inglaterra y matar a cualquier civil inglés que ronde por sus ciudades, porque es inglés y los culpables son los ingleses”.

Históricamente el tribalismo se relacionó al totalitarismo. Cuando pienso en este concepto siempre recuerdo la obra maestra de Popper, La sociedad abierta y sus enemigos, una crítica sumamente inteligente tanto al fascismo como al marxismo autoritario. No me sorprende que ciertos marxismos tomen actitudes tribalistas, por eso encuentro natural esto en el feminismo marxista.

Esto es propio de la inmadurez intelectual y es diría que el peor tipo de cáncer que puede tener  cualquier idea humanista o de izquierda.  El tribalismo lleva casi inevitablemente a la violencia, es la esencia, junto al egoísmo, de la segregación y la marginalización. El feminismo tribalista recurrirá a la violencia, a las amenazas, y a la destrucción porque el tribalismo y la violencia tienen el mismo sustento intelectual: absolutamente ninguno. Mientras exista tal grado de incivilización tribalista va a existir violencia dentro del feminismo. Esto lo saben, pareciera que sienten conscientemente tal oscuro orgullo de pertenencia alienante y lo disfrutan, gozan el placer bruto de la violencia y la agresión, y resaltárselos poco les hará cambiar de parecer porque siempre le encontraran justificación en el victimismo o rápidamente su cámara de eco, formada por su círculo cuasi-sectario, les hará aumentar el sesgo lo suficiente como para rechazar de cualquier forma alguna crítica o planteo alternativo.

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Cuando se les resalta actitudes violentas injustificadas, además, suelen recurrir a la excusa de que es simbólico. Que cuando dicen que maten al macho no dice que maten a todos los hombres, sino a un concepto estereotipado de hombría. Está bien, de hecho yo al menos lo entendí siempre, el problema es que el mensaje esta expresado de la forma más confusa e ineficaz posible, pero de esto hablaré en la sección de dogmatismo, donde verán como la infalsabilidad y el escurrirse de la crítica está siempre presente en el discurso general del feminismo.

Por último, un planteo tribalista muy curioso del feminismo posmoderno es el de sentirse identificadas con las “brujas” quemadas por la… ¿inquisición? Sobre esto leí y escuché mil tonterías que solo podría sostener alguien sin cultura.  Por ejemplo, en una ocasión vi una etimología completamente apócrifa de la palabra «bruja», esta era que significaba: “mujer empoderada”. Algo que haría reír a carcajadas a cualquier etimólogo. En español el origen de la palabra es dudoso, pero nada relacionado a “mujer empoderada”. La etimología es falsa en inglés (witch), francés (sorcière), italiano (strega) y cualquier idioma conocido. Yo me pregunto ¿Con qué finalidad inventan esas patrañas?

El hecho de sentirse identificada con una bruja me resulta sumamente interesante. Las brujas, en la época que duró la inquisición y la institución de la quema de brujas, algunas veces independiente de la inquisición, eran pobres mujeres ignorantes que eran acusadas por pura superstición, e interés, aun cuando realmente no hayan hecho absolutamente nada, más que, por ejemplo, hacer un gesto cuando de casualidad al mismo tiempo caía un rayo. Tal era el grado de miedo y estupidez de la gente en ese tiempo.

Antihistórica y místicamente esta gente cree que de verdad las brujas eran mujeres con poderes especiales, algo supersticioso y que solo sirve para sostener los inventos fabricados por la Iglesia Católica como excusa para perseguir a esta pobre gente, más por una cuestión de quitarles propiedades que otra cosa. Pero tampoco la culpa la tiene únicamente la iglesia… muchas mujeres eran perseguidas y asesinadas bajo la creencia de brujería por sus propios vecinos, hombres y mujeres. Estos también las denunciaban por superstición ante esos supuestos tribunales de cotillón. Y sí, es sublime el nivel de brutalidad de aquellas épocas, tontamente idealizadas a veces. También hay que aclarar, que no solo se juzgaba y mataba mujeres por estas creencias, también hombres y hasta animales[1].

Aun cuando las acusadas de brujería realmente tuvieran relación con el ocultismo, cosa que en la quema de brujas no era exactamente frecuente (vean el caso de Salem, donde se terminó diezmando al pueblo en acusaciones puramente inventadas por la imaginación), el planteo es supersticioso, bruto -igual de supersticioso y bruto que el catolicismo- y además es sexista. Por un lado, porque mantiene esa vinculación de las mujeres con la superstición de las “ciencias ocultas” y demás pseudociencias, algo auténticamente machista, y porque creer que realmente la magia de la brujería era auténtica y símbolo de “empoderamiento” es de una  incultura lamentable. Varias veces leí libros y ensayos sin ninguna base que relacionaban a las “brujas” de aquellas épocas con la medicina herbolaria, “conocimientos avanzados” y cosas así, nada de eso es real. La medicina herbolaría, poco más que ineficaz por cierto, se usaba frecuentemente en aquel tiempo y no constituía en si una razón para ser acusado de ciencias ocultas (de hecho los caballeros medievales utilizaban rituales mágicos que no eran perseguidos por la inquisición, por ejemplo, con mohos crecidos en calaveras). No era lo común denunciar a una mujer por ejercer “medicina” en aquellos tiempos, por alguna especie de machismo medieval (y posmedieval, la caza de brujas como institución se establece luego del Malleus maleficarum, en el siglo XV, y la institución se consolida finalizada la Edad Media, adquiriendo su auge durante el siglo XVII y XVIII), como creen. No fue así. Las razones eran otras mucho peores incluso. Recomiendo leer el gran libro El mundo y sus demonios de Carl Sagan, si este tema les interesa; tiene un capítulo muy bueno sobre la caza de brujas.

Pensar que la superstición de las ciencias ocultas y el pensamiento mágico es digno de relacionarse con lo femenino, y que esto es “signo de empoderamiento” francamente es de una inocencia inefable. Pues claro, dejemos las ciencias y el pensamiento duro, que nos han brindado las bases del progreso humano conocido, al hombre… si esto no es machismo no sé qué es.

Este tribalismo de sentirse “las brujas que no pudiste quemar”, y victimizarse por una situación histórica de hace varios siglos, durante una época donde las condiciones de vida de básicamente todos eran un desastre, es  hilarante. Algunas van más lejos y no solo identifican lo femenino al ocultismo sino a toda forma de irracionalismo. Esta es una consecuencia clara del impacto del posmodernismo en la izquierda, y sus contraproducentes consecuencias.

El hembrismo 

Si bien este tema da para analizar mucho, no quiero extenderme.

En un momento creí, que así como el constante racismo de los blancos hacia los negros en Estados Unidos ocasionó una reacción de racismo de los negros hacia los blancos bastante generalizada y cierto victimismo entendible, esta cuestión de victimizarse (aun por cosas que pasaron hace siglos) y generar aversión hacia lo masculino era algo inevitable debido a la opresión histórica real que sufrieron las mujeres. Pero cada vez dudo más de esto, no me parece que haya una verdadera relación inevitable y por lo tanto que se justifique de alguna forma. También subestimé el grado de hembrismo que podía llegar a haber en el feminismo, tanto en cantidad de hembristas como en el nivel de hembrismo. Pensaba además, al hembrismo como una reacción efímera e inofensiva. En esto me equivoqué mucho más.

Cuando se señala al hembrismo, el feminismo más inteligente retruca que “son minoría” y que “no es verdaderamente feminismo”, el más estúpido lo defiende y justifica. A esto muchos críticos responden que es una falacia del verdadero escoses, cosa que más que una falacia es una técnica retórica. Sobre si es compatible el hembrismo con el feminismo es una cuestión semántica, depende de la definición de feminismo que no está muy clara. Recurrir a definir movimientos heterogéneos y de varios siglos de antigüedad mediante un diccionario no es una buena idea, peor es hacerlo analizando la etimología o la composición del nombre. El punto es que, al aceptar la heterogeneidad del movimiento, se abre paso a estas cuestiones que son difíciles de resolver. Sea o no el hembrismo compatible con el concepto feminista, algo está claro: el feminismo moderno está lleno de hembrismo; así como de victimismo, irracionalidad, exageración y rebusque al ver qué combatir (cuando se adquirió una buena porción de igualdad de derechos, y hay que mantener entretenido el movimiento, uno se puede distraer luchando para que los hombres se sienten con las piernas cerradas en el transporte público, por ejemplo, o tratando de reformar de las formas menos prácticas y más antiestéticas el lenguaje, total la Ley Sharia está muy lejos).

Las actitudes hembristas llegaron a tal punto que cada vez es más frecuente escuchar que se desestiman cualquier opinión de un hombre sobre el feminismo… solo porque es hombre. Un total ad hominem que no veo como se sostiene. Sobre todo con el hecho de que entre los pioneros del feminismo se encuentran muchos hombres, como John Stuart Mill. Pero esto lo analizaremos abajo.

Los dogmas feministas: “tus críticas me resbalan por ser hombre-cis ”, “si no eres feminista eres machista”, “eso también es culpa del patriarcado” y varias estrategias más de la infalsabilidad y el escabullimiento de la crítica 

El tema de si a cierto feminismo le resbalan las críticas por el sexo/género masculino del oponente, es meramente una pantalla. A este feminismo le resbalan las críticas en general, sin importar tanto quien las dice. El tema del dogmatismo es verdaderamente preocupante.

Sí para evitar la crítica no recurren a falacias, o revisten de infalsabilidad sus slogans, generan una falsa dicotomía de que si no estás con el feminismo estás en contra de la igualdad. Esto es muy deshonesto, por el hecho de que es completamente entendible que una persona que busca la igualdad racionalmente rechace ser etiquetado de feminista luego de que el feminismo cayó en tal deterioro. El feminismo se queja de quienes no lo apoyan por cuestiones meramente racionales -y sin rechazar a la igualdad sexual y/o de género-, pero no hace nada por limpiar un poco su imagen siendo autocrítico, condenando los abusos de ciertos sectores y tratando de eliminar sus propios vicios.

El recurso de la infalsabilidad es muy frecuente. Por ejemplo, si cuestionamos la existencia del patriarcado es por culpa del patriarcado, si los hombres sufren ciertas desigualdades (por ejemplo, hay más hombres en la indigencia) es también, por culpa del patriarcado. El patriarcado se supone que se define como un sistema cultural de opresión constante y omnipresente a la mujer, pero en cuanto encontramos casos donde el hombre no sale favorecido, que son muchos… también es culpa del patriarcado. Entonces vale preguntarse ¿Tiene sentido plantear la existencia de algo que bajo ningún contraejemplo se pueda refutar? Esto tiene un nombre más conocido que el de infalsabilidad, y es dogmatismo. En muchos casos el feminismo se vuelve infalsable. Otro ejemplo, en una ocasión cuestioné un lema feminista escrito en varios carteles por mi ciudad, luego de una marcha feminista, éste decía: “el amor romántico mata”. Cuestioné ésto resaltando que es evidentemente falso, de hecho con mi pareja consideramos que tenemos una relación muy romántica y hasta ahora ninguno de los dos mató al otro… hasta ahora. Es claro que si querían señalar que la violencia de pareja mata, o que la celopatía puede matar, lo peor que podían hacer era relacionar una relación romántica, que la mayoría entiende como “cursi” (nadie en general la relaciona con lo que se entiende en la literatura o el arte del romanticismo, que no es precisamente “cursi”) con una relación celopata y violenta. Esto es un mensaje tremendamente confuso –y más abajo mostraré más mensajes confusos A raíz de esto varios intentaron justificar de cualquier forma rimbombante el lema con tal de demostrarlo como verdadero, porque parece que las feministas no pueden equivocarse nunca, llegando a presumir que cualquier relación monógama era violenta bajo el patriarcado, y que esto hace que todo pueda terminar en un “femicidio”. Realmente la vinculación de una relación romántica con un femicidio solo puede darse en la mente más rebuscada. Por un lado profesan que “quien te ama no te pega”, y por otro intentan tirar de lleno la posibilidad de cualquier relación monogámica romántica o amorosa sana.

La tendencia de dar mensajes confusos es muy común en el feminismo actual. Recordemos “machete al macho”, “mata a tu marido”, y mil lemas más. Todo siempre de forma muy violenta y exagerada, que hace que poca gente los tome en serio. No solo estos mensajes suelen tener un trasfondo muy dudoso, sino que son sumamente ineficientes para la mayoría. No creo que la mejor forma de educar sobre violencia domestica sea proponer asesinar al marido maltratador. Esta tendencia de mensajes es muy endogámica, verdaderamente solo la entienden gente vinculada al movimiento, los demás la miran con extrañeza y repudio y el mensaje no lleva a nada más que al rechazo justificado por el movimiento. Este además, cree que con tales slogans, pintados en todas las calles, realmente hacen algo para con la causa de la violencia de género y la verdad es que no creo que hagan nada. Así como tampoco creo que sirva de mucho “educar” a un violador para que “no viole” (al menos que hablemos de tipos de abuso como ser  aprovecharse de una alcoholizada). Verdaderamente no creo que una mujer golpeada corra a denunciar a su marido luego de leer “machete al macho”, ni que un asesino o violador se disuada cuando recuerde el “ni una menos” pintado en su esquina.  La única eficacia que tienen tales pintadas y la proliferación de estos lemas y mensajes confusos es el rechazo de todo lo relacionado con el feminismo y con la izquierda por parte de la sociedad media. Lo vemos en cada Marcha de las Mujeres, que suele terminar en un vandalismo totalmente arbitrario e incivilizado. Luego está lo de siempre, las ya ultraconocidas justificaciones que no convencen a nadie, como las falsas dicotomías al estilo: “les molesta que destruyamos todo pero no le molestan los femicidios” ¿A quién en su sano juicio le puede agradar un asesinato?¿De verdad creen que eso les justifica a tomar cualquier medida impulsiva y destructiva para con la propiedad pública y privada? ¿Realmente llevan un mínimo registro de eficacia en cuanto a reducir los femicidios haciendo una marcha gritando que “se quieren vivas”? ¿Realmente hace falta aclarar eso? ¿Piensan que no todos se quieren vivos y que una persona que asesina, que sabe que no tiene nada que perder, va a retroceder en sus impulsos por una avalancha de vandalismo infantil y cánticos tribales? Yo considero una manera eficaz de combatir los llamados femicidios, brindando información y ayuda a las mujeres principalmente de barrios pobres en cuanto a la violencia doméstica. Brindar talleres, apoyo, cursos, etc. de igualdad de género y de violencia doméstica en barrios, escuelas, hogares y demás centros públicos, y concientizar y ofrecer ayuda para denunciar violencia doméstica sí es hacer algo verdaderamente útil.

Conclusiones:

Las críticas que considero valiosas al feminismo son demasiadas y demasiado extensas. Este artículo no pretende resumirlas. La elección de las críticas recopiladas es bastante arbitraria. Lo que si pretende es, como se dijo anteriormente, promover la crítica.

Si bien muchas críticas al feminismo que vemos todos los días son claramente sexistas en sentido machista, no todas lo son. Es importante diferenciarlas y promover el debate honesto y calmado para ver cuales críticas son valiosas y cuales son tonterías. Este debate no se puede generar en el actual clima de  nerviosismo, intolerancia violenta, sesgos y victimismo que promueve el feminismo moderno. Es  hora de terminar con los tabúes llamados “políticamente correctos” y promover una actitud crítica, desde la izquierda, a muchos de los dogmas y “vacas sagradas” de la izquierda, como el feminismo (pos)moderno.

[1] Historia de la estupidez humana, Tabori.

Para terminar de una vez con el “periodismo científico” basura

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Fuente

Mientras escribo esto, Facebook desata polémica por brindar unas sugerencias a los usuarios sobre cómo detectar noticias falsas y yo recientemente terminé de leer Bad Sciencie de Ben Goldacre. Un libro altísimamente recomendable, y si realmente les interesa el tema, sugiero encarecidamente que lo lean (lo pueden descargar por internet), y que no lo pospongan durante años como tontamente hice yo. Esto me tentó demasiado a pensar y  escribir sobre cómo afecta el periodismo científico basura y la cultura del bulo a la sociedad en su visión general de la ciencia, las consecuencias que pueden derivar de esto, y en una posible alternativa que nos podría ayudar a salir un poco de este bache que creo que constituye un problema contemporáneo muy relevante –más adelante intentaré explicar por qué.
Nadie que sea mínimamente lúcido y lea diariamente lo que difunden los medios como “noticias científicas” puede negar que la inmensa mayoría de titulares y artículos que allí figuran son simplemente basura. Los medios son indudables expertos en publicar cualquier disparate y hacerlo pasar por ciencia, cuando en realidad son solo distorsiones risibles de algún pequeño estudio, exageraciones sobre algo dicho por algún científico y sacado de contexto, estudios basura pagados y armados por empresas, o simplemente inventos.
Muchas veces no se advierte lo peligroso que puede llegar a ser esto. Porque, si bien algunos titulares pueden ser no mucho más que graciosos, otros llegan a ser muy peligrosos, ya que nos podrían desinformar terriblemente en cuestiones delicadas como puede ser la salud. Un ejemplo clásico de esto son los cotidianos malos consejos de cómo prevenir o tratar el cáncer. Estos pueden llegar al extremo del absurdo. Por ejemplo, según Daily Mail (el segundo periódico más leído de Reino Unido) para prevenir el cáncer de hígado habría que beber café, y según este mismo medio, el café aumentaría el riesgo de padecer cáncer de hígado[1]. Esto tiene mucho sentido… ¿no? El café causa y previene el cáncer al mismo tiempo. Según el Daily Telegraph[2], un vaso diario de vino ayudaría a prevenir el cáncer de mama. La fuente de esta publicación consiste en un estudio realizado en células in vitro, lo cual no dice  nada como medida preventiva en el consumo diario humano. Un humano no es un conjunto de células en una placa de vidrio de laboratorio, y el consumo de alcohol entra en los cancerígenos de grupo 1[3], junto al cigarrillo y la contaminación ambiental. En este caso se está dando un consejo contraproducente, algo así como dejar la puerta abierta de tu casa para evitar robos.
Esos son solo algunos ejemplos menores, más adelante presentaré otros ejemplos de periodismo científico basura.
Si realmente queremos saber a qué punto de peligrosidad puede llegar el descuido y la irresponsabilidad del periodismo científico mainstream, basta ver el caso de la epidemia de antivacunación. Muchos de los escépticos que estamos al tanto del movimiento antivacunación solemos, no injustificadamente, injuriar de forma cotidiana a Andrew Wakefield (quien publicó el fraudulento, ultrarefutado y ultrafamoso estudio que vincula la vacuna triple vírica con el autismo). Está bien, el tipo es sin lugar a dudas merecedor de todo nuestro desprecio.  Pero a la mayoría se nos escapa otro de los principales culpables, y diría que, el culpable principal de todo esto: los medios. Si no fuera por la escandalosa e incesante publicidad de este estudio menor (de solo 12 niños) que carecía de toda credibilidad, el tema no habría generado el pánico que generó, y hubiera caído en el olvido apenas transcurridas unas semanas de su publicación en 1998. El caso del estudio Wakefield da para escribir mucho, pero en este artículo no me voy a enfocar en esto. Lo único que vale la pena señalar aquí es ese culpable sigiloso y aparentemente inimputable, que es el periodismo basura alarmista. A él le debemos el nada despreciable rebrote de enfermedades erradicadas y la moda suicida del movimiento anti-vacunas. La popularidad de este nos dejó, por ejemplo, en 2014 un rebrote de más de 600 casos de sarampión en Estados Unidos[4], la reaparición de la difteria[5], la lepra[6] y otras[7] enfermedades erradicadas en España, que se discontinúe en ciertos países la implementación de vacunas para la pertusiss (o tosferina)[8] -provocando entre 10 y 100 veces más de mortalidad/morbilidad-, y una desconfianza terrible en la salud pública y en las ciencias médicas. Esta desconfianza general es lo que explica, en parte, el triunfo de Donald Trump en USA, un declarado antivacunas que propuso a John Kennedy, otro antivacunas que sostiene que las vacunas causan autismo, para que lo asesore en el Departamento de Vacunación[9].

Pero no es necesario que haya este tipo de catástrofes para entender lo mal que hace el periodismo científico basura. Una consecuencia inevitable y para nada menor, es la desinformación, la contaminación de la cultura, el desaprovechamiento de un espacio que debería servir para informar (y no para desinformar, naturalmente), y sobre todo, la promoción de una visión completamente errada de la ciencia que termina por afectar tremendamente a la sociedad.  Hacen creer que la ciencia es algo tonto y ocioso llevado a cabo por un grupo de excéntricos ansiosos por saber trivialidades –sin el mínimo rigor-; buscando predecir el fin del mundo, o haciendo especulaciones estúpidas (al estilo: “Según científicos, tal modelo es la mujer más sexy del mundo»). Mantienen una opinión general de que, o la ciencia es una cuestión trivial y prescindible, que constantemente cambia de opinión de las maneras más bruscas e incomprensibles al punto de ser ridículamente contradictoria (recordemos el caso del café que causa y previene el cáncer), que se equivoca de tal forma que cuando acierta parecería por azar (recordemos las noticias de “predicciones del fin del mundo según científicos” o de “asteroides que se aproximan a la tierra”), o que la ciencia son un montón de cosas  que no tienen la mínima capacidad de entender (sería como mantener la opinión pública algo así: “la ciencia se divide en dos cosas, cosas que entiendo y son estupideces y cosas de las que no entiendo una palabra) . Esto repercute en la financiación pública que se hace de la ciencia, lo vemos mucho en Argentina y ahora EEUU, países que terminaron en manos de estúpidos presidentes anticientíficos que decidieron recortar la financiación pública en investigación (vale aclarar que de igual modo Argentina hace años que financia miserablemente la ciencia).
La imagen que los medios quieren proyectar de la ciencia no es más que el reflejo de la mediocridad del periodismo científico actual. No es tanto que la ciencia  esté ansiosa por publicar estupideces, son los diarios. Y esto hay que dejarlo bien en claro si queremos detener el alarmante crecimiento del movimiento de la anti-ciencia y de la pseudociencia.  No se puede pretender tener un país que remunere bien a los científicos e invierta en ciencia, si el público general no puede acceder a los descubrimientos científicos. Y este no podrá acceder, mientras los medios no estén regulados para evitar que publiquen tal cantidad de basura disfrazada de ciencia.
No creo que sea necesario explicar aquí la importancia que tiene el financiamiento de la ciencia y el hecho de que la sociedad este científicamente informada, doy por hecho que ustedes la pueden reconocer.

Periodismo científico basura, algunos ejemplos ilustrativos

Quizás el medio desinformador por excelencia en cuestiones científicas es Actualidad RT.A este despreciable medio le debemos en gran parte la difusión anticientífica del pánico hacia los transgénicos. Actualmente Actualidad RT financia publicidades gigantescas en Ciudad de Buenos Aires en contra de la biotecnología transgénica sin ninguna base[10]. Para ver el sesgo de Actualidad RT contra los transgénicos basta una rápida googleada.
Veamos algunos ejemplos de cómo este medio desinforma en cuestiones científicas:
Recientemente se publicó un estudio[11] sobre como los cefalópodos han evolucionado por modificación directa de su ARN, en lugar de mutaciones en su ADN como la mayoría de las especies. A este estudio Actualidad RT titula: <<Científicos: “los pulpos tienen ADN extraterrestre”>>. Parece broma pero no lo es[12].

Otro ejemplo similar para demostrar la obsesión de RT con los extraterrestres. En Scienciedirect se publica un estudio[13] sobre un “exótico” insecto atrapado en una piedra de ámbar…. Adivinen como tituló RT… Adivinaron: “Hallan un insecto ‘extraterrestre’ atrapado en ámbar que vivió hace 100 millones de años”.

Un bulo difundido por ActualidadRT[14] pero también por muchísimos otros medios, fue el de que el “descubridor” del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), Leon Eisenberg, confesó antes de morir que este no existía. Esto es mentira[15]. Ni siquiera se puede afirmar que Leon Eisenberg fue el único que describió el TDAH ni el primero. La noticia que usaron muchos medios como fuente, es del diario alemán Der Spiegel, del 6 de febrero del año 2012. Esta hablaba sobre la gran cantidad de inexactitud a la hora de diagnosticar algunos trastornos mentales. Si se usa el traductor de Google para una de las citas que ponen del investigador, pareciera que dice que el TDAH es algo ficticio. Lo que dijo en realidad Eisenberg es que el TDAH está sobrediagnosticado, algo completamente diferente y de lo que hay bastante consenso. Este bulo es distinto a los demás citados de RT, es muchísimo más peligroso. Imaginen la reacción que pueden llegar a tener padres crédulos con un hijo diagnosticado con TDAH al leer esta noticia. Una de ellas puede ser dejar de tratar a su hijo, y sin dudas que habrá pasado con el impacto que tuvo el bulo.
Actualidad RT da para escribir libros enteros sobre desinformación científica, así que pasemos a otros ejemplos.

Ben Goldacre recopila una serie de muy buenos ejemplos de mala ciencia difundida por medios periodísticos, armada y financiada por empresas, en el libro que comenté arriba, pasaré a resumir:

“  (…)  El doctor Cliff Arnall es el rey de las noticias sobre ecuaciones matemáticas especiales, y entre su producción más reciente se incluyen las fórmulas para calcular el día más deprimente del año, el más feliz, el puente festivo perfecto y otras muchas (muchísimas) más. (…) Por lo general, los medios se refieren a él como «el doctor Cliff Arnall, de la Universidad de Cardiff». En realidad, es un empresario que organiza cursos de fomento de la confianza y gestión del estrés, y que ha impartido algo de docencia a tiempo parcial en la Universidad de Cardiff. La oficina de prensa de dicha institución, sin embargo, está encantada de destacarlo en sus informes mensuales sobre los miembros de su personal de cuyos éxitos se han hecho eco los medios de comunicación. Así de bajo hemos caído.

  Quizás alberguen ustedes tiernos sentimientos para estas fórmulas: tal vez piensen que dan «relevancia» y un aire más «divertido» a la ciencia (algo así como lo que sucede con el llamado rock cristiano). Pero deberían saber que provienen de empresas de publicidad y relaciones públicas que, en muchos casos, están especializadas en tales menesteres y dispuestas a asociar el nombre de un científico a sus actividades.
(…)  La fórmula de Cliff Arnall para calcular el día más deprimente del año se ha convertido ya en un clásico anual de los medios de comunicación. La de este último año fue patrocinada por Sky Travel y apareció en enero (el momento perfecto para reservar unas vacaciones). Su fórmula para calcular «el día más alegre del año» aparece en junio (de hecho, el The Telegraph y el Mail han vuelto a mencionarla en 2008) patrocinada por los helados Wall. La fórmula del profesor Cary Cooper para clasificar los triunfos deportivos estaba patrocinada por la cadena de supermercados Tesco. La ecuación del efecto del alcohol (concretamente, del consumo de cerveza) en nuestra percepción del atractivo sexual de otras personas (conocido como efecto «gafas de cerveza») fue desarrollada por el doctor Nathan Efron, profesor de Optometría Clínica de la Universidad de Manchester, y patrocinada por el fabricante de productos ópticos Bausch & Lomb. La fórmula del penalti perfecto, del doctor David Lewis (de la Universidad John Moores, de Liverpool), estaba patrocinada por la casa de apuestas deportivas Ladbrokes. La fórmula del modo perfecto de estirar de los «petardos de Navidad» (Christmas crackers) para que hagan el máximo ruido posible, obra del doctor Paul Stevenson, de la Universidad de Surrey, fue un encargo de Tesco. La fórmula de la playa perfecta, del doctor Dimitrios Buhalis, de la Universidad de Surrey, se calculó bajo el patrocinio de la agencia de viajes Opodo. Hablamos aquí de miembros del personal docente e investigador de universidades, que comprometen sus nombres para que las empresas de relaciones públicas puedan vender «equivalentes publicitarios» en forma de exposición mediática.

(…)  Esas noticias no son informativas: son actividad promocional disfrazada de información. Juegan (de forma bastante cínica) con el hecho de que la mayoría de los redactores de los medios no reconocerían una historia verdaderamente científica ni aunque ésta bailara desnuda ante ellos. Juegan también con el hecho de que los periodistas andan faltos de tiempo, pero necesitan llenar páginas, ya que ahora hay menos personal y cada uno de ellos tiene que escribir más palabras que antes.”

El caso del estudio de «Jessica Alba tiene el contoneo perfecto» es paradigmático. Pasaré a resumir lo que nos cuenta Goldacre sobre esto:

  “Éste es un titular tomado del The Daily Telegraph que encabezaba una noticia que había sido recogida por Fox News, (..)

  «Jessica Alba, la actriz de cine, tiene los perfectos andares sexis, según un equipo de matemáticos de Cambridge.» Este importante estudio fue obra (al parecer) de un equipo encabezado por el profesor Richard Weber, de la Universidad de Cambridge. Yo me sentí particularmente encantado de verlo finalmente reflejado en letra impresa, pues, en aras de la investigación científica (claro está), yo mismo hablé seis meses antes con Clarion, la empresa de publicidad y relaciones públicas responsable de la publicación del estudio, de la posibilidad de prostituir mi propia reputación en beneficio de dicho estudio, y no hay nada como ver crecer y florecer una planta desde que era una semillita.

  Éste fue el mensaje inicial de correo electrónico que me enviaron:
Estamos llevando a cabo un estudio de las diez maneras de andar más sexis de las famosas para nuestro cliente Veet (la marca de cera depilatoria) y nos gustaría respaldar nuestro análisis con alguna fórmula de un experto que nos permita calcular qué famosa tiene el contoneo más seductor basándonos en la teoría. Nos gustaría contar con la colaboración de un doctor en psicología o alguien por el estilo que pueda idear ecuaciones que apoyen nuestros resultados, pues creemos que contar con el comentario de un experto y con una fórmula proporcionará más peso a la noticia.

  Y tanto: ya hemos visto que incluso los aupó hasta las páginas de información del The Daily Telegraph.

  Yo les respondí de inmediato. «¿Hay algún factor en particular que les gustaría incluir en la fórmula? —les pregunté—. (..) «Hola, doctor Ben —me respondió Kiren—. Nos gustaría mucho que entre los factores de la ecuación se incluyeran la ratio entre muslo y pantorrilla, la forma de la pierna, el aspecto de la piel y el contoneo de (o la manera de mover) las caderas. […] Hay establecidos unos honorarios de 500 libras por sus servicios.»

  También estaba el tema de los datos del estudio. «No hemos realizado el estudio aún —me explicó Kiren—, pero sabemos qué resultados queremos obtener.» ¡Así me gusta! «Queremos que Beyoncé salga la primera, seguida de otras famosas de piernas curvilíneas, como J-Lo y Kylie, y que famosas como Kate Moss y Amy Winehouse, por ejemplo, queden últimas, porque las piernas flacas, pálidas y que no estén bien proporcionadas no son sexis.» El estudio finalmente consistió en un correo electrónico interno enviado a todos los empleados de la compañía. Yo rehusé su amable ofrecimiento y esperé. El profesor Richard Weber no. (…)

      Yo no di mi aprobación a la nota de prensa de Clarion. Ésta es incorrecta desde el punto de vista factual, y engañosa en tanto que sugiere que ha habido algún intento serio de realizar cálculos matemáticos igualmente serios al respecto. La realidad es que no hay ningún «equipo de matemáticos de Cambridge» implicado. Clarion me pidió que les ayudara analizando los datos de ochocientos cuestionarios cumplimentados por otros tantos hombres encuestados a quienes se les había pedido que ordenaran a diez famosas según sus andares, «de más a menos sexi». Y Jessica Alba no quedó primera, sino séptima.

    ¿Tanto mal hacen estas noticias? No hay duda de que son inútiles y de que reflejan cierto desprecio por la ciencia. Son simples piezas promocionales para las empresas que las siembran, pero resulta revelador lo bien que saben éstas de qué pie cojean exactamente los periódicos. (…)

  Estas grandes corporaciones empresariales dirigen nuestra cultura y la acribillan a sandeces.”
Aquí una replica de la «noticia» : http://expansion.mx/lifestyle/2007/8/29/jessica-alba-tiene-el-movimiento-perfect

Goldacre también nos cuenta en Badscience sobre el caso del alarmismo del SARM en Reino Unido. Básicamente se trató de un pánico generado por un bulo mediático en 2005. Este consistía en asustar a la población con que los hospitales de Reino Unido se encontraban contaminados de SARM (el estafilococo áureo resistente a la meticilina). Todos los estudios que difundían los medios sobre esto eran propiciados por el “doctor Malyszewiczs”, un pobre tipo sin idea de microbiología que tenía un laboratorio en su patio y examinaba muestras contaminadas. Y aunque numerosos laboratorios hicieron múltiples pruebas en busca de contaminaciones de SARM en los hospitales sin hallar nada y notificaron esto a los medios, ellos prefirieron ignorar todo el consenso y reforzar una creencia en la autoridad ficticia y en los estudios marginales y mal hechos de Malyszewiczs.

Resultado de imagen para bad science

 Podría seguir agregando ejemplos, pero creo que con estos es suficiente. Los coloqué más que nada de forma decorativa. No creo que sea necesario expandirme mucho en esto, todos conocemos casos de periodismo científico basura, lo vemos todos los días.

Para terminar de una vez con esto

No se cómo funcionan las regulaciones en los medios en cuanto a la (des)información, si es que existen. Pero me parece que sería una buena idea crear leyes muy específicas que castiguen con grandes multas por difundir información falsa o distorsionada en cuestiones de periodismo científico. Y sobre todo, crear instituciones públicas que se encarguen de controlar esto y de hacer cumplir efectiva y rápidamente las sanciones sin tramiteos legales de décadas sin resolver. Se me ocurre una institución conformada por científicos de diferentes áreas (en Argentina podría ser una parte del CONICET)  que se encargue de controlar y servir de mediador para multar y regular lo que publican los medios en materia científica. No me refiero a que estén revisando cada artículo antes de publicar, cosa que haría innecesariamente muy lenta la publicación (y en los medios todo debe hacerse rápido), sino que simplemente controle el resultado y denuncie si es necesario: si la información es falsa o la conclusión exagerada. Esta también debería servir como una consultora donde los medios puedan contactarse para ser asesorados si es necesario.
Las denuncias deberían ser realizadas por cualquier persona, pero en todo caso sería bueno que el Poder Judicial acuda a dicha institución para verificar si la denuncia es válida y si deba multarse.  En la situación actual sería un enorme paso para erradicar de la cultura los bulos y las malas comprensiones de cuestiones científicas que traen graves consecuencias. Ignoro si tales ideas existen en algún lugar, pareciera que no – por lo menos no se hace cumplir en lo más mínimo por lo que llego a ver.
Es totalmente repudiable esa condición de sicario de algunos periodistas de publicar cualquier estupidez para rellenar espacio, desde falsas curas para “el” cáncer a “estudios” que en realidad son fabricados por publicistas que no están publicados en ninguna revista académica y cuyos autores a veces simplemente no existen. Aún más repudiables son las empresas de medios que, de negarse uno a publicar tal basura, contratarán a otro con más baja moral que lo haga. Esto no va a cambiar jamás por sí solo, porque la basura vende mucho, y la gente en general no está interesada en la ciencia de verdad, porque tienen la visión errada de la ciencia que promueven los propios medios. A estos pareciera que en general les interesa vender, no informar, y por el peso que tienen en la opinión pública (lamentablemente la gente lee más la sección de ciencia de los diarios que libros de divulgación), no podemos dejar que tengan completa libertad de lo que publican en un tema tan delicado como la ciencia. Ya que esta involucra lo que hagamos con nuestra salud, las políticas públicas a llevar a cabo, como cuidar el medioambiente, etc.
Una institución de científicos financiada con un impuesto a los grandes medios, que los persiga y controle para obligarlos a tener un nivel al menos pasable de periodismo científico, y un buen número de leyes específicas que los medios grandes deban respetar como ser un buen nivel de precisión serían de gran ayuda. Estas leyes deberían ayudar también a mantener controlando que los medios grandes publiquen obligatoriamente secciones científicas, y no que las descarten por volvérseles más caras y lentas. Es preferible que las secciones de periodismo científico estén elaboradas únicamente por periodistas con alguna orientación en periodismo científico, o científicos especializados en divulgación.
Sé que suena un poco inquisitivo y “de mano dura”, pero no se me ocurre opción, y sus consecuencias serían lo suficientemente valiosas para justificarse. Hace falta encarar a los medios, así como Christopher Jefferies, para que dejen de tener esa libertad de arruinar la cultura, arruinarle la vida personal a alguien, o publicar cualquier basura mentirosa que se les ocurra.
Uno pensará que si se justifica este control a los medios se justifica también todo tipo de control que terminaría ocasionando el fin de la libertad de expresión. Pero no es así. En ciencia es diferente la cuestión del periodismo, ya que el rigor científico es completamente objetivo y contrastable. Uno no puede regular completamente la sección de opiniones o de política, porque existen ciertos matices de subjetividad, pero si se puede y se debe regular secciones científicas. Se puede permitir hasta cierto punto la libertad de los medios de mentir o exagerar en algunas cuestiones, porque estas a menudo son difíciles de contrastar. Pero en ciencia no es el caso. Si se tituló que fueron tres mil personas a la manifestación cuando fueron unas dos mil, bueno, no existe algún censo objetivo de cuantas fueron. Pero hay una gran diferencia entre estos tipos de error o mentira y decir que el bicarbonato de sodio con limón cura el cáncer[16]Si a alguien le parece más valiosa la libertad de mentir de las corporaciones mediáticas que el derecho del ciudadano medio a estar bien informado, debería revisar sus prioridades.
 Esto que planteo solo sería aplicable a grandes medios periodísticos, no por ejemplo a cualquier blog marginal de internet. Aquí si es deseable mantener la libertad absoluta de expresión. La desinformación que cause ésta, es mejor combatirla mediante el debunking y la buena divulgación online. 
Lo que escribí en esta sección es mera especulación. Una idea bastante vaga que debe perfeccionarse, desarrollarse, modificarse y especificarse. La plantee de forma excesivamente esquemática porque no cuento con los conocimientos necesarios para profundizar y detallar. Espero que alguien más pueda hacerlo.

La crisis científica más allá del periodismo

La crisis del periodismo científico explica, a mi parecer, muy bien parte de la crisis actual de la ciencia, pero no completamente. El sistema de publicaciones y sus descuidos y corrupciones tiene otra parte de la culpa, así como también la falta de compromiso de los científicos  por combatir de frente la pseudociencia y la mala-ciencia. Si queremos tomar medidas paliatorias para con estas, necesitamos ser eficaces, y para esto, no bastarán las medidas que solo se enfoquen en el periodismo. Es necesaria una reforma sistémica. Me interesa exponer otras acciones complementarias que asegurarían la eficacia de los consejos anteriores:
Primero que nada, se necesita una buena educación pública en materia científica para que la ciudadanía esté preparada para rechazar la mala-ciencia y la pseudociencia. Esto involucra clases de pensamiento crítico, de lógica, de metodología científica, de investigación, de filosofía de la ciencia y de filosofía científica.
También se necesita que los científicos de todas las áreas se sientan más involucrados en la divulgación  y la confrontación de la desinformación, los mitos y las ideas falsas, especialmente la que está dentro sus campos. Haría bien para esto, que todas las facultades de ciencia tengan buenas materias de divulgación científica donde exijan el desarrollo de una plena precisión en la divulgación, sin por eso perder la popularidad del alcance. Esto debe ir complementado con una alta exigencia académica en las facultades en la que se estudie periodismo con orientación al periodismo científico. Éstas deben enseñar como se investiga, como se revisa un estudio, como se contrastan los datos en ciencia, etc. y deben tener una formación científica y epistemológica formidable.
Los científicos deben estar al tanto de las creencias populares de la gente sobre la ciencia, y también, de lo que se publica de ciencia en los medios.  Se necesita un combate, diría diario, por parte de los científicos al mal periodismo. Estos deberían llamar, corregir y exigir precisión a los medios. También podrían hacer apariciones en estos para desmentir los mitos que difundan los propios medios. Esto, si lo que expuse anteriormente se aplica y funciona, sería desde luego innecesario, pero sirve como consejo a corto plazo.
El tema de las publicaciones es sin duda uno de los más importantes.  Muchas de las tonterías que se publica en el periodismo científico basura vienen de papers mal hechos que realmente están publicados. Eso es penoso. Existe actualmente una plaga de falsas revistas científicas llamadas “publicaciones depredadoras”. En estas el autor paga por publicar y la revisión de los artículos es mínima o inexistente. De este modo, uno puede publicar, pagando, cualquier estudio mal hecho que quiera. Hace unos años el biólogo John Bohannon hizo un experimento fabricando un artículo con datos falsos, referencias inventadas y con errores de estudiante de secundaria. Se envió a varias revistas y muchas lo aceptaron y se ofrecieron a publicar si se pagaba la cuota (el equivalente al “escándalo Sokal[17]”, pero en ciencias naturales)[18].
Recientemente un investigador inventó la identidad de una científica llamada Anna O. Szust (que en polaco se traduciría como “Ana F Raude”), para que se presentara al puesto de editor. Fue aceptada en 48 revistas académicas (se envió la solicitud a 360) sin que nadie revisara las credenciales[19]. Completamente indignante. Es necesario tomar medidas para desbaratar la existencia de falsas revistas científicas sin que esto implique el monopolio de las publicaciones, pero yo no tengo ningún consejo en mente de cómo pueda hacerse. También se debería acabar con esa política científica del “publica o perece”, que exige a los científicos publicar a veces cualquier cosa con el fin de mantener una beca.
Estos desperfectos no justifican la desconfianza total en la ciencia y claramente, no justifica que los medios publiquen cualquier estupidez nacida de estas falsas revistas. Es el deber del “informador” revisar si sus fuentes son confiables, acordes al consenso científico y si están revisadas por pares, avaladas por meta-análisis y revisiones sistemáticas, etc. En fin, es el deber del periodista científico contrastar la información y revisar si lo que va a publicar es o no de confianza. Pero sin duda, desmantelar a las “publicaciones depredadoras” y mantener bien pagados a los científicos sin la necesidad de que publiquen basura con el fin de justificar su trabajo serian buenos pasos para acabar con la desinformación científica y darle la credibilidad y el prestigio merecido al trabajo científico.

periodismo
Imagen de Barder-zine

[1] http://www.dailymail.co.uk/news/article-3641896/Health-chiefs-tell-coffee-cancer-bay-Consuming-drink-regularly-prevent-certain-types-disease-womb-liver-cancer.html

http://www.dailymail.co.uk/health/article-2474699/Three-cups-coffee-day-halve-risk-liver-cancer.html

[2] http://www.telegraph.co.uk/news/uknews/2262150/Red-wine-could-help-prevent-breast-cancer.html

[3] http://www.elmundo.es/grafico/salud/2015/10/30/5633c8cb22601da2218b458d.html
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs349/es/

[4] http://www.consultordesalud.com.ar/detalle_noticia.php?idnoticia=1621

[5] https://hipertextual.com/2015/06/difteria-espana-antivacunas

[6] http://www.lavanguardia.com/vida/20170125/413692003985/en-espana-se-registraron-11-nuevos-casos-de-lepra-en-2016.html

[7] http://www.que.es/ultimas-noticias/espana/201401300800-vuelven-enfermedades-cuentame-rechazo-vacunas.html

[8] Gangarosa EJ, Galazka AM, Wolfe CR, Phillips LM, Gangarosa RE, Miller E, et al. Impact of anti-vaccine movements on pertussis control: the untold story. Lancet 1998;351:356–61.

[9] https://www.clarin.com/mundo/donald-trump-propone-esceptico-vacunas-departamento-vacunacion_0_S1_59NHIe.html

[10] https://www.facebook.com/ArgenBio/photos/a.407089729415620.1073741828.407072046084055/667285840062673/?type=3&theater

[11] http://www.chilebio.cl/?p=6183

[12] https://actualidad.rt.com/actualidad/230945-pulpos-adn-extraterrestre-cientificos

[13] http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0195667116302506?np=y&npKey=059f92a2e2e98a77ec3590f4a717e1f890ef8b14b4961b94c51305cafbd94e25

[14] https://actualidad.rt.com/ciencias/view/95483-psiquiatra-descubrio-tdah-enfermedad-ficticia

[15] http://ulum.es/el-decubridor-de-tdah-no-confeso-nada-antes-de-morir/

[16] http://www.latribuna.hn/2016/02/29/oncologo-descubre-como-curar-el-cancer-con-bicarbonato-de-sodio/

[17] https://es.wikipedia.org/wiki/Esc%C3%A1ndalo_Sokal

[18] http://www.agenciasinc.es/Noticias/Un-falso-estudio-cientifico-pone-en-entredicho-los-filtros-de-157-revistas-de-open-access

[19] http://www.nature.com/news/predatory-journals-recruit-fake-editor-1.21662?WT.mc_id=FBK_NA_1703_FHEDFAKEDITOR_PORTFOLIO