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Dibujo y psicopatologías. Exploraciones sobre la salud mental. 

En éste entrada me propongo exponer una serie de trabajos que estuve haciendo sobre temas relacionados a la salud mental.

A continuación, se verán expuestas una serie de 4 ilustraciones que hice en lápiz sobre papel, todas ellas de tamaño 35x50cm durante la segunda mitad del año 2021. Cada una de ellas representa una psicopatología. Para la elaboración de cada imagen he realizado previamente una investigación con base en entrevistas a profesionales de la salud mental especializados cada uno en la respectiva psicopatología. Bajo cada imagen dejare el link con las entrevistas.

Depresión, lápiz sobre papel 35x50cm. Terminada el 12 de noviembre.

Depresióin, junto al psicólogo y psicoterapeuta Juan Rago.

Ansiedad, lápiz sobre papel 35x50cm. Terminada el 2 de septiembre.

Ansiedad, junto al psicólogo, psicoterapeuta, docente e investigador Federico Sanchez.

Consolador. Ilustración sobre síntomas del TLP (trastorno límite de personalidad). Lápiz sobre papel 35x50cm. Terminada el 13 de agosto.

TLP junto a la psicóloga y psicoterapeuta Victoria Papagna.

Alzheimer. Lápiz sobre papel 35x50cm. Terminada el 6 de octubre.

Alzheimer, junto al doctor Diego Sarasola

Aliento a que dejen en los comentarios, si quieren de forma anónima, su impresión, interpretación u opinión sobre las ilustraciones y su experiencia con estas psicopatologías. ¿Han tenido algunos de los síntomas de los que se habla? ¿Tienen o han tenido alguna de estas psicopatologías? ¿Cuáles han sido sus experiencias con los tratamientos? ¿Han tenido malas experiencias con psicoterapeutas? ¿Han escuchado alguno de los mitos de los que se hablan en los videos?

Canto al poeta contemporáneo

A aquel poeta contemporáneo
Que con cursilería y vulgaridad sus poemas compone
Forzando decir algo extraño
Especulando si así la pone

No muestra ingenio ni inteligencia
En historias de Instagram hace ponencias
Referencias a internet, no están ausentes
Así cae alguna indie adolescente

Lo valido es decir cualquier cosa
Poemas sin rimas y sin esfuerzo
No es por no estar en prosa
Que lo contemporáneo es puro verso

Ni cultura ni sutileza
Tampoco virtudes de franqueza
Para hacer poesía indie
Solo hay que no tener nada en la cabeza

Ir por lo mediocre, lo banal, lo cotidiano
Con pose de sensible, vago, atormentado
No importa ni que la línea quede justa
Lo importante al fin, son los Me gusta.

Facundo Guadagno y Matt Suarez Holze en conversación con Juan José Sebreli.

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Juan José Sebreli es un ensayista, historiador, filósofo y sociólogo nacido en el Buenos Aires de 1930. Publicó múltiples libros donde defiende la razón y los valores ilustrados contra el irracionalismo, tanto el contemporáneo del posestructuralismo, como el antiguo de los románticos y prerrománticos. En su obra se destacan El asedio a la modernidad (1991), Las aventuras de la vanguardia (2000), El vacilar de las cosas (1994), El olvido de la razón (2007) y Dios en el laberinto (2016). Actualmente se encuentra trabajando en una autobiografía intelectual.

Tuvimos el gusto de charlar con él en su departamento durante más de dos horas, en un diálogo donde se abarcaron múltiples temas, ya sea de política, filosofía e incluso sobre literatura, música y cine. Apenas nos sentamos a charlar, surgió la anécdota de que al lado de una librería donde se venden sus obras, otro local tiene Mi lucha (1925) de Hitler en una especie de altar. Juan José Sebreli dedicó buena parte de su tarea intelectual a un desarrollado estudio del nazismo, del cual investigó su base filosófica, encontrándola en el irracionalismo romántico; además de ser un incansable defensor de la socialdemocracia y el liberalismo de izquierda, como también de una interpretación de Marx contraria a la de la mayoría de los marxistas. Se define así, como un izquierdista clásico, contrario a las izquierdas de la segunda mitad del siglo XX, a las que denomina “la mala izquierda”.

Una de las cosas de las que queríamos hablar con usted es del auge actual de la ultraderecha en el mundo. Seguramente estará al tanto del caso de Jair Bolsonaro por ejemplo, quien es apoyado por las iglesias evangélicas…

Juan José Sebreli (JSS) – Sí, los evangélicos de Brasil están en el Congreso. Y acá no están en el Congreso, pero están en las villas miserias, donde tienen una influencia muy grande.  Son peligrosísimos. Yo digo que estamos en una época similar a las décadas anteriores a la Segunda Guerra Mundial, cuando la democracia estaba totalmente desprestigiada y aparecen el stalinismo y el fascismo. La historia se repite, pero nunca igual, así que no va a aparecer un Hitler y probablemente no tengamos otra guerra mundial, pero estamos viviendo un clima similar de autoritarismo en auge, y de democracia desvalorizada.

La democracia está desvalorizada en la Unión Europea y en Estados Unidos, es decir, en países que fueron sus fuentes.

¿A qué cree que se deben estas vacilaciones en torno a la democracia?

JSS – Primero, las transiciones son muy difíciles de asimilar. La política como se da hoy está desfasada. Lo que tiene que haber es una política global. Los males actuales, todos, son globales: la economía, el caos de las finanzas, y eso una nación no puede enfrentarlo, no puede enfrentar un problema global.

Lo que notábamos, es que hoy la derecha está siendo mucho más intelectual que la izquierda. Le llamábamos a este fenómeno la “desintelectualización de la izquierda”, en parte, por la influencia del irracionalismo filosófico, y la intelectualización de la derecha. Es muy difícil sostener un debate racional cuando se rechaza la razón. Estamos viendo muy poca influencia de verdaderos intelectuales de izquierda.

JSS – SÍ, hoy lo que hay, como mucho, son populistas de izquierda. Y la filosofía que hoy predomina es el posestructuralismo, el irracionalismo moderno. Eso no es la causa, sino un síntoma de la decadencia generalizada de la izquierda.  La parte intelectual de la izquierda es claramente decadente. Es algo que vamos a pagar muy caro.  Fíjense que el auge del irracionalismo del siglo XX terminó en el apocalipsis de la Segunda Guerra Mundial.

 Sí, y la Primera Guerra, también, principalmente a causa del nacionalismo. Consideramos el nacionalismo, incluso el nacionalismo “de izquierda”, como una forma de irracionalismo. Una ideología enmarcada en las emociones.

JJS – Totalmente. El nacionalismo es la expresión política del irracionalismo.

Usted en El asedio a la modernidad, y en tantos otros libros, marca que la existencia de la Segunda Guerra Mundial está basada en gran parte en algunos filósofos, especialmente prerrománticos y románticos. ¿Qué influencias filosóficas encuentra en la Primera Guerra Mundial?

JJS – Bueno, siempre estuvo el Kulturpessimismus alemán desde el prerromanticismo. Pero la Primera Guerra Mundial era menos filosófica, mientras que la segunda sí tuvo mucha implicancia de la filosofía, y por influencia romántica completamente.

Hay un mito en la izquierda de que no existe una filosofía nazi.

JJS – Sí, eso es completamente falso.

Probablemente sea para ocultar una raíz en común, que es el irracionalismo.

JJS – Claro, la mayor parte de la izquierda moderna adoró a Heidegger, por ejemplo, y a Nietzsche ni digamos.

Hoy en una academia de filosofía es mala palabra hablar mal de Heidegger o Nietzsche, también defender la Ilustración. Así debe ser muy difícil poder estudiar las causas filosóficas de los movimientos totalitarios, quizás porque hay una raíz en común que no se quiere ver.

JJS – Sí, hoy lo más parecido al nazismo es el izquierdismo (risas).

En su obra utiliza el término de “fascismo de izquierda”, por ejemplo, para referirse a Montoneros.

JJS – Sí, acá fui uno de los primeros en usar ese término.  También Pablo Giussani, pero ninguno de los dos había leído al otro, y publicamos los libros de manera casi simultánea. Giussani me llamó con muy buen criterio y me dijo “coincidimos completamente, pero no sabía que pensabas eso”. Giussani había sido ideólogo de los Montoneros.

Su último libro en que trabaja es una biografía intelectual. Comentaste que uno de los autores que estás redescubriendo es Georg Simmel…

JJS – Sí. Es inevitable que cuando uno es joven se deje llevar por lo que está de moda. Cuando era joven tuve la suerte de vivir el auge de Sartre, y Simmel era un autor que nadie leía. Acá se editaron en castellano muchos libros de Simmel, pero lo mejor es Sociología: estudios sobre las formas de socialización (2015), que se editó después. Yo lo leía distraídamente pensando que no era un autor fundamental, y resulta que con los años me di cuenta de que en la Escuela de Frankfurt estaba Simmel, solo que sin citarlo. Por ejemplo, el estilo de los aforismos de Adorno. Walter Benjamín y Kracauer son absolutamente herederos de Simmel, la filosofía de la moda estaba en Simmel. La gente que hoy lee a Benjamin no lee, en general a Simmel, pero actualmente hay un revival.

Volviendo al tema de la política ¿Qué políticos de Latinoamérica le parecen reivindicables?

JJS – Si no hablamos de la actualidad, hay que remontarse a Juan B. Justo. Julio María Sanguinetti desde ya, y Fernando Henrique Cardoso, que fue de lo mejor en Brasil.

¿Salvador Allende?

JJS – No, fue un populista de izquierda.

Hay un vínculo innegable entre filosofía y política, no hay un análisis político si no hay un análisis ético y hasta ontológico ¿Qué filósofos le recomendaría estudiar a un político?

JJS – Los primeros que produjeron esa síntesis entre filosofía y política fueron Hegel y Marx. Lo hicieron de forma muy confusa, uno muy embrollado, lleno de cosas anticuadas, y el otro también, en borradores y de forma desprolija. Pero son los que crearon el género que yo reivindico: una sociología filosófica o una filosofía sociológica. Y es lo que intentó hacer el Hegel de la Fenomenología del Espíritu (1807), Lecciones sobre la filosofía de la historia universal (1837) y Filosofía de la historia (1837), y no el Hegel de la Lógica (1816). Y Marx desparramado en sus escritos póstumos, borradores, cartas y demás. Lo intentó también la Escuela de Frankfurt, como también el último Sartre, en Crítica de la razón dialéctica (1960). Lastimosamente Sartre entra muy rápidamente en decadencia mental…

Como su apoyo al maoísmo….

JJS – Si, sí. Sus últimas cosas son imposibles. Crítica de la razón dialéctica también hay que tomarla con pinzas. Lo más importante es la introducción, donde propone la síntesis entre marxismo y existencialismo, lo que sería la sociología y la filosofía de los individuos.

Hay un autor al que le tenés cierto reconocimiento, Norbert Elías.

JJS – Bueno, Norbert Elias… un simmeliano total. Hay un libro que es muy chico, lo leen rápidamente, tendrá 200 páginas, La sociedad de los individuos (1990). Ese sintetiza todo lo que yo pienso sobre sociología e individuos. Ahora ya no hay personajes maestros, uno saca de un poco de un lado y del otro.

También reivindica a los llamados liberales de izquierda como John Stuart Mill ¿No?

JJS – Claro, yo me defino liberal de izquierda. También socialdemócrata, pero si me defino socialdemócrata, como es un régimen que se encuentra en diferentes países y en diferentes formas, uno tiene que andar aclarando qué tipo de socialdemocracia apoya y cuál no. Binner por ejemplo, se dice socialdemócrata y es un populista.

Esa ambigüedad está en toda la política. En los términos de izquierda, o derecha, o en el marxismo. Usted tuvo una formación “marxista” y su postura es completamente diferente a la que puede tener cualquier otro que pueda denominarse así.

JJS – En un momento me dije “marxista solitario”. Estoy con Marx, pero contra el marxismo.

Como el mismo Marx ¿No?

JJS- Sí, Marx dijo “solo sé que no soy marxista”.

Decir “liberal”, hoy, para muchos marxistas es mala palabra. En parte porque se confunde el liberalismo con liberalismo económico, únicamente.

JJS – Bueno, eso viene de tiempo atrás. En Italia, por ejemplo, Benedetto Croce, un autor que tiene muchas cosas reivindicables, decía que un liberal era liberal en economía, en política y en lo social. Decía que los que no eran liberales en lo político eran “liberistas”, término que lamentablemente no pegó, pero puede utilizarse para referirse a los liberales únicamente económicos. Tatcher y Regan serían liberistas, lo que se llamó después neoliberales.

Otra de las razones por la que se rechaza la palabra “liberalismo”, en lo que usted llama “mala izquierda”, es esta tendencia que usted denuncia de justificar dictaduras.

JJS – Sí, la creencia en las “dictaduras buenas” y “las malas”. También ocurre que el liberalismo no dejó de tener también su parte de culpa. En Argentina, por ejemplo, el liberalismo del siglo XIX fue un verdadero liberalismo. Alberdi, Roca y Juan B. Justo eran liberales. Pero en los mediados del siglo XX los liberales eran gente como Alsogaray, personas que estaban a favor de las dictaduras militares, y que era, más bien, lo que se llamaba un liberista. Hoy podemos hablar de la mala historia de la izquierda, pero el liberalismo no tiene tampoco una buena historia. Es difícil reivindicar el liberalismo sin hacer una serie de aclaraciones.

¿Lo mismo que “izquierda” y “derecha”?

JJS – Yo diría que esos son términos que pueden ser usados como adjetivos pero no como sustantivos. Una “esencia” de lo que se es de izquierda no existe. Existe como calificativo cuando uno dice “esto” es a la izquierda o a la derecha de “algo”.  Por ejemplo, la ley de la despenalización del aborto es una ley de izquierda, en contraste con la postura de derecha del tradicionalismo católico. Hay algunas cosas que son de izquierda y otras de derecha. Aunque a veces al mismo tiempo la izquierda apoya lo que es  de “derecha”.  Y a veces se usan términos de “izquierda” como los Derechos Humanos para reivindicar a Milagro Salas o al régimen de Cuba.  Entonces….

Me parecería interesante tocar el tema de los mitos del llamado “orientalismo”. ¿Cuál es su visión al respecto?

JJS –  Hay varios orientes, y hay varias posiciones de occidente frente a oriente. Algo que ya indica la superioridad de los occidentales por sobre los orientales: los occidentales se interesaron mucho tiempo por oriente, desde que empezaron los viajes geográficos, y al principio no para conquistarlos, sino por curiosidad, por la cultura y el arte oriental. Era la moda del siglo XVIII, como la chinoiserie.

Voltaire, por ejemplo, era un gran admirador de la cultura china, que a la vez mucho no comprendía.

JJS – Por supuesto. No había una xenofobia. En cambio, a los orientales nunca les interesó occidente. China lo ignoraba, creían que el mundo eran ellos. Los occidentales eran globalistas antes de que se inventara el término.  Marco Polo fue el primer globalista, Cristóbal Colón fue un globalizador.

 Es interesante tocar este tema para recordar los argumentos, de parte de la izquierda, sobre occidente como el gran culpable del atraso de oriente.

JJS – No, no, no. El atraso de oriente empieza a fines de la Edad Media y el imperialismo es del siglo XIX. Tuvieron varios siglos para haberse desarrollado.

Si, de hecho los musulmanes tuvieron un amague, un intento de Ilustración o iluminismo durante la Edad Media, que podría haber hecho que hoy estén a la vanguardia en derechos humanos. Pero fue saboteado internamente por un factor que parte de la izquierda se empeña en ignorar, y que la izquierda clásica siempre trató de resaltar: la influencia religiosa.

JJS – La influencia del islam, completamente. Le dedico un capítulo al islam en Dios en el laberinto.

La tendencia de las izquierdas actuales es empeñarse en combatir obsesivamente la discriminación y tratar de “no estigmatizar a los pueblos oprimidos” a través del relativismo cultural. Este discurso demagógico trata de ocultar la influencia desastrosa del islam.

JJS – Sí, y eso que es desastrosa para los propios islámicos.

Hoy hay figuras que tratan de laicizar el islam, pero son saboteados por ellos mismos.

JJS – Cada vez que tuvieron la oportunidad de votar los islámicos han votado por cosas malas. Nunca hubo organizaciones de partidos democráticos ni de sindicatos.

¿No conocen la democracia?

JJS –  No la conocen, ni les interesa.

¿Cree que haya otra influencia además de la religiosa?

JJS – No, no existe. Porque un factor racial no hay. Durante un tiempo, oriente estuvo mucho más avanzado que occidente, cuando occidente había caído en la oscuridad total. En la Edad Media en occidente la religión llegó a un punto límite de posibilidades de desarrollo y después no pudo soportar las nuevas teorías científicas. A la revolución científica no la pudo soportar.

¿En términos económicos, no hubo una revolución burguesa que haya podido hacer progresar a oriente?

JJS – No.  Y en occidente también ocurre lo mismo, los países más atrasados son los que no tuvieron una revolución burguesa.

Otro tema al que nos lleva esto es al primitivismo. Marx mismo dijo que Inglaterra hizo un gran favor a India sacándole los mitos, o prácticas como el sati.

JJS – El sati, sí, una práctica terrible. Por eso estoy a favor de Nehru, que era un occidentalista total, y estoy en contra de Gandhi, uno de los ídolos de la izquierda actual y un retrógrado.

Un admirador de Mussolini.

JJS – Sí, un admirador de Mussolini.

La izquierda actual trata de hacerse mitos de los que la izquierda clásica hubieran sido enemigos. Gandhi, por un lado, un machista, racista y fanático religioso; por otro lado, Madre Teresa de Calcuta.

JJS – Uh, sí. Madre Teresa, otro mito populista.

Una fanática que se opuso a los preservativos en África y reciclaba jeringas usadas con sus moribundos…

JJS – Sí, la gente se moría de sida y ella combatía los preservativos.

…amiga de dictadores que le donaban dinero que no se sabe a dónde iba…

JJS – Una especie de Hebe de Bonafini. (Risas).

En El vacilar de las cosas sostiene que el que mejor leyó a Marx fue Lenin.

JJS – Bueno, en algún aspecto. Básicamente en que no hay posibilidad alguna de socialismo sin desarrollo capitalista. El hizo la revolución sabiendo que Rusia no estaba preparada, pero en medio de una revolución mundial. Eso está dicho por él en discursos y artículos, no es una opinión mía, él dijo abiertamente “lo que importa es la revolución en Alemania que es el país más avanzado de Europa”. La revolución rusa lo único que hizo fue tomar la revolución que estaba en la calle. Kerensky no era un político, Lenin no podía rechazar esa posibilidad que iba a servir como apoyo logístico de la revolución alemana. No era la idea hacer “un socialismo en Rusia”. Cuando fracasa la revolución alemana, Lenin dio por terminado el ciclo revolucionario y pasa al periodo de la NEP, un capitalismo de Estado. Y con intervención del capitalismo extranjero principalmente norteamericano.  Hubo una gran cantidad de capitalistas estadounidenses que se fueron a Rusia. Hasta hay una película, Las extraordinarias aventuras de Mr. West en el país de los bolcheviques (1924), que trata sobre un capitalista que va a Rusia. La muerte de Lenin cambió el mundo: si no hubiera muerto hubiera hecho lo que está haciendo China.

Claro, una de las peores catástrofes del gobierno de Stalin fue eliminar la NEP.

JJS – Claro. Fue lo primero que hizo.

Tocamos el tema del vínculo entre filosofía y política. Esto nos lleva al tema del estado de la filosofía en el mundo actual la cual, a grandes rasgos, es irracionalista. Las academias suelen tener una enseñanza “posmodernista”, de hecho, mientras que el “influencer” de la juventud Dario Sztajnszrajber, es un irracionalista propagandista de Heidegger, que representa los lugares comunes de la filosofía académica contemporánea. ¿Cómo ve este panorama?

JJS – Bueno, hay autores que conforman una resistencia, como Anthony Giddens o Luc Ferry, pero los lee una minoría. Son filósofos que no tienen ninguna influencia.

Sí, hay una resistencia en autores como Sokal, Bunge, o Jesus Mosterín, que murió hace poco…

JJS – Sí, o Ulrich Beck, pero son autores sueltos. Bunge cae en cierto positivismo cuando rechaza a autores como Hegel y Marx. A mí me alaba siempre El asedio a la modernidad, pero dice “el defecto de Sebreli es que defiende a Hegel”. No lo leyó, parece que de filosofía mucho no lee, es un gran epistemólogo, tiene una formación más científica.  Se mete a hablar de filosofía sin conocer.  Bunge es una resistencia, pero también es muy resistido, no entra en la facultad ni por asomo.

También es una resistencia al fanatismo que hay en Argentina con el psicoanálisis.

JJS – Sí, pero ese fanatismo está pasando.

Las academias argentinas tienen un fuerte apego aún a estos ídolos falsos que son Freud y Lacan.

JJS –  Sí, sobre todo Lacan. Freud tiene libros que todavía se pueden reivindicar, en cierto modo era un ilustrado, se ve en la prosa.

En contraste con Lacan, el psicoanálisis de todos modos sigue siendo un foco de concentración de irracionalismo y atraso sobre todo en las academias de Argentina. Criticar algunos aspectos de la vida y de la obra de Freud, como el caso Frink o la alteración de informes como en el caso del Hombre de los Lobos es un tabú en una facultad argentina. Para un profesor universitario Freud y Lacan son ídolos intachables.

JJS – Es cierto. No, Lacan es indefendible. Las academias argentinas son lacanianas más que freudianas. El malestar en la cultura (1930) o El porvenir de una ilusión (1927), de Freud, son libros más o menos rescatables.

¿Cómo fue su vida académica?

JJS – La facultad donde yo estudié era un horror, era la época peronista, mucho peor que la actual. No existía sociología y filosofía era estudiar latín y griego, básicamente, lenguas muertas. Era espantoso. Filosofía y Letras estaba en manos del jesuita Hernán Benítez, confesor de Evita. El profesor Carlos Astrada no era católico, pero era nazi, enseñaba a Heidegger.

Otro tema al que nos llevan los mitos políticos es el caso de Malvinas, y la influencia de los Irazusta.

JJS – El que impone sobre todo el tema de Malvinas es el peronismo. Los Irazusta eran autores muy refinados. La paradoja es que fueron educados en Inglaterra, traducían libros ingleses y amaban la literatura inglesa.  Pero no tuvieron ninguna influencia. Iban a la casa de Victoria Ocampo y estaban en el grupo Sur. El verdadero nacionalismo es el de Carlos Ibarguren, por ejemplo.

El nacionalismo católico parece estar detrás de todos los males de Argentina, desde Montoneros hasta la dictadura de Videla.

JJS – Sí, porque los militares eran brutos que no leían nada. Los que le daban la formación eran los católicos.

Veníamos hablando de la decadencia de la izquierda como algo actual, pero la guerra de Malvinas fue apoyada por muchos partidos de izquierda.

JJS – ¡Por toda la izquierda! ¡Los que no la apoyamos somos una minoría!

Para los que apoyamos los valores de la izquierda clásica… un izquierdista clásico nunca la hubiera apoyado. A veces parece que la izquierda se olvida de la muerte de Jean Jaures, gran escritor socialista muerto en manos de nacionalistas

JJS –  Pero para la izquierda actual Jaures era “un liberal”, ya no lo consideran, es mala palabra.

¿Por qué no está Sartre en El olvido de la razón?

JJS – Tendría que haberlo agregado. Escribí un largo artículo totalmente reivindicable sobre Sartre en Escritos sobre escritos, ciudades sobre ciudades (1997).

Sartre tuvo una gran influencia en el irracionalismo de izquierda que apoyó el maoísmo y al stalinismo…

JJS – Sí, tendría que haberlo agregado.

Yo personalmente, leyendo su obra pienso que tiene más en común con Camus que con Sartre.

JJS – Camus no tenía ninguna cultura filosófica. El mito de Sísifo (1942) y El Hombre Rebelde (1951) no son libros reivindicables. Como crítica al comunismo sí, pero no tiene base. Merleau Ponty, sí. Cuando Ponty ataca a Sartre lo hace desde un punto de vista filosófico rescatable. Camus no es un autor que yo reivindicaría. Sus dos libros filosóficos son irracionalismo total, no era un racionalista. Lo que me gustó de Camus es El malentendido (1944), y algunas obras de teatro. La Peste (1947) me parece pesada, aburrida. En cambio, Sartre, La Náusea (1938) es una novela extraordinaria, La Edad de la Razón (1945) es muy buena.

Ahora que nombró El hombre rebelde, me gustaría tirar el nombre de otro clásico que sé que usted tiene algunas críticas: La sociedad abierta y sus enemigos (1945) de Karl Popper, ¿Qué piensa de esa obra?

JJS -La crítica a Platón es muy buena. Pero la parte de Hegel y Marx… (Risas). Y es lo que piensa también Bunge. No los ha leído. Yo tengo todo Popper, y es muy reivindicable. Es buen escritor, sí.

Una de las escuelas con las que te formaste es la de Frankfurt. Soles hacer un esquema de partes muy negativas, como la dialéctica negativa, valga la redundancia, y algunas positivas.  

JJS – A la escuela de Frankfurt cada vez la reivindico menos. La propuesta de hacer una filosofía sociológica la apoyo, la última etapa ya no es reivindicable, la Dialéctica del Iluminismo (1944) es mala, y también todas las últimas. Casi son posestructuralistas. Sobre la industria cultural algunas cosas están bien, pero otras no. Dentro de la cultura popular hay cosas reivindicables, el jazz y el tango. Hay grandes compositores de tango como Francisco de Caro, Juan Carlos Cobián y Delfino.

¿Presenció los focos de tango durante su juventud?

JJS – No, ya estaban en decadencia. Ya el tango era de baile, a mí me gustaba el tango para escuchar. Yo te puedo decir, el 90% del tango es malo, el 90% del jazz es malo, pero ese 10% lo salva.

Como en la literatura.

JJS –  En todas las artes. El talento es raro. Piazzolla también es bueno. El rock es en gran parte un delirio de masas juveniles.

¿Qué libros nacionales reivindicarías en la actualidad?

JJS – El crimen de la guerra, de Juan Bautista Alberdi (1879). Un libro olvidado y prohibido por el peronismo por ser antinacionalista y antimilitarista, que incluso ataca al culto al héroe de San Martin.  Y Sarmiento por supuesto, Facundo (1845) y los diarios de viajes.

Usted lo considera a Sarmiento el autor más grande de la historia argentina ¿Borges qué lugar se merece?

JJS – Es un gran escritor, pero no es un pensador. Es un gran prosista. Yo lo leo con mucho interés. Pero es muy arbitrario. No es un tipo con el que me pueda identificar.

¿Podemos ubicar a Sarmiento y Borges como los más grandes escritores de Argentina?

JJS – Sí.

¿Quién más podría entrar rozando ese dúo?

JJS – Roberto Artl. Tomado con pinzas. La literatura argentina es de fragmentos. Blas Matamoro es muy bueno.  Traten de conseguir un libro, Con ritmo de tango (2017).

Para volver a la polémica ¿Qué escritores argentinos considera que tuvieron una influencia negativa en la formación cultural del país?

JJS – Cortázar. (Risas). Es un gran escritor porque tuvo gran repercusión. Pero el tipo de literatura que hace a mí no me gusta. Ideológicamente fue un farsante. A él no le interesaba la política y se metió e hizo propaganda de algo que no sabía, no conocía y no le importaba.

Le quiero decir un nombre que es todo lo malo de Cortázar multiplicado…. Galeano.

JJS – Ah no, ni lo considero a Galeano.

¿Un Cohelo para progres?

JJS – ¡Sí! Es repudiable. Pero al menos murió reconociendo sus errores. Le aplicaría la frase de la película Fatalidad (1931): “voy a tener una muerte digna de una vida indigna”.

Otro autor venerado en Latinoamérica, García Márquez…

JJS – No, el realismo mágico no me gusta. Directamente.

¿Vargas Llosa es reivindicable en literatura, más allá de su pensamiento político?

JJS – Sí. Sería un liberal de izquierda, pero a veces se deja tentar por la derecha. En su último libro sobre política reivindica a Reagan… (Risas).

Lo que decíamos de la intelectualización de la derecha. Se puede decir que Llosa coquetea con la derecha.

JJS – Sí. Coquetea con la derecha.

¿Y sobre José Pablo Feinman?

JJS – Hay una doble cara. Su pensamiento filosófico es similar al mío, reivindica a Hegel, a Marx y a Sartre…   Pero después le agrega el peronismo y el populismo más rastrero y ensucia todo. Es mejor que Horacio González y Forster.

¿Nicolás Casullo?

JJS- Y… un Forster un poco mejor. (Risas).

¿Portantiero? ¿Sarlo?

JJS –  Sarlo tiene cosas interesantes y Portantiero hoy sería uno de los pocos escritores reivindicables, lastimosamente tuvo una muerte temprana.

Usted suele hablar mucho de cine, más bien en su etapa clásica. ¿Reivindica algún director posterior a los 60? ¿Kubrick, Tarkovski?

JJS – Kubrick sí, pero a Tarkovski no. También hay un director mexicano que me gusta mucho, Arturo Ripstein.

-Tocamos levemente el tema del primitivismo, relacionado a esto está en Argentina el problema con las comunidades mapuche, sobre la cual seguro tenemos una opinión polémica ¿Qué opinas del conflicto?

JJS – Integración, básicamente. La comunidad mapuche es antihistórica, no puede existir una comunidad mapuche que reivindica a una civilización que no existió nunca, y aunque hubiese existido, fue hace siglos. Es absurdo. Es como si los italianos reivindicaran a los etruscos (risas).

Además, muchos de los llamados mapuches no se criaron en una comunidad mapuche, sino en la ciudad moderna. Tratan de volver a como creen que vivían sus antepasados. Nosotros notamos cierta similitud entre su discurso y el discurso clásico de derecha de “sangre” y “suelo”.

JJS – Sí. Siempre existió eso. Desde el romanticismo alemán con Herder: la sangre y la tierra.

¿Cómo es su relación con las nuevas tecnologías?

Hay que controlar internet. El periodismo también difunde mentiras, pero se hacen responsables. Pero hay problemas con la libertad de expresión. Dos presidentes: Trump y Bolsonaro tuvieron su propaganda principal en las redes sociales. Es la metáfora del cuchillo que sirve para cortar carne y asesinar. Utilizo internet para cosas que no consigo en otros lados, pero prefiero los libros. Recurro a la librería Guadalquivir, ahí encontrás cualquier cosa. Y también a las librerías de viejo, que ya están desapareciendo. Pero Guadalquivir es fundamental, tenés las ediciones internacionales. En una época, década del sesenta, se editaba todo en la Argentina. Vargas Llosa, Savater, Goytisolo, lo dijeron públicamente, que su cultura de literatura universal se la debían a la cultura argentina. La difusión cultural en Argentina era única en América Latina, pero el populismo barrió con todo.

Para cerrar: veníamos hablando de la decadencia de la socialdemocracia ¿Hay que ser pesimistas?

JJS – Un autor que yo no reivindico en general, pero que tiene una frase que siempre utilizo, es Gramsci: “hay que ser pesimista con la razón y optimista con la voluntad”. La democracia, si uno ve la historia, la estupidez predomina sobre la inteligencia, la maldad predomina sobre la bondad. Hegel decía, en el prólogo a la Filosofía de la historia: “la historia universal es un matadero”. Hoy, en el siglo XXI, pensamos lo mismo. Pero hay que tener la voluntad de estar a favor de algo que es de una minoría, pero que al menos existe. Si no existiera esa minoría, que está con la razón y con el bien, digamos, en términos generales, el mundo no marcharía. El mundo sigue evolucionando. Yo soy absolutamente pesimista con respecto a la Argentina y con respecto al mundo del siglo XXI, sin embargo, voy a seguir defendiendo el racionalismo y la democracia.

Manual de debate sobre prostitución para el abolicionismo

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Si tenés afinidad con la izquierda hegemónica, principalmente troskista, o simplemente tenés prejuicio con la prostitución y las prostitutas (sin ser trotsko), y te encontras con un debate  sobre prostitución en el que querés opinar siendo ideológicamente correcto, ya no tenés que esforzarte para repetir y reinventar  irritablemente las mismas falacias. Aquí les presento un manual para, fácilmente, quedar como un perfecto abolicionista haciendo aun menos esfuerzo que antes por pensar. Lo importante no es la verdad, lo importante es aparentar tener razón y hacer quedar al resto como misóginos encubiertos, adeptos a la tiranía omnipresente y omnipotente del patriarcado. Acá las mejores técnicas retóricas, y los más prácticos avasallamientos a la lógica y la evidencia para que, en tu sesgado mundo de fantasías creas que tenés razón y que podés decidir sobre la vida, el trabajo y el cuerpo de las mujeres.

1- Primero, negar que la prostitución sea un trabajo, y agregar algunas definiciones arbitrarias que nadie usa de trabajo, especialmente diseñadas para dejar afuera la prostitución. Negar que fuera un servicio citando  a Marx implementando la hermenéutica más conveniente, y si se puede, también citar a Lenin, Trotsky o Gramsci (mientras más progre  quedemos mejor).

2- Utilizar artículos tendenciosos de evidencias dudosas y mal interpretadas para criticar el modelo Alemán u Holandés,  como si la imposibilidad de alcanzar la perfección fuese sinónimo del fracaso, como si todos los lugares del mundo fueran Alemania u Holanda, como si todas las formas de regular la prostitución se redujesen una sola o dos, y como si los modelos Holandés y Alemán fueran auténticamente un fracaso (que no lo son pero no importa).

3- Apelar a la emoción: «¿Te gustaría que tu novia fuese prostituta?» «¿Te gustaría que tu hija fuese prostituta?» «¿Por qué no te prostituís vos?» etc. No son argumentos pero suenan bien.

4- Si son hombres los que apoyan regular la prostitución: hacer chistes sobre que son consumidores de prostitución, que solo así la ponen, que van en manada a consumir trata, etc. También especular sobre la psicología de los consumidores, y sobre lo miserable y abominables que son.

5- Decir algo sobre que los de AMMAR (o cualquier sindicato u organización de trabajadoras sexuales) son proxenetas, o que estuvieron involucradas en la trata, lo que no es cierto pero bueno.

6-  Hablar de la dignidad de las mujeres cometiendo petición de principio dando por hecho que la prostitución es indigna. Complementar con frases denigrantes y curiosamente puritanas como «¿te parece digno chupar pijas?». Luego hablar de sexo y de la sexualidad femenina de modo que el puritano más obsesivo se sienta orgulloso. Siempre asumiendo que los hombres prostitutos no existen o no importa (válido para todos los puntos siguientes).

7- Si todo esto fracasa, sacá el as bajo la manga: confundir prostitución con trata de personas. No son lo mismo pero con buena retórica podemos distraer y confundir idiotas.

8- Hacer comentarios del tipo «sólo las prostitutas blancas, de cuerpo hegemónico, heterosexuales y de clase media la pasan bien siendo prostitutas».  ¿Pruebas? ¿Quién las necesita?

9- Hablar de que por más que la prostitución pueda ser respetable, mágicamente no lo es por estar sujeto en los hilos de un entramado misterioso y siniestro manipulado por la conspiración omnipotente del patriarcado. El patriarcado todo lo corrompe, todo lo controla, es inaccesible a la evidencia  y es un recurso retórico muy popular ahora. No hay matices entre Argentina, España, Francia y Arabia Saudí.   La prostitución no puede permitirse bajo su tiranía. Otra petición de principio, pero muy útil. Si alguien cuestiona el patriarcado como argumento suficiente automáticamente lo acusamos de machista, misoginia, y mejor si lo “escrachamos” para así evitar que cometa alguna violación o femicidio.  Recordar subestimar a la mujer diciendo que ella no elige, que todo su contexto elige la prostitución por ella, que todo el contexto es misógino y maldito,  que ella es un pobre títere de lo que deciden los hombres malvados, que la detestan. No hay libre albedrío en un patriarcado-capitalistaheteronormadotranslesbohomofoboliberalfascista.  Si presentan evidencia científica, claramente está sesgada por la ciencia machista, el patriarcado, los conflictos de intereses, o está financiado por proxenetas.

10- Decir que las feministas regulacionistas no son verdaderas feministas. Las regulacionistas dirán que las abolicionistas no son las verdaderas feministas, y así distraeremos la atención un buen rato de los problemas del mundo real.

11-  Decir que la prostitución la utilizan las mujeres pobres, porque es una forma de explotación de la mujer por el capitalismo, que la prostitución debe ser permitida únicamente luego de cumplida la profecía del fin del capitalismo y advenimiento de la dictadura del proletariado. Mientras tanto, la izquierda tiene que decidir por ella impidiéndole elegir la prostitución como trabajo pese a sus deseos, intereses, gustos y tendencias.

12- Presentar testimonios de ex prostitutas que ahora son abolicionistas. Tiene el mismo nivel de evidencia que los testimonios de ex ateos convertidos al evangelismo pero convence.

13- Utilizar argumentos basados en la pseudociencia ultrarefutada/infalsable del psicoanálisis. Hablar de traumas que no comprobaron como causa de la elección de prostituirse,  o de otras patologías diagnosticadas sin estar capacitados y sin ninguna prueba científica.

14-  Premisa: Nadie se prostituye por placer. Premisa II: los trabajos que no se hacen por placer deben ser perseguidos, prohibirlos  y los que se dedican a ello deben ser acosados. Conclusión: hay que abolir la prostitución.  Curiosamente, casi nadie parece disfrutar de trabajar en un callcenter, o de atender un quiosco, o de limpiar cañerías y baños, o de manejar taxis en zonas peligrosas, o de estar encerrado durante 10 horas en una oficina transcribiendo expedientes. Curiosamente, el 99% de los trabajos se hacen por dinero y no por placer.  Curiosamente, todos estos trabajos hay que permitirlos.

15- La prostitución debe ser abolida porque es un trabajo peligroso. También lo son limpiar vidrios de edificios, trabajar en muchas fábricas, ser acróbata de riesgo, etc. Pero estos están bien.

16- La prostitución debe ser abolida porque no aporta nada a la sociedad (aunque la prostitución exista al menos desde el antiguo Egipto). Pero está bien darles dinero a los malabaristas, pagar shows de ballet, pagar masajistas, maestros de meditación, etc. El criterio de qué es aportar algo a la sociedad es bastante vago y podemos imponerlo nosotros según nuestros caprichos y prejuicios.

17- Decir que el trabajo sexual es aberrante y denigrante.  De todas formas, sí podemos darnos el gusto de disfrutar del porno profesional.

18- “Nadie nace para puta”. Tampoco para ser ingeniero o veterinario, ni para ningún trabajo, porque al menos hasta ahora a varios años de la secuenciación del genoma humano no se encontraron los genes del panadero, del chofer de colectivos, o de ningún otro trabajo.  En cambio sí se encontró la base genética del abolicionismo. Éste pareciera estar vinculado con los genes Cux1 y Cux2, que resultan ser «fundamentales» para el correcto establecimiento de las conexiones neuronales y que podrían estar relacionados con el desarrollo de un retraso mental abolicionismo.

19- Especulaciones convenientes sobre la sexualidad de las prostitutas, si disfrutan con una pareja, si sufren por carecer de vida amorosa, si tienen orgasmos, etc.

20- Alegar que pagar por sexo es violar. ¿Cómo sostenemos tal absurdidad? Pues cambiando completamente la definición de violar: ahora ya no depende del consenso sino del deseo… ¿Qué tal? Así, una masturbación sin ganas es una autoviolación.  Cambiar definiciones a nuestro antojo es siempre la mejor forma de aparentar ganar debates. Además, siempre hay algún charlatán académico que estará de nuestro lado.

21 – Confundir vender el cuerpo con prestar un servicio.  Si piden explicaciones, ver punto 1.

22- Si bien legalizar las drogas sirve para combatir el narcotráfico, legalizar y regular la prostitución ayuda a la trata de personas y los proxenetas ¿Por qué? Nadie sabe. Ante evidencia contraria, ver el punto 9.

23- A la prostitución recurren muchas mujeres pobres. ¿Combatimos la pobreza y la desigualdad socioeconómica? ¡No! ¡Combatamos el derecho y la libertad individual de prostituirse! Las mujeres tienen derecho a tener sexo con quien quieran en las condiciones que deseen, su cuerpo es suyo, pero no les permitamos cobrar por sexo.

24- Prostitución es toda la misma. No existen matices.

25- Si queremos posar de académicos, citemos cualquier cosa sin ningún rigor: M. Farley, MH. Silbert, V. Kelly, J Raymond, etc.

Con todos estos consejos, no podemos fallar. Si los utilizamos correctamente, vamos a triunfar en continuar con la prostitución marginada, con las prostitutas sin seguridad social, corriendo peligro en las calles frías, siendo acosadas y violadas por la policía, sin la posibilidad de acceder a los beneficios de un trabajo legal y regularizado, en fin; vamos a lograr protegerlas y cuidarlas.

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¿Es el patriarcado la causa de la oposición al aborto?

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Breve índice:
-Introducción
– El patriarcado como causa
-Breves razones para apoyar la legalidad del aborto

Escrito junto a Juan Drewjn.

Aclaración: el artículo se publicó y se borró anteriormente ya que se basaba en un artículo del periódico The Guardian que resultó ser un tanto sensacionalista. Luego fue re-elaborado en  base a otras fuentes y modificado. 

Introducción

No pocas veces oímos a feministas hablar sobre el patriarcado y todo lo que éste provoca. Sin embargo, pocas veces obtenemos una definición que refiera a algo falsable, objetivo, comprobable y que sea rigurosa de qué es el tan nombrado patriarcado. Parecería ser una propiedad de los sistemas sociales la cual lleva a oprimir a las mujeres en beneficio de los hombres, o algo más o menos así es lo que nos dicen. Parecería ser un orden ideado por hombres y mantenido en mayoría por hombres, donde los hombres tienen privilegios y se aprovechan de la respectiva desventaja de las mujeres. Hay diferentes definiciones de patriarcado dependiendo del autor, activista o vocera feminista, algunas son increíblemente exageradas y otras son más claras y concretas. Decir que el patriarcado es completamente inexistente como no dudar de que existe son errores en cuanto no se trate con definiciones precisas que refieran a características demostrables de una sociedad y no a intenciones ocultas que no puedan demostrarse[1]. En general, se ve al patriarcado como algo que trae ventajas a los hombres (o “privilegios”) y desventajas a las mujeres; un orden social que los hombres dominan y que algunas mujeres “alienadas” apoyan y sostienen, basado en relaciones de poder y dominación. En esta definición, el papel que juegan los hombres como dominantes y las mujeres como subordinadas es importantísimo; si el hombre no dominara, las mujeres estarían libres del patriarcado y se lograría la igualdad o equidad de géneros.
También oímos decir de parte del feminismo que la oposición al aborto es consecuencia de la evidente sociedad patriarcal en la que vivimos. Sin embargo, hay razones para suponer que no existe un vínculo fuerte entre la oposición al aborto y el patriarcado en cualquier definición corriente. Si la oposición al aborto no es un problema de género a causa del machismo, y es algo totalmente desvinculado con la desigualdad de género, el feminismo perdería un pilar muy importante de su lucha contra el machismo, al ser el tema del aborto algo que va más allá de los perversos dominios del patriarcado. No quisiera en lo más mínimo dar a entender que esto tendría como consecuencia que el feminismo desista de su lucha contra el antiabortismo, de hecho es una de las luchas más concretas y necesarias que actualmente tiene el movimiento, sino que el foco debería dejar de centrarse tanto en lo que plantea el movimiento feminista como causa: la desigualdad de los géneros a causa del machismo.

En la siguiente sección se intentará plantear la hipótesis de que el “patriarcado” tiene poca relevancia en la opinión general de la gente sobre el aborto y las leyes que lo regulan, y que puede haber otras explicaciones para su rechazo o ilegalidad.

El patriarcado como causa

¿Cómo saber si oponerse al aborto es o no causa del patriarcado? No es tan fácil. La evidencia no es muy clara. Una buena forma de saberlo sería un gran estudio que permita saber qué sexo es el que más se opone al aborto.  Hasta ahora no hay ningún estudio que analice las diferencias de opiniones sobre el aborto dividiendo por sexos, que sea extensible al grueso de la población mundial. Según algunos datos[2], no hay grandes diferencias de sexos entre los que se oponen al aborto y en varios casos los hombres tienden a ser más pro abortos que las mujeres. Es decir, que los hombres no son una gran mayoría entre los que se oponen, al parecer. Esto ya es un dato relevante para nuestra hipótesis. Para sostener que aun siendo estos datos certeros la causa del aborto ilegal es el patriarcado hay que retorcerse bastante. Uno puede aceptar que el patriarcado tenga mujeres “alienadas” por los hombres “machistas”, pero que las alienadas sean más que los alienantes, o que estén emparejados, es bastante complicado en este caso. Si los hombres convencen a las mujeres para que se opongan al aborto, deberían ser una mayoría clara y no lo son. El patriarcado estaría en este caso sostenido más o igual entre las mujeres que entre los hombres, no cuadra con su supuesta naturaleza –esto parecería sugerir reemplazar el “muerte al macho” por “muerte al macho y a la macha”. En el caso de que las mujeres sean mayoría entre los antiabortistas, como sugieren algunos de los datos, nos llevaría a concluir que este sistema opresivo esta sostenido más que por los subordinados que por los subordinantes, lo que es una conspiración demasiado perfecta. La oposición al aborto no tiene ningún vínculo preciso sobre el poder de los hombres, el hombre no pasa a tener menos poder si el aborto es legal (de hecho tiene menos poder al criar hijos indeseados o pagar cuotas alimentarias), si esto existe por obra del patriarcado es éste bastante extraño.
Si el patriarcado no es sostenido por el grueso de la población, sino por una “elite” patriarcal que busca beneficiar a los hombres, no solo toma tintes conspiranoicos y fantasiosos sino que en sí mismo no tiene mucho sentido ¿Qué ventaja ganan los hombres de ello? Pues ninguna. Hay una explicación parecida aunque también defectuosa, y es que el antiabortismo es manejado a gran escala por los líderes de las religiones que se oponen. En efecto, las religiones más grandes se oponen al aborto y son bastante “patriarcales”, sin embargo, si el antiabortismo fuese impulsado por los religiosos católicos, por ejemplo, es raro porque en esta encuesta salió que la mayoría de los católicos, por un pequeño porcentaje, estaban a favor[3] (la encuesta sin embargo no es extensible a toda la población de católicos, y también tiene el problema de no aclarar a qué se refiere con católicos, si a los bautizados o a los practicantes, pero sirve para plantearse la hipótesis de que quizás no tengan tanto peso como se supone a pesar de la condena del vaticano). Tampoco el hecho de que las religiones sean patriarcales demuestra que el antiabortismo es patriarcal, hay muchas cosas que son religiosas y no patriarcales, como la prohibición de comer jamón en los judíos. Sostener que el aborto se mantiene ilegal por la religión es simplista, la religión también se opone al casamiento y adopción homosexual y sin embargo es legal donde es ilegal el aborto, la explicación centrada únicamente en la religión es demasiado parcial. Para ver qué tanto tiene que ver la religión en la prohibición del aborto, ver la sección siguiente.
El tema del aborto no tiene mucho que ver con el machismo que digamos, aunque perjudique a las mujeres -y a los hombres también (a nadie le gusta hacerse cargo de hijos indeseados)-, es más bien una postura dudosa y problemática en lo que respecta a la consideración moral y sus límites, y es el resultado entendible de errores en la comprensión de la embriología (me refiero especialmente a los que atribuyen características a los fetos de las que estos carecen, como sentir dolor antes de los 3 meses de gestación). También es el resultado de un enfoque particular en la definición de “persona”. A esto se le suma un factor importante que es el biológico.
En el caso de que el presupuesto antiabortista fuese cierto y matar fetos fuese como matar bebés, es natural que las mujeres se opongan siendo que tienen más empatía con lo que respecta a la reproducción, los bebés, la crianza, etc. Ver a las mujeres como seres propensos a desarrollar conductas afines a la reproducción y la crianza suele ser visto como también “algo machista”, pero esto es tonto. Efectivamente los mamíferos primates hembras, incluyendo a las mujeres, poseen características psicoevolutivas afines a la reproducción y crianza, hablando obviamente en general. Su contacto con lo que respecta a esto es más directo. Es entendible que una mujer aun cuando crea en la igualdad de derechos se oponga a que se «maten bebés» (aclaro que yo no sostengo tal equivalencia), si es que entiende el aborto como la matanza de bebés.
La oposición al aborto parte de visiones ontológicas (sobre la naturaleza de la “vida” por ejemplo), embriológicas y éticas/jurídicas dudosas, pero no tiene casi nada que ver con una visión sexista.  Uno puede ser completamente despreciativo con el género femenino o con el masculino, pero invariablemente parecerle malo que un bebe inocente sea asesinado. La oposición al asesinato de bebés es naturalmente instintiva, entendiéndose esto como un natural reflejo empático (hay excepciones con las numerosas tribus que practican el infanticidio). Si bien los fetos o cigotos no producen mucha empatía directa ni pueden ser vistos, los antiabortistas insisten por ignorancia en asimilarlos como bebés tal y como los conocemos.
A esto se le suma razonamientos confusos, como el llamado “principio de potencialidad” que sostiene que un feto o cigoto es potencialmente un humano. Este razonamiento es engañoso porque en otros casos la potencialidad no le importa a nadie, un adulto trabajador es potencialmente un jubilado y no por eso puede pretender cobrar su jubilación a los 30, del mismo modo un cigoto puede ser potencialmente un bebe y no por eso se debe pretender considerarlo uno. El error de la analogía entre un cigoto y un bebé es que él bebé siente dolor, tiene percepción del entorno y un cerebro relativamente desarrollado, mientras que el feto antes de los 3 meses carece de todo esto y no es más que un cúmulo de células reproduciéndose. Digamos que un bebé es un sistema biológico que posee propiedades emergentes que justifican consideración moral en una ética consistente, de los que el sistema biológico de un feto de un mes carece (al igual carecen los espermatozoides, los tumores y los óvulos). Pero dejemos la defensa ética del aborto para después.
Una persona ignorante que crea que un feto de dos meses piensa y sufre, y que tenga una ética un tanto confusa es de esperar que pueda considerar inmoral el aborto, y esto es la raíz de todo. El aborto es ilegal porque una gran cantidad de gente se opone por razones morales. Si nos posamos sobre el presupuesto de que matar bebés está mal y que abortar antes de los 3 meses de embarazo es matar bebés, el machismo tiene poco que ver. Uno podría sostener que el aborto ilegal perjudica a mujeres obligándolas a abortos clandestinos peligrosos, cosa que es cierta y que constituye un argumento más para la legalidad del aborto si primero se establecen otras cuestiones éticas. El caso de que las mujeres aborten en situaciones clandestinas y mueran es un hecho que afecta evidentemente a las mujeres, pero es de resaltar que no beneficia en modo alguno a los hombres. Que las mujeres mueran los perjudica, al menos no conozco a nadie que festeje cuando se muera su madre, hermana, pareja o amiga. Si el patriarcado se encarga de beneficiar a los hombres no sé qué gana con que las mujeres mueran de esta forma tan lamentable. No se puede decir que los hombres obliguen a parir cuando hay más o igual cantidad de hombres proaborto que mujeres. Las explicaciones que intentan sostener un dominio perverso de los hombres sobre el cuerpo de las mujeres que llevan a cierta tendencia genocida son muy retorcidas y pertenecen al género de la ficción más que al de la sociología –por ejemplo se suelen sostener en exageraciones sobre los homicidios de mujeres en manos de hombres, cuando constituyen un porcentaje bajísimo dentro del número de homicidios y suelen tener causas que poco y nada tienen que ver con la superioridad sexual.
Uno de los mejores argumentos para decir que el antiabortismo es machista o patriarcal es el hecho de que muchas mujeres mueran en procedimientos clandestinos y esto no baste para legalizarlo aun cuando se sepa que la legalidad no aumenta el índice de abortos. Pero esto depende de cómo se defina machismo, porque si nos ponemos en el lugar de un antiabortista, que mujeres mueran intentando matar bebés no tiene mucho que ver con la superioridad masculina. A menos que los hombres se sientan superiores y quieran decidir por sobre el cuerpo de las mujeres, pero se pone en duda por dos razones: la primera el hecho de que las mismas mujeres sean un peso importante en contra del aborto, y la segunda en que, si aceptamos los presupuestos “próvida”, un bebé no es parte del cuerpo de la mujer sino un ser humano aparte. Para entender la oposición al aborto hay que dejar de insultarlos y pegarles en las marchas del Encuentro Nacional de Mujeres[4], y ponerse en su lugar para refutar racionalmente y con evidencias sus argumentos. En su visión, la mujer que muere abortando muere cometiendo un crimen al igual que un terrorista muerto en una ataque suicida. Esta visión es ontológicamente errada en un feto de pocas semanas pero su error parte de una concepción confusa de la vida y la autonomía no de una creencia en la superioridad sexual. Volvemos a que la raíz del antiabortismo es la idiotez y no precisamente el sexismo. Que no vean la muerte de mujeres en abortos clandestinos como un buen argumento se explica por el hecho de que no tienen una ética consecuencialista ni concreta ni consistente, no por el hecho de que sean machistas y patriarcales ni malvados. Más bien intentan hacer lo posible para hacer el bien.
Además no sé por qué asumen, en el caso hipotético de que sean los hombres quienes den a luz, que así el aborto seria legal. Si es que creen que la vida de los hombres vale más para esta sociedad patriarcal… já, qué equivocados que están. Los hombres están sometidos en muchos países al servicio militar obligatorio (cuando no lo están las mujeres)[5], en la mayoría de los países la pena de muerte solo aplica a los hombres y más del 99% de los ejecutados bajo pena de muerte son varones (también los hombres reciben peores condenas por los mismos delitos que comete el otro sexo), ninguna mujer muere en las condenas a muerte del gobierno iraní por homosexualidad (lo mismo pasa en 16 naciones africanas),  los refugiados hombres suelen ser discriminados, los hombres son una mayoría alarmante en los casos de suicidio y victimas de homicidio, los hombres son mayoría entre los sin techo, constituyen la gran mayoría de muertes por trabajos peligrosos, y suelen ser ignorados en los crímenes de guerra cuando la muerte de mujeres despierta enormes campañas.
Se suele alegar también que: “el patriarcado ve a las mujeres como objetos con la finalidad de parir a los hijos del patriarca, cuidarlos y criarlos, haciendo que negarse a parir sea negarse a los designios del patriarcado.” Estos pensamientos son retorcidos y tremendamente vagos. El concepto mismo de “ver a las mujeres como objetos” me resulta terriblemente vago. No entiendo tampoco cómo ver a las mujeres sexualizadas o sensuales es verlas como objetos, me resulta conservador, nadie pensó nunca que ser sexual sea ser un objeto más que los puritanos. Ver a un sexo con capacidades y destrezas reproductivas y de crianza no es lo mismo que verlos como objetos tampoco. Evidentemente las mujeres son las que paren, no es mucha novedad. Y si, las mujeres deben criar a los hijos… y los respectivos padres también. En la actualidad nadie obliga a una mujer a embarazarse. Parir no es designio del patriarcado, es designio de la reproducción sexual mamífera. Supongamos que el patriarcado se defina como un sistema social que obliga a parir, las mujeres al parecer están interesadas en mantenerlo según las evidencias. Esa explicación es pobre y vaga, la explicación evolutiva de la empatía sostenida en errores de razonamiento ético y conocimientos de embriología (en algunos casos) en este caso es mucho mejor. Obligar a las mujeres a embarazarse y parir hijos simplemente es ilegal tanto como abortarlos, por lo que el patriarcado sería un orden social establecido que se prohíbe a sí mismo de formas confusas. Cada vez toma una mística más parecida a la de Dios, que según los creyentes siempre obra de formas misteriosas, y nunca puede refutarse.

El feminismo fracasa constantemente en explicar hechos sociales por su simplismo de tratar de reducir todo al machismo, el patriarcado y la misoginia ignorando contraargumentos y mejores hipótesis. Como ejemplos se puede nombrar sus erradas interpretaciones de la llamada “brecha salarial”, y sus intentos de asediar cualquier ciencia que contradiga su ideología (como lo hace Lucia Ciccia). Este parece ser otro caso donde la explicación a base del patriarcado es pobre, insuficiente o directamente falsa.

Breves razones para apoyar la legalidad del aborto

Para hacer una pequeña introducción al tema de la historia de la prohibición del aborto, citaré unos párrafos del libro de Carl Sagan Miles de Millones, más precisamente del capítulo 15:

“Cada religión tiene su doctrina. Entre los cazadores-recolectores no suele haber prohibiciones contra el aborto, y también era corriente en la Grecia y la Roma antiguas. Por el contrario, los asirios, más severos, empalaban en estacas a las mujeres que trataban de abortar. El Talmud judío enseña que el feto no es una persona y, en consecuencia, carece de derechos. Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo —que abundan en prohibiciones en extremo minuciosas respecto a la indumentaria, dieta y palabras— no aparece una sola mención que prohíba de modo específico el aborto. El único pasaje que menciona algo relevante en este sentido (Éxodo 21: 22) declara que si surge una pelea y una mujer resulta accidentalmente lesionada y aborta, el responsable debe pagar una multa. Ni san Agustín ni santo Tomás de Aquino consideraban homicidio el aborto en fase temprana (el último basándose en que el embrión no «parece» humano). Esta idea fue adoptada por la Iglesia en el Concilio de Vienne (Francia) en 1312 y nunca ha sido repudiada. La primera recopilación de derecho canónico de la Iglesia católica, vigente durante mucho tiempo (de acuerdo con el notable historiador de las enseñanzas eclesiásticas sobre el aborto, John Connery, S. J.) sostenía que el aborto era homicidio sólo después de que el feto estuviese ya «formado», aproximadamente hacia el final del primer trimestre.
Sin embargo, cuando en el siglo XVII se examinaron los espermatozoides a través de los primeros microscopios, parecían mostrar un ser humano plenamente formado. Se resucitó así la vieja idea del homúnculo, según la cual cada espermatozoide era un minúsculo ser humano plenamente formado, dentro de cuyos testículos había otros innumerables homúnculos, y así ad infinitum. En parte por obra de esta mala interpretación de datos científicos, el aborto, en cualquier momento y por cualquier razón, se convirtió en motivo de excomunión a partir de 1869. Para la mayoría de católicos resulta sorprendente que la fecha no sea más remota.
Desde la época colonial hasta el siglo XIX, en Estados Unidos la mujer era libre de decidir hasta que «el feto se movía». Un aborto en el primer trimestre de embarazo, e incluso en el segundo, constituía, en el peor de los casos, una infracción. Rara vez se solicitaba una condena al respecto, y resultaba casi imposible de obtener, en parte porque dependía por entero del propio testimonio de la mujer acerca de si había sentido los movimientos del feto, y en parte por la repugnancia del jurado a declararla culpable por haber ejercido su derecho a elegir. Se sabe que en 1800 no existía en Estados Unidos una sola disposición concerniente al aborto. En la práctica totalidad de los periódicos (y hasta en muchas publicaciones eclesiásticas) aparecían anuncios de productos abortivos, aunque el lenguaje empleado fuese convenientemente eufemístico.
Hacia 1900, en cambio, en todos los estados de la Unión, el aborto estaba vedado en cualquier momento del embarazo, excepto cuando fuese necesario para salvar la vida de la mujer. ¿Qué sucedió para que se produjera un cambio tan extraordinario? La religión tuvo poco que ver. Las drásticas transformaciones económicas y sociales que se producían en Estados Unidos estaban transformando la sociedad agraria en otra urbana e industrializada. Norteamérica estaba pasando de una de las tasas más altas de natalidad del mundo a una de las más bajas. Es innegable que el aborto desempeñó un papel en ello y estimuló fuerzas para su supresión.”

La defensa del aborto se puede dar a través de diferentes argumentos y desde diversas posiciones éticas, van a ser enumeradas aquí varias formas de defenderlo sin que necesariamente sean argumentos mutuamente excluyentes.

1) A favor del aborto para evitar muertes de mujeres:

La cantidad de abortos inseguros y la mortalidad de las mujeres se reduce al legalizarlo, sin que esto lleve al aumento de abortos[6].  Parte de los pro-vida parecieran creer que a la gente le gusta abortar y que van a dejar de cuidarse, total, pueden abortar. Esta visión es totalmente ingenua, abortar aun cuando es legal es un trámite desagradable que nadie disfruta.
Aunque uno acepte que abortar está mal, sabiendo que mueren más mujeres prohibiendo el aborto, debería aceptar legalizarlo. Excepto que a uno no le importen las consecuencias de las leyes y no quiera por ningún motivo legalizar el aborto aun siendo que esto no va a aumentar el número de abortos producidos.

2) A favor del aborto por el hecho de que abortar no daña a nadie:

Desde una postura sensocentrista, el aborto antes de los 4-5 meses es prácticamente una acción neutral ya que no implica dañar a un ser sintiente[7]. Las objeciones típicas incluyen: “¿Entonces te podemos matar mientras dormís/estás en coma?”. Claramente matar a alguien que haya formado vínculos familiares, amistades, y todo tipo de relaciones a lo largo de varios años implica más sufrimiento que terminar con la ‘vida’ de un feto, excepto claro que cada vez que hay un aborto los provida se larguen a llorar o algo así.

Desarrollando aún más la postura sensocentrista uno podría adoptar una postura utilitarista (y específicamente utilitarismo de preferencias), de esta manera las acciones de terminar con una vida no son malas per se sino que dependen del sufrimiento que conlleve esa pérdida de vida, evaluando costos y beneficios, evitar un nacimiento tiene beneficios extraordinarios para la madre que no lo quería, mientras que matar a alguien en coma no tiene beneficios en principio e implica mucho sufrimiento como anteriormente se explicó.

3) Evitar consecuencias de dar a luz:

Entre los problemas de dar a luz a un hijo indeseable podemos decir que se encuentran: una no muy buena calidad de vida si es que no hay recursos económicos,  poner en adopción a alguien le puede implicar una dura infancia en orfanatos y problemas psicológicos, mala atención de los padres que podría derivar en problemas con drogas y delincuencia, etc.

En el caso de violaciones, este punto es totalmente claro. No dejar opciones más que parir el fruto de un delito semejante es una aberración.  También se debe mencionar la posibilidad de morir en el parto, consecuencia que hoy igualmente se ha minimizado gracias a la mejora en la técnica médica.

Es importante refutar los malos argumentos a favor del aborto si queremos apoyar su legalidad, porque estos no hacen más que dar una mala imagen y confundir, siendo contraproducentes. Algunos de estos al no atacar las bases del pensamiento antiabortistas no convencen a nadie, no haciendo más que incrementar el odio hacia los proaborto. Por ejemplo:

“El aborto tiene que ser legal porque las mujeres tienen que tener derecho a decidir sobre sus cuerpos”.

Este argumento no es recomendable. Si para un antiaborto un feto es un ser humano sin importar el tiempo de gestación, que este dentro del cuerpo de otra persona no dice nada. Se ve muy claramente su defecto cuando hacemos la pregunta: “¿Está bien entonces abortar un bebé de nueve meses dentro del útero?”. La respuesta dentro de una ética razonable es no, porque ya es un bebé con sistema nervioso desarrollado y hay poca diferencia entre abortarlo y asesinar un recién nacido.  Según este razonamiento, debería ser sí, porque no reconoce matices en lo que es “decidir sobre el cuerpo”. Hace parecer tener razón a los antiaborto cuando dicen que las abortistas “quieren matar bebés”. Hay un punto en el que efectivamente no deben tener derecho a abortar aunque esté dentro de su útero, y esto el argumento no lo deja en claro. En caso graves como violación o incesto y en el caso de que tardíamente se descubriese un riesgo para la vida de la madre, abortar en etapas tardías es justificable (es claro que la pérdida de una mujer adulta es más lamentable que la de un ser no-nato). Cuando se habla de aborto legal se habla principalmente del derecho a abortar antes de los 3 meses del embarazo, pero este argumento ignora este factor y parece pasar por alto las diferencias entre abortar un cigoto o un feto de 9 meses, y entre abortar un feto de 9 meses y asesinar un bebé no hay casi ninguna diferencia.

La postura antiabortista tiene muchos problemas de hipocresía y/o contradicción. Por ejemplo, cuando se dicen “a favor de la vida”. Esto es totalmente falso, al menos que se refieran a la vida humana, pero es contradictorio en los que defienden la pena de muerte y en los que no les importa la muerte de mujeres por abortar aun cuando la legalidad no aumente el número de abortos, por lo que se reduce aún más al punto de que sólo les importa la vida de cigotos y fetos de un tamaño que no supera el de un garbanzo. Si apoyan la vida no sé por qué en su mayoría comen carne, por ejemplo. Las grandes instituciones como la Iglesia Católica o las evangélicas, hacen esfuerzos muy pobres para eliminar realmente la pobreza (Bill Gates pareciera hacer esfuerzos mucho más serios), que genera una cantidad de muertes humanas incalculables, mientras sí hacen grandes esfuerzos por recolectar diezmos y encubrir al clero pederasta.
Si les importa la vida humana y por eso atacan con tanto esmero al aborto, deberían definir al menos que es lo que hace a un feto de 4 semanas un ser humano y por qué le asignan un valor superior al resto de los animales (el chimpancé posee el 99,66% de nuestros genes, sería interesante un Trolley Problem para saber  si un próvida elige salvar un cigoto o un chimpancé). El óvulo fecundado está vivo, sí, pero también se podría decir lo mismo de los espermatozoides y los óvulos y a nadie les importa. ¿Pero es humano? ¿Vale lo mismo que una mujer adulta con proyectos de vida y seres queridos? ¿Qué tan lamentable es que se pierda ese cúmulo de células? ¿Es más lamentable que traer un hijo indeseado siendo adolescente?
Parte de los argumentos retóricos próvida suponen que ese feto abortado pudo haber sido astrofísico, el futuro Beethoven, o premio Nobel de la paz. Sin embargo, un adolescente muy joven que por algún problema en los métodos anticonceptivos (o por violación) tuvo un embarazo no deseado, también puede “potencialmente” tener una carrera exitosa, y se la arruinaría al tener que dedicarse a cuidar a un hijo que no quiso.
Los antiabortistas suelen ser claros con respecto a que una “persona” comienza en el momento en que es concebida. Pero esto es simplemente caprichoso. ¿Por qué cuando es concebida y no cuando desarrolla sistema nervioso central? Al ser esto una convención, y no una cuestión de hecho clara, hay razones para pensar que la segunda convención es mejor. Considerar el fallecimiento de una persona a un aborto espontáneo de 2 meses es demasiado exagerado. Parece más bien el fallecimiento de un renacuajo. Bajo esa visión dramática de que un feto o cigoto es una persona se inventaron el “síndrome post aborto”, un supuesto complejo de depresión que tienen las mujeres luego de abortar, una especie de culpa asesina de la que no existe evidencia científica[8].
Si tanto les parecen seres humanos a preservar, podrían hacer algo para evitar los abortos y apoyar la distribución de anticonceptivos y la educación sexual. Pero en general los defensores del aborto no lo hacen, al punto de que esto influyó en una epidemia espantosa de SIDA en África por ejemplo. La oposición al aborto y a la anticoncepción, sumada a la mala o nula educación sexual, genera un daño terrible en países pobres, haciéndoles superpoblarse, enfermarse y hundirse más en la pobreza. El derecho al aborto es también, una posibilidad de controlar la peligrosa superpoblación y especialmente la superpoblación de países pobres, uno de sus peores problemas. La pobreza, a  su vez, genera infelicidad y muertes prematuras y evitables ¿Qué vida defienden?

El aborto puede defenderse bajo múltiples argumentos y múltiples perspectivas. Como es una cuestión de ética, no hay una “verdad absoluta”. Estos son solo unos esbozos.

[1] https://medium.com/@Carnaina/c%C3%B3mo-saber-si-usted-est%C3%A1-viviendo-en-un-patriarcado-una-perspectiva-hist%C3%B3rica-51be20d06a8 Aquí un artículo interesante al respecto de si vivimos o no en un patriarcado.

[2] En este paper se analizan más de 10 años en encuestas de EEUU y muestra que siempre los hombres apoyaron más la despenalización del aborto: Bolzendahl, C. I., & Myers, D. J. (2004). Feminist Attitudes and Support for Gender Equality : Opinion Change in Wornen and Men, 1974-1998. Social Forces, 83(2), 759–790.

Este otro muestra que no hay diferencias significativas entre los sexos: Strickler, J., & Danigelis, N. L. (2002). Changing frameworks in attitudes toward abortion. Sociological Forum, 17(2), 187–201. http://doi.org/10.1023/A:1016033012225 Por otro lado en este se encuentra que las mujeres suelen ser más conservadoras con sus derechos que los hombres debido justamente a que los hombres son más pro-choice. Shapiro, R. Y., & Mahajan, H. (1986). Gender Differences in Policy Preferences: A Summary of Trends From the 1960s to the 1980s. Public Opinion Quarterly, 50(1), 42–61. http://doi.org/10.1017/CBO9781107415324.004

Y por último este paper muestra que varios estudios en el pasado mostraron que las mujeres suelen estar más en contra del aborto que los hombres (mientras que varios otros mostraron que las diferencias suelen ser mínimas o nulas), pero identificando a la religiosidad como una variable de supresión y controlandola se muestra que las mujeres tienden a estar más de acuerdo con el aborto que los hombres: Barkan, S. E. (2014). Gender and abortion attitudes. Public Opinion Quarterly, 78(4), 940–950. http://doi.org/10.1093/poq/nfu047

[3] http://www.pewforum.org/fact-sheet/public-opinion-on-abortion/

[4] https://www.facebook.com/elfindelamisandria/videos/vb.1023281947786472/1224557060992292

[5] http://www.serpajpy.org.py/wp-content/uploads/2012/10/Víctimas-del-Servicio-Militar-Obligatorio.pdf

[6] Sedgh, G., Singh, S., Shah, I. H., Hman, E., Henshaw, S. K., & Bankole, A. (2012). Induced abortion: Incidence and trends worldwide from 1995 to 2008. In The Lancet (Vol. 379, pp. 625–632). http://doi.org/10.1016/S0140-6736(11)61786-8

Berer, M. (2002). Making abortions safe: A matter of good public health policy and practice. Reproductive Health Matters. http://doi.org/10.1016/S0968-8080(02)00021-6

[7] Lee, S. J., Ralston, H. J. P., Drey, E. a, Partridge, J. C., & Rosen, M. a. (2005). Fetal pain – A Systematic Multidisciplinary Review of the Evidence. JAMA: The Journal of the American Medical Association, 294(8), 947–954. http://doi.org/10.1001/jama.295.2.159-a

[8] http://de-avanzada.blogspot.com.ar/2015/07/sindrome-post-aborto.html

Manuela Castañeira y la estrategia política del victimismo panmachista

Lo que veremos a continuación es un afiche apócrifo anónimo que parodia el afiche de Manuela Castañeira del partido político de izquierda Nuevo Más, hecho por lo que se sabe simplemente como chiste:
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Manuela es precandidata a diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires,  y este es su verdadero afiche publicitario:

Resultado de imagen para Manuela Castañeira candidata

Ante este chiste, el Nuevo Más publicó el siguiente comunicado:

(27/7/17) COMUNICADO DE PRENSA

En horas de la mañana apareció por redes sociales de manera simultánea en todo el país un afiche apócrifo de provocación machista y misógina contra nuestra compañera Manuela Castañeira. Está campaña sistemática lanzada simultáneamente en todo el país busca atacar el honor y el compromiso militante intransigente de nuestra compañera con las causas de las mujeres, los trabajadores y la juventud. Es de público conocimiento que Manuela Castañeira es una importante referente de la izquierda y una de las principales figuras del movimiento de mujeres en Argentina, de la lucha por Ni Una Menos, y que con esta provocación se intenta atacar a todas las mujeres por su condición de tales. El Nuevo Mas y Las Rojas llamamos a hacer público de todas las formas posibles el repudio activo a estos graves ataques contra nuestra compañera.

 Comité Ejecutivo del Nuevo Mas, Agrupación de mujeres Las Rojas Miércoles 27 de julio, 13.30hs

https://www.mas.org.ar/?p=13298

Las negritas son mías.

La página oficial de Manuela reaccionó diciendo básicamente lo mismo:

Sin título

Luego, publicaron la siguiente entrevista:

Este es su propio resumen: «Hubo una campaña viral, sistemática, contra el Nuevo Mas, Las Rojas y mi persona, tomando un afiche nuestro de forma apócrifa con contenido machista. Una verdadera provocación porque lo que busca es que a aquellas mujeres que nos plantamos por nuestros derechos no nos tomen como personas sino como objetos. Y quiero decir que no existe tal cosa como ´chiste machista´, no hay chiste, es sólo machista. Repudiemos este ataque de odio hacia las mujeres.» 

Luego de lo resumido, pasa a comparar el chiste con «las campañas de burla de los nazis hacia los judíos». No tardó en hacerse ver la Ley de Godwin.  En el vídeo, la mayoría comentó que Manuela estaba exagerando, lo que es completamente cierto. Ante esto llegó una ola de censura que procedió a eliminar todos los comentarios negativos y dejar únicamente los positivos y halagadores de la forma más descarada, tanto en la publicación del video como en la del cartel.

Según el partido Nuevo Más, un chiste alusivo a la masturbación es «misógino y machista» (y una especie de conspiración para aniquilar la lucha de las mujeres y humillar a Castañeira arruinándole su carrera política para siempre). Pregunto… ¿Qué clase de minusválido mental ve misoginia en un chiste así? ¿Qué clase de desvirtuación y devaluación de una acusación tan grave como la de odiar a las mujeres es esa? ¿Qué va a pensar un verdadero misógino cuando se le acuse si la sentencia es tan irrelevante como un simple chiste? Cuando vi esto les comenté que eran unos llorones y victimistas y que por eso no los iba a votar, que así me avergüenza ser de izquierda -porque, a pesar de estar escribiendo esto, me considero de izquierda, aunque no tenga especial simpatía por un partido particular, por lo que no, ni soy «de derecha» ni un enviado del FIT como muchos estarán pensando. Me borraron el comentario y me bloquearon de la página, ya no puedo comentar. Esto me lleva a pensar ¡Que parva de susceptibles aniñados insoportables que pueden ser los de izquierda! La derecha nunca se caracterizó por su inteligencia, pero la izquierda actual es como un niño caprichoso insoportable. Se merecen su fracaso.

Esta política de exageración y censura puesta en práctica en el poder solo podría derivar en un gulag para los burlones. La victimización y la persecución ultrasuceptible del humor es realmente lamentable. Y más en este caso, con un chiste tan irrelevante tomando tan en serio de la forma más sobreinterpretada y paranoica. Esta actitud ya la vi en la izquierda antes, cuando se justificó la masacre terrorista en nombre del Islam a los editores de la revista satírica francesa Charlie Hebdo, caracterizada por su humor crítico a la religión (no solo al islam, sino al judaísmo y al cristianismo también). Muchos de izquierda más que repudiar el acto terrorista se pusieron a justificarlo diciendo que la revista “hacía humor islamófobo”, lo que parece más grave que el múltiple homicidio en nombre de una religión ultra misógina. Y cuando digo que el islam es misógino, me refiero a realmente misógino, no a algo comparable con un chiste con referencia a la masturbación. A muchos de izquierda parece alarmarles más el humor que la opresión sistemática y brutal a la que se ven sometidas las musulmanas. Opresión brutal real, no “cosificaciones” místicas. Incluso algunos llegan al extremo de justificar la misoginia del islam (no vaya a ser cosa de que sean acusados de islamófobos) pero patalean estrepitosamente cuando ven un chiste que se burla del islam o que tiene algún misterioso halo de machismo solo visible ante los iniciados de una secta de ultrasuceptibles obsesos. La página de Eameo recientemente se vio, también, perseguida y virtualmente linchada por un supuesto chiste misógino.

Ante esto imagino las siguientes posibilidades: 1 Los del Nuevo Más entendieron el chiste pero son tan estúpidos que realmente piensan que es misógino, machista y una conspiración contra las mujeres, la izquierda y su lucha. 2 Los del Nuevo Más no entendieron el chiste. 3 Entendieron el chiste pero lo sobreinterpretaron e inflaron su relevancia para llamar la atención y dar a conocer su campaña, que de ser así, los haría absolutamente despreciables.
Si el caso es el segundo procedo a explicarles: El chiste es que “Manuela” se le dice a la masturbación tanto femenina como masculina, es un juego de palabras con “mano”, y la palabra “izquierda” refuerza la idea. Que Manuela sea mujer es algo que no tiene nada que ver, y menos con “cosificaciones” y esos delirios típicos de la sobreinterpretación por obsesión o por justificación rebuscada. Bajo este rebusque interpretativo puedo decir que ofenderse es machista porque refuerza la idea de que las mujeres son castas puritanas que no se masturban. Primero se intenta visibilizar “la masturbación femenina” pero luego se condena los chistes que hacen referencias a la masturbación e incluyen mujeres. ¿Por qué el hombre tiene que estar necesariamente vinculado a la masturbación? ¿Acaso las mujeres no se masturban o no usan sus manos para ello? ¿No puede aludir acaso a la masturbación femenina? ¿Cómo saben que lo hizo un hombre el afiche? ¿Si lo hizo una mujer, en referencia a la masturbación tanto femenina como masculina, eso la convierte en misógina? ¿Tanto cuesta bancarse un chiste? Si yo me apellido Ganzo y hago una campaña con el eslogan «tiremos juntos con Ganzo» y alguien hace el chiste » tiremos juntos el Ganzo » ¿Puedo decir que es machista también? Parece que el hecho de que un chiste sea machista o no depende de si en algún momento por alguna razón y en cualquier circunstancia nombramos a una mujer.  Y si involucra a una… ¡Ah! Entonces ya es legítimo hacer comparaciones con los nazis, queda bien en campaña. Las pobres son seres sagrados de las que no nos podemos reír ni hacer chistes porque su inferioridad las hace hipersuceptibles y si no nos podemos reír de los discapacitados y desgraciados, a la mujer también aplica. Eso dan a entender.  El sobreproteccionismo al sexo femenino con el sobrevictimismo da una idea de inferioridad de la mujer, de que tiene que ser protegida y consentida ¡No vaya a ser cosa que alguien haga un chiste que hiera sus pobres y delicadas susceptibilidades! ¡No dejemos comentarios negativos en la página de Manuela, miren si hieren sus frágiles sentimientos con “microviolencia machista”!  Son patéticos.

Para colmo, esta victimización panmachista paranoica no sirve ni como demagogia ni como proselitismo, porque es en general profundamente desagradable. Se darían cuenta un poco más, tal vez, si no se esforzaran tanto en eliminar y censurar cualquier opinión que no les guste. A la gente le produce un profundo rechazo y deberían darse cuenta si buscan ser estratégicos con sus campañas. Estas poseen fallos tremendos, la sobrevictimización, la repetición enfermiza de acusaciones graves hasta que su significado pierde sentido por devaluación, la persecución exagerada del humor  y la censura produce un rechazo general que parece que parte de la izquierda no entiende o no le importa. Estas actitudes son calificadas bajo el termino SJW (Social Justice Warriors) usado como despectivo para los obsesivos patológicos de la corrección política y la paranoia victimista que no pierden oportunidad de tratar de “machista” o “misógino” al primero que pase. Mientras la izquierda siga con estos vicios, van a seguir siendo perpetuamente rechazados y condenados al fracaso electoral y nadie, ni yo, lo lamentará.

 

 

Según encuesta cerca de la mitad de los liberal-libertarios niega el consenso científico sobre el Cambio Climático de origen Antropogénico

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Fuente: Barder-zine

Según una investigación que realicé mediante encuestas a los que se consideran «libertarios», incluyendo anarco-capitalistas y minarquistas, en grupos de varios países de habla española, portuguesa e inglesa, de los que tienen una postura definida, casi exactamente la mitad de los que votaron lo hicieron por la opción de que el calentamiento global o cambio climático de origen antropogénico es «un mito». De 503 total de votantes libertarios (entre aproximadamente 129.275 de miembros totales de todos los grupos), solo 252 consideran el CG/CCA un hecho.

El término “liberal-libertario” vendría a significar lo que se conoce como «neoliberal» para la mayoría –aunque los llamados libertarios por lo general rechazan éste término-, es decir: los seguidores de una ideología relativamente heterogénea que protesta contra los impuestos, desprecia a los servicios del Estado y al «socialismo» -cuya definición usada por sus seguidores es meramente propia-, defiende el privatismo, el libre-mercado, la propiedad privada de los medios de producción, la desregulación y el individualismo, etc. Estos se suelen guiar por autores como Ludwig Von Mises, Rothbard, Juan Ramón Rallo, Jesús Huerta de Soto, Hayek, etc. y en cierta manera Ayn Rand (aunque claramente no todos estos autores concuerdan entre sí en todo). En general los libertarios son llamados «neoliberales», pero la gente que utiliza éste termino a menudo ignora los matices que hay dentro del mismo movimiento y suele hacer relaciones equivocadas o generalidades injustificadas. A los libertarios no les gusta ser comparados con Thatcher o Menem, su postura va más a lo «ultralibertario».

Estos resultados ciertamente no son nuevos ni sorprendentes.  Según ésta investigación  más de la mitad de los republicanos,  cuyo partido se caracteriza por el liberalismo económico, niega el CCA –este número es muy superior a cualquier otro partido conservador. En este blog ya se dedicó un artículo al periodista Alejandro Borgo , cuyo sesgo libertario  le hace negar toda evidencia científica sobre el Cambio Climático a pesar de que se proclama públicamente como “cientificista” y “escéptico”.  Un caso individual más representativo es el famoso economista español de la Escuela Austriaca Gabriel Calzada, cuya postura  sobre el tema se puede resumir en esta frase: “El calentamiento global se ha convertido en una religión y los calentólogos en una secta dispuesta a mentir todo lo que haga falta con tal de lograr sus objetivos”.

Los think-tanks libertarios negacionistas del CCA están a la vista de todos. Éste artículo  del Circulo Escéptico Argentino expone la cuestión: “Los propagandistas libertarios del negacionismo son bien conocidos; entre ellos sobresalen la Heritage Foundation, el Cato Institute, el Competitive Enterprise Institute y el Heartland Institute”. El Heritage Foundation también es conocido por un pésimo “Índice de libertad económica” totalmente tendencioso y con fines de mera propaganda ideológica.  Una curiosidad es que el Competitive Enterprise así como el European Enterprise y Fraser Institute (otro think tank libertario negacionista) son financiados  por la compañía Exxon, que se esmera por hacer lobby inclinado por evidentes intereses económicos.  Las instituciones libertarias financiadas por petroleras son varias y sus vínculos son fáciles de investigar.  El lobby libertario y de empresas privadas vinculadas a actividades contaminantes para negar el CCA y su consenso científico no es nada nuevo.  Y ya vimos algo parecido antes con las empresas que buscaban negar la relación entre el tabaco y el cáncer de pulmón o que intentaban negar el impacto del petróleo con plomo pese a toda evidencia científica.

Esto habla bastante mal de dicha ideología, o al menos de varios de sus simpatizantes y think tanks, ya que es negar el consenso de más del 97% de los climatólogos y de todas las instituciones científicas importantes vinculadas al tema, además de que es ignorar la apabullante evidencia de decenas de miles de estudios de uno de los temas más estudiados científicamente de la actualidad.
El divulgador científico  Ezequiel Arrieta nos dice sobre el negacionismo del CCA:

 “Los datos son concluyentes y los modelos climáticos son confiables. En el año 1988, el Prof. Dr. Jim Edward Hansen, presentó uno de los primeros modelos climáticos sobre el calentamiento global producido por los gases de efecto invernadero, que incluyó tres posibles escenarios de acuerdo a la concentración atmosférica de diferentes gases [Hansen et al, 988]. En el año 2006, realizó un estudio donde analizó su modelo publicado en 1988 y lo comparó con los datos históricos disponibles hasta el momento, encontrando resultados muy similares a los predichos anteriormente en el aumento de la temperatura [Hansen et al, 2006].
La gran mayoría de las instituciones científicas más importantes del mundo (por ejemplo, la NASA) afirman la existencia del calentamiento global y el cambio climático. A tal punto que, en el año 2010, sociedades académicas de la mayoría de los países industrializados firmaron una declaración conjunta en donde reconocían la existencia del calentamiento global y la necesidad urgente de tomar medidas al respecto. Entre ellas, se encontraban la Academia Brasilera de Ciencias, la Sociedad Real de Canadá, la Academia de Ciencias de China, la Academia de Ciencias de Francia, la Academia Nacional de Ciencias de la India, el Consejo Nacional de Ciencia de Japón, la Academia de Ciencias de Rusia, la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, la Sociedad Real de Reino Unido, Academia Alemana de Ciencias Naturales y la Academia Nacional de Lincei (Italia) [JSAS, 2010]. Aunque, la organización más idónea y reconocida en el tema es el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), establecido por las Naciones Unidas, la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cuya función es emitir informes periódicamente sobre el calentamiento global y el cambio climático. Afirma en su último informe (IPCC, 2013):
“El calentamiento en el sistema climático es inequívoco y, desde la década de 1950, muchos de los cambios observados no han tenido precedentes en los últimos decenios a milenios. La atmósfera y el océano se han calentado, los volúmenes de nieve y hielo han disminuido, el nivel del mar se ha elevado y las concentraciones de gases de efecto invernadero han aumentado.”

“[…] Cada uno de los tres últimos decenios ha sido sucesivamente más cálido en la superficie de la Tierra que cualquier decenio anterior desde 1850. En el hemisferio norte, es probable que el período 1983-2012 haya sido el período de 30 años más cálido de los últimos 1400 años.”

Un estudio publicado en la revista Science en el año 2007, analizó las predicciones presentadas por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático en el año 2001, y concluyó que: “Estos datos observacionales ponen en relieve las preocupaciones sobre el cambio climático. Proyecciones previas, resumidas por el IPCC, no exageraron sino que, quizás, subestimaron el cambio en algunos aspectos, en particular el nivel del mar.” [Rahmstorf et al, 2007]
Para finalizar y para que no quepan dudas, un reciente estudio que analizó 11944 artículos científicos sobre calentamiento global antropogénico en revistas de alto nivel académico publicados entre los años 1991 y 2011, encontró que el 97% de los científicos que estudian el clima están de acuerdo con que el calentamiento global de origen antropogénico es un hecho [Cook et al, 2013].
Sin embargo, a pesar de la evidencia irrefutable de la existencia del calentamiento global, hay grupos de personas (incluyendo climatólogos) que niegan su existencia. En el año 2010, la BBC realizó una entrevista al Prof. Dr. Phil Jones, director de la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de Anglia del Este, donde él afirmó que durante el período 1995-2009 el calentamiento global no fue significativo [BBC, 2010], lo que fue tomado como evidencia por parte de los grupos negacionistas. Incluso, hay algunos grupos que culpabilizan a la actividad solar del incremento paulatino de la temperatura global, pero se ha demostrado que es erróneo [Campitelli, 2011; Schurer et al, 2014]. También me voy a permitir decir que, el calentamiento global no es un castigo divino. Pareciera que, los negacionistas del calentamiento global usan su ideología política o religiosa para decidir si creer o no creer en el fenómeno, y dejan de lado la evidencia científica, o la utilizan de manera tramposa para argumentar. Por suerte, la gente de Skeptical Science hace un buen trabajo al desenmascararlos [Cook, 2010].”
(Arrieta, Ezequiel, 2014)

Pese a que la evidencia y el consenso son apabullantes, los negacionistas utilizan todo tipo de rebuscadas evasivas conspiranoicas, como decir que el CCA es un “invento de los comunistas” o “una estrategia para financiar la intervención del Estado”. Su conspiranoia negacionista anticiencia no es diferente a la de los negacionistas del Holocausto Nazi, para los cuales el Holocausto es un “invento judío para victimizarse y tener ventajas políticas” (a pesar de que es uno de los eventos mejor registrados en la historia). También se puede ver la misma postura anticiencia de los anti-transgénicos, ya que los negacionistas también acusan a toda evidencia contraria de “estar pagada” (solo que esta vez los malvados no son Monsanto, sino “el Estado”, “los socialistas”, etc.).

La imagen puede contener: texto
Ejemplo de enfermiza conspiranoia negacionista (éste comentario iba totalmente en serio, se tomó del grupo Liberalismo científico)

En los debates sobre el CCA es común que los negacionistas citen el pseudo-documental (y esta postura pseudocientífica sustentada en supuestos documentales recuerda mucho a los seguidores de “Zeitgeist: the movie”) dirigido por Martin Durkin, “La gran farsa del calentamiento global”. Durkin fue acusado de tergiversar datos, mentir descaradamente, hacer cherry-picking, sacar entrevistas de contexto (cosa que le criticaron los mismos entrevistados), inventar gráficas, utilizar argumentos falaces, violar normas del Código de Emisión sobre imparcialidad, mostrar información desactualizada, etc. En fin, los errores fueron tantos que tuvo que salir una nueva versión donde algunas mentiras se disimularon un poco. Creer en este documental como si fuera evidencia es peor que creer que Horus fue crucificado porque lo dice el esperpento de “Zeitgeist: the movie”.

Sobre los libros negacionistas que se publican, cito parte del artículo “La nueva y peligrosa pseudociencia del negacionismo del cambio climático” de Eustoquio Molina, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza:

“Se han publicado muchos libros negacionistas, que no sufren la evaluación y revisión por pares a que son sometidos los artículos en las revistas científicas. Estos libros suelen suponer beneficios económicos para sus autores, al contrario de lo que ocurre con los artículos científicos, que en muchos casos hay que pagar a la revista para poder publicarlos. El más famoso de los negacionistas y uno de los que más libros ha escrito es Bjorn Lomborg, profesor asociado de estadística en el Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), que ha publicado Verdens sande tilstand (1998, editorial Forgalet Centrum), El ecologista escéptico (2003, editorial Espasa Calpe) y  En frío, la guía del ecologista escéptico para el cambio climático (2008, editorial Espasa Calpe). Pues bien, recientemente Lombort ha admitido la gravedad del calentamiento global en el diario británico The Guardian (agosto, 2010), lo cual supone un cambio d eopinión radical y ha anunciado un nuevo libro en el que pide que se inviertan miles de millones de dólares al año para atajar el cambio climático. Esperemos que cunda el ejemplo entre los negacionistas.”

Esta postura pseudocientífica del negacionismo del CCA la considero una de las más peligrosas de la actualidad, junto al movimiento antivacunas. Sobre todo teniendo en cuenta que el actual presidente de los Estados Unidos Donald Trump es declarado negacionista (y también antivacunas).  Éste recientemente sacó a USA del Acuerdo de Paris, acuerdo de la ONU para mitigar el impacto del cambio climático. Trump dijo al respecto, que fue elegido por los ciudadanos de Pittsburgh (ciudad de Pensilvania), no por los de París. Totalmente ridículo. El acuerdo de París no tiene nada que ver con la ciudad de París. Para colmo luego el alcalde de Pittsburgh le resaltó que en dicha ciudad los votos eran en mayoría para el Partido Demócrata.

La imagen puede contener: 2 personas, texto
(Las similitudes entre Donald Trump y el presidente de la película Idiocracy son sorprendentes, basta ver a Trump en programas de lucha libre u opinando sobre hechos científicos)

Dejaré aquí algunos sitios que se encargan de desmontar el negacionismo del CCA:

https://www.skepticalscience.com/

https://legosalogos.github.io/categories/cambio-clim%C3%A1tico/

https://www.escepticos.es/node/1785

El Comité para la Investigación Escéptica (CSI) y su manifiesto firmado por cientos de científicos y divulgadores pidiendo que no se llame escépticos a los negacionistas:

http://www.csicop.org/news/show/deniers_are_not_skeptics

Sencilla explicación del fenómeno del CCA:

http://circuloesceptico.com.ar/2014/02/ciencia-basica-cambio-climatico-calentamiento-global

Para una introducción al tema también pueden ver el primer capítulo de la reciente serie de Netflix “Bill Nye save the world”, aunque personalmente no es que la recomiende.

Me parece de total importancia señalar las falacias de los negacionistas, la relación entre su negacionismo y sus sesgos ideológicos, y los vínculos que tienen los think tanks e instituciones libertarias con empresas privadas que tienen intereses económicos de por medio. Ya que el CCA es uno de los principales problemas que deberemos afrontar muy pronto (y que ya estamos enfrentando), y una ideología que tiende a negarlo puede ser sumamente peligrosa.

Detalles de la investigación:

La investigación se realizó mediante grupos de Facebook libertarios, donde depositaba una encuesta con la pregunta “Los libertarios de este grupo ¿Consideran el cambio climático (o calentamiento global) de origen antropogénico como un hecho científico o como un mito?” Con las respectivas opciones: “mito” y “hecho”. Intenté entrar a todos los grupos posibles libertarios en todos los idiomas y de todas las variaciones ideológicas, pero fui aceptado solo en 15. Algunas encuestas fueron preguntas sobre el CCA, otras sobre el CG, aclaro qué, el calentamiento global produce el cambio climático, y que negar uno u otro es negar el consenso científico sobre el tema y que básicamente, negar uno es negar el otro.

Las respuestas que no fueron tomadas en cuenta en los datos, como ser chistes y ambigüedades,  figuran en la colección de capturas (ver más abajo) con una X, y respuestas como “aún no demostrado” se tomaron en cuenta en la sección de “mito”, ya que negar que la evidencia es abundante y concluyente es otra forma de negacionismo.  Las encuestas se dejaron en general, más de una semana. La primera (grupo n° 2) estuvo 9 días antes de la recolección de datos, y la última 3 (que fue casi la única que estuvo menos de una semana debido a un ingreso tardío, esta fue la del grupo n° 15).

Resultados:

1 – Vía Principios Libertarios

 

Miembros: 3.577

 

Resultado: Hecho: 22. Mito: 9.

 

2 – Liberalismo científico (basado en evidencias)

Miembros: 7.548

 

Resultado: Hecho: 158. Mito: 124.

 

3 – Escuela Austriaca en el Siglo XXI – Austrian School of Economics

 

Miembros: 2.587

 

Resultado: Hecho: 4. Mito: 9.

 

4 – ANARCOCAPITALISMO

 

Miembros: 191

 

Resultado: Hecho : 1. Mito: 1.

5 – Circulo Rothbard

 

Miembros: 639

 

Resultado: Hecho: 1. Mito: 0.

 

6 – Anarcocapitalistas do Brasil

 

(Habla portuguesa)

 

Miembros: 36.330

 

Resultado:  Hecho: 12. Mito: 27.

 

7 – Anarcho-Capitalism Australia

 

(Habla inglesa)

 

Miembros: 260

 

Resultado: Hecho: 2. Mito: 2.

 

8 – Anarcho-capitalism vs. Minarchy

 

(Habla inglesa)

 

Miembros: 488

 

Resultado: Hecho: 5. Mito: 7.

 

9 – Libertarian Party USA (Unofficial)

 

(Habla inglesa)

 

Miembros: 14.364

 

Resultado: Hecho: 14. Mito: 2.

 

10 – Libertarian

 

(Habla inglesa)

 

Miembros: 28.915

 

Resultado: Hecho: 5. Mito: 3.

 

11 – The new libertarian

 

(Habla inglesa)

 

Miembros: 27.795

 

Resultado: Hecho: 5. Mito: 6.

12 – Libertarian

 

(Otro grupo con igual nombre que uno anterior. Habla inglesa)

 

Miembros: 2.240

 

Resultado: Hecho: 2. Mito: 5.

 

13 – Libertad querida! (El tea party argentino)

 

Miembros: 3.290

 

Resultado: Hecho: 2. Mito: 14.

 

14 – Capitalismo laissez-faire

 

(Habla portuguesa)

 

Miembros: 166

 

Resultado: Hecho: 2. Mito: 11.

 

15 – Instituto Juan Ramón Rallo

 

Miembros: 885

 

Resultado: Hecho: 18. Mito: 31.

 

Resultado general

 

Número de grupos: 15

Número de miembros total de todos los grupos: 129.275

Votantes en general cuyas posturas estaban definidas: 503.

Número total de los votos a la opción “mito”: 251

Número total de los votos a la opción “hecho”: 252

Aquí podrán ver las capturas de  las 15 encuestas, del día de la recolección de datos: https://drive.google.com/drive/folders/0B-B43xayG9C7UERtdEN5dkdBU3c?usp=sharing

Links de las encuestas. Estas pueden haber cambiado, la recolección de datos comenzó y finalizó el día 14/06/2017. El orden es el mismo de la lista de arriba.

1: https://www.facebook.com/groups/Puedeserlibre/permalink/1966593123552055/

2: https://www.facebook.com/groups/248613602222090/permalink/336434876773295/

3: https://www.facebook.com/groups/19011644240/permalink/10155453148459241/

4: https://www.facebook.com/groups/599029466797157/?ref=group_browse_new

5:https://www.facebook.com/groups/621051014656188/permalink/1419846494776632/?match=Y2lyY3VsbyByb3RoYmFyZCxyb3RoYmFyZCxjaXJjdWxv

6:https://www.facebook.com/groups/libertariosbrs/permalink/1121592737942478/?comment_id=1121595224608896&notif_t=group_comment&notif_id=1496807880518207

7: https://www.facebook.com/groups/1046901698669612/permalink/1783853801641061/

8: https://www.facebook.com/groups/1571285759864072/permalink/1850992498560062/

9: https://www.facebook.com/groups/259892904054714/permalink/1438782009499125/

10:https://www.facebook.com/groups/30008877199/permalink/10155304629272200/?match=bWF0dCBzdWFyZXosc3VhcmV6LG1hdHQ%3D

11:https://www.facebook.com/groups/LibertarianForPresident2020/permalink/326701227776398/

12:https://www.facebook.com/groups/6835662742/permalink/10155435685427743/?ref=notif&notif_t=group_post_approved&notif_id=1496861518809035

13:https://www.facebook.com/groups/108443869222581/?ref=notif&notif_t=group_r2j_approved&notif_id=1496830460724856

14:https://www.facebook.com/groups/1730154580644738/permalink/1840362532957275/

15:https://www.facebook.com/groups/390078914360681/permalink/1391247150910514/

Aclaración:

El libertario Gustavo Saenz, administrador del grupo «Liberalismo científico» comentó sobre los resultados :«Por mi experiencia personal también diría que está un 50% y 50%, varía mucho dependiendo con que tipo de libertarios estés… en un grupo de libertarios conservadores o alt right, te va a dar 99% de negacionistas, mientras que uno de libertarios mas progres por ahi te da 80% a favor del CCA.»

Dejo en claro que no pretendo que esto sea un “paper científico”, ni “evidencia dura”. Sin embargo, no por eso deja de ser interesante. Debo confesar que mi hipótesis inicial era que la mayoría de los libertarios negaría el CCA, sin embargo, los datos se inclinaron a favor de los libertarios (para que no digan que, ya que los libertarios no son de mi agrado, hice una investigación sesgada y manipulada, por otro lado, ustedes mismos pueden comprobar los resultados). Tampoco pretendo que esto sea una refutación al total de la ideología libertaria ni mucho menos.

Contra las críticas imbéciles al comunismo

Sin ser comunista voy a proceder a defender al comunismo de los ataques strawman que suelen hacerle.
El comunismo no propone la eliminación de toda propiedad privada, ni propone la completa sumisión a una solidaridad insostenible, en la que uno tenga que compartir todo, ni es per se anticapitalista, ni condena a sus practicantes a vivir en el ostracismo del primitivismo donde no tengan que consumir «productos capitalistas», ni predica el ludismo (la antitecnología), ni el anticonsumismo en sí.
1) El comunismo propone la abolición de la propiedad privada DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN. Bunge lo explica bien, dice que tu derecho a utilizar tu cepillo de dientes sin compartirlo sera incuestionable, pero tu derecho a poseer una fabrica de cepillos de dientes viviendo del trabajo de más de otros será cuestionado.
2) El comunismo siempre criticó la idea de la reducción de la lucha social a la solidaridad. Oscar Wilde lo explica muy bien en El alma del hombre bajo el socialismo, lo ideal no es dar las migajas que caen de la mesa ni darlo todo, sino construir un sistema en el que no haya nadie con quien ser solidario -porque todos estaríamos en igualdad de condiciones. La idea de vivir individualmente para sostener a otros siempre fue criticada por el comunismo, ya que es una forma de explotación y un modo de mantener a los pobres contentos sin una verdadera reforma -aclaro que la idea comunista de «la verdadera reforma» yo mismo la cuestiono.
3) El comunismo no es anticapitalista porque reconoce que el capitalismo es el mejor sistema existente comparado a los anteriores, aunque sin embargo merece y debe ser reformado (para los reformistas) o superado (para los marxistas) -para los marxistas ortodoxos, esto es una profecía. Marx sostenía esto a tal punto que ansiaba que todo el mundo se volviera capitalista, ya que creyó que este es un paso inexorable hacia una sociedad mejor, que luego sería inevitablemente superada por el comunismo -en esto falló, ya que la URSS y la China comunista se formaron en paises pre-capitalista/pre-industriales, y en el resto aún no vemos la llegada del comunismo tantas veces predicha y errada. Marx criticó al capitalismo tanto como admitió sus ventajas, lo mismo con la producción industrial -cosa que estuvo perfecto, ya que luego de las revoluciones industriales el promedio de vida se duplicó.
4) No hay nada que el comunismo admire y desee más que la tecnología. Marx y Engels siempre la enaltecieron. Oscar Wilde consideró, en la misma obra citada, a la tecnología como base para la libertad del hombre. La producción a gran escala mediante máquinas es una meta del comunismo, y la industrialización fue una meta lograda de la URSS. Lo que se confunde son las criticas de Marx a como era usada la tecnología en la producción, de forma deshumanizada por el capitalismo, donde se ponian en riesgo puestos de trabajo y se reducía el trabajo a un automatismo insoportable. Se cuestionó cierto uso en la industria, jamás la tecnología en sí. Eso de que «si eres tan comunista porque usas tecnología/computadora» solo denota lo ignorante y estúpido que es el acusador.
5) El comunismo siempre alentó el consumo, no así el consumo absurdo y derrochador. El consumo es la principal forma en la que una economía progresa en cualquier sistema. De hecho, el consumo a gran escala es la base de la teoría y práctica Keynesiana -intervencionista-, algo que los capitalistas libres detestan. Consumir nunca estuvo mal, de hecho el comunismo se basa también en el mercado y el consumo, lo que se cuestiona es el derroche y el consumo irracional.
PD: Si van a cuestionar el comunismo, háganlo como lo hicieron Karl Popper o Albert Camus, con bases y argumentos sólidos que demuestren que al menos saben algo del tema. O sino, cállense la boca. Simple

Dejo más…

El pensamiento débil, el pensamiento oscuro, el pensamiento desordenado y el pensamiento crítico

 

 La finalidad del presente texto pretenderá ser la de analizar cuatro diferentes formas de pensar. Primero, pasaré a realizar un esbozo de las principales características de estas para contrastarlas entre sí, luego las llevaré a un análisis un poco más extenso.

1) El pensamiento débil se caracteriza por el desinterés y/o el repudio al rigor, la argumentación racional, los criterios estrictos de verdad, la evidencia empírica y la falta de búsqueda de la coherencia tanto interna como externa. Tiene la costumbre de dar afirmaciones a priori, sofística y dogmáticamente sin ningún tipo de respaldo. En el mejor de los casos subestima la racionalidad; en el peor la desprecia de forma explícita. La consecuencia de este tipo de pensamiento es el relativismo gnoseológico, o al menos, algo similar. Este modo de pensar es característico de algunos romanticismos y posmodernismos filosóficos.
2) El pensamiento oscuro se caracteriza por ser ininteligible. A diferencia del primero, este si puede interesarse en la argumentación, con el problema de que esta no suele ser entendible, carece de ideas claras y no suele utilizar definiciones convencionales o expresiones didácticas que faciliten la compresión, esto último no es lo que buscan. Carece de rigor argumentativo, difícilmente puede analizarse por su cripticismo, por lo tanto a la falta de firmeza se le suma que es imposible de comprobar o refutar debido a su vaguedad -lo que es verdaderamente tedioso. Su aparente profundidad es una fachada para ocultar la falta de auténticas ideas. El pensamiento oscuro se diferencia del pensamiento débil solo superficialmente, ya que en el fondo tiene características similares aunque se esmere en ocultarlo. Por lo general el pensamiento oscuro posee una notable ornamentación de citas, alusiones a autores, analogías rimbombantes, frases rocambolescas, redacciones rebuscadas, palabras altisonantes y pretenciosas y metáforas que maquillan la confusión para que aparente una profundidad y una intelectualidad que en verdad, es ficticia. Esta forma de pensar es característica de algunos romanticismos e idealismos, del posmodernismo filosófico, el psicoanálisis (y otras pseudociencias), el hegelianismo, algunas teologías, algunos existencialismos y también de ciertos misticismos esotéricos.
3) El pensamiento desordenado se caracteriza por la confusión pero no siempre por la oscuridad deliberada. Se diferencia del pensamiento débil en que si suele interesarse por la argumentación, la coherencia, la claridad y el rigor, pero difícilmente logra alguna de estas. Se diferencia a su vez del pensamiento oscuro en que no busca siempre el cripticismo, pero puede llegar a él por otros medios. Este suele caracterizarse por la incoherencia interna y externa fruto de la equivocación y la falta de claridad y orden de ideas. Estas ideas suelen ser contradictorias aunque de algún modo intentan acomodarlas. Busca datos y evidencias empíricas que suelen ser sesgadas, erradas o mal comprendidas. Suele utilizar mal el lenguaje, es principalmente vago/impreciso a pesar de no siempre querer serlo. Intenta argumentar aunque suele hacerlo falazmente; intenta ser entendible pero carece de rigor, es sesgado, es ingenuo hasta al punto de poder ser hasta fantasioso, suele llegar a conclusiones apresuradas y malos razonamientos. No siempre es adrede, a diferencia del resto, generalmente es más bien un intento fallido del pensamiento racional, aunque de todos modos muchos charlatanes recurren al pensamiento desordenado a veces a propósito para confundir, distraer y aparentar. Este pensamiento es muy común, también suelen utilizarlo los charlatanes en general, y aquí también incluyo –una vez más- a los autores posmodernos. Es de esperar que el pensamiento desordenado surja donde falta la buena educación y la inteligencia, por lo que suele ser muchísimo más común e inocente que el resto de los nombrados. Por lo general, a diferencia del resto, este es el más fácil de combatir, ya que una buena explicación y un debate respetuoso suele bastar para apalearlo, mientras que el pensamiento débil y oscuro no suelen ser muy amigos del debate ni del diálogo racional. El pensamiento desordenado, más que el resto, es el que suele derivar en el pensamiento mágico que tiene la mayoría (sobre éste no escribiré aquí, aunque es un tema que traté en otros textos). Esta forma de pensar es muy común en los chamanes de la pseudociencia y publicistas de la ignorancia, como Jodorowsky, Nassim Haramein y Deepak Chopra.
4) El pensamiento crítico se caracteriza por el racioempirismo. Este sostiene ideas que constantemente son expuestas a la crítica propia y ajena. No se aferra a ideas falsas o insostenibles, se interesa por la verdad –por lo tanto por la realidad-, es antidogmático, lo tanto falsable, claro, profundo, preciso, riguroso y está estructurado sobre una buena cantidad de ideas fértiles y datos demostrados certeros. El pensamiento crítico evita al máximo la vaguedad, aunque no por eso busque la falta de profundidad. Sostiene que la profundidad autentica es la que es clara, y por lo tanto inteligible, comunicable y falsable (esto quiere decir, que sea capaz de analizarse y someterse a prueba empírica y racionalmente, a diferencia del pensamiento críptico). No recurre a falacias lógicas, no se interesa por principios de autoridad, no tolera la contradicción ni la incoherencia. El pensamiento crítico es característico de la buena filosofía, de la lógica, de la ciencia, e implica el escepticismo racional (no hay pensador crítico que no sea escéptico racional, aunque puede haber un escéptico racional que no sea pensador crítico, por ejemplo, uno que rechace el misticismo, el idealismo, las pseudociencias y las supersticiones pero posea ideologías inmorales y dogmáticas).  El pensamiento crítico se nutre constantemente del conocimiento, cosa que no pasa con el resto de las formas de pensar nombradas que, sesgadamente, rechazan los conocimientos que no sustenten sus ideas fijas. Por lo tanto, el pensamiento crítico es el único que puede hacer progresar intelectualmente a un individuo. El progresismo y el pensamiento crítico van de la mano, mientras que el conservadurismo y el estancamiento son consecuencias de las otras formas de pensar nombradas, así como la ignorancia voluntaria y el dogmatismo.

Una vez repasadas estas descripciones, revisemos de cerca cada forma de pensamiento para lograr un grado parcial de mayor profundidad. Este análisis es muy parcial y aproximado, de ningún modo se pretende acabado y absoluto, de hecho considero que la precisión absoluta en estos temas es imposible debido a la complejidad del pensamiento de cada individuo –esto no quiere decir que no valgan la pena las descripciones y clasificaciones aproximadas. Me parece importante resaltar, que aunque el pensamiento débil, el oscuro y el desordenado se parezcan, en realidad son diferentes aunque puedan combinarse. Creo haber dejado en claro que el pensamiento crítico sí se diferencia del resto. Trataré estas ideas de forma más precisa en los apartados siguientes.

El pensamiento débil

El pensamiento débil tiene el atractivo de que es fácil, muy fácil. Un pensador débil no tiene ninguna dificultad intelectual, puede creer, descreer, rechazar, adoptar, negar o afirmar ideas a voluntad sin ningún tipo de filtro o reflexión esmerada. Es el completo caos intelectual. A este tipo de gente no le interesa sustentar sus creencias, por lo tanto no les interesan las críticas a estas creencias, y si cambian estas es porque simplemente se aburren, o prefieren elegir otra idea que les suene más atractiva sin preocuparse por si sea cierta. La verdad, para estos, no existe o no importa, lo que importan son las “interpretaciones” (la opinología). La realidad, según afirman algunos, es más bien solo una cuestión de construcción social; son relativistas.
Del modo en que se describe el pensamiento débil, suena para muchos absurdo que una persona lo adopte, pero sin embargo está muchísimo más extendido de lo que se pueda creer a simple vista, y me atrevería a especular que la mayoría de las personas que carecen de pensamiento ordenado y crítico recurren de forma muy reiterada a este. Es común escuchar diatribas en contra de la verdad y los que dicen conocerla. Así también es más común el dogmatismo de no interesarse por cuestionar las creencias propias o de sustentarlas.  El mundo del relativismo es muy sencillo y por eso es tan popular, no requiere esfuerzo; si el chamanismo es igual a la medicina, da igual estudiar un hechizo de un baile y tres palabras o tomar flores de Bach a estudiar con esmero el funcionamiento del sistema nervioso humano por varios años hasta comprenderlo.
Una consecuencia evidente del pensamiento débil es la anticientificidad. El pensamiento oscuro, a pesar de ser contrario a la ciencia, no suele confrontarla de modo tan directo como pasa con el pensamiento débil –generalmente el pensamiento oscuro suele parasitar el prestigio de la ciencia tergiversándola a su gusto. La ciencia, dicen, es una especie de maligna institución en busca del monopolio de la verdad. Estos suelen interesarse más por autores que se dan el gusto de afirmar y no demostrar, y suelen dejarse llevar por otras formas de “conocer” que no son amigas del rigor. Es por esto que el pensamiento débil es uno de los pilares del movimiento new-age (aunque muchos pensadores débiles rechacen tales creencias y se sumerjan en el escepticismo radical, sosteniendo que nada es cierto incluyendo las supersticiones). La creencia importa más que el conocimiento demostrable, y estas no tienen por qué sostenerse racionalmente; son abierta y explícitamente irracionalistas. De esto están orgullosos, ya que relacionan la razón al nazismo, la guerra, el calentamiento global, el capitalismo, el patriarcado o cualquier cosa que les produzca rechazo. Claro está, que nunca demostrarán el porqué de estas conexiones (excepto cuando rechazan la razón por ser difícil). De hecho, si intentaran demostrarlas, traicionarían al irracionalismo, ya que deberían intentar usar la razón. Por esto es que estas ideas que nos presentan las debemos aceptar sin más, así como como su tesis principal, el relativismo.
Al menos para mí, el hecho de aceptar a priori las tesis irracionalistas no me parece nada convincente. Los pensadores débiles, mientras sean fieles al pensamiento débil, no nos pueden dar buenas  razones para aceptar sus tesis. Y considero que hay muchísimas razones pare rechazarlas. Algunos argumentos contra el relativismo ya los mencioné en el texto “Pensadores críticos ¿defensores del pensamiento único y dueños de la verdad?” (en aquel podrán encontrar más críticas al pensamiento débil),  trataré de no repetirlos todos. Por nombrar uno, el pensamiento débil es inútil. No puede encontrársele ninguna sola ventaja real. Todo lo bueno que logró la civilización (como la erradicación de enfermedades terribles) fue debido a interesarse y esforzarse por conocer la realidad y pensar de modo ordenado, nunca fue por la pusilanimidad del pensamiento débil. Este siempre es egoísta y no puede aportar absolutamente nada a una sociedad. Ellos se jactarán que una de las ventajas es la tolerancia. Según afirman, la flexibilidad de su pensamiento es la única forma de tolerancia autentica. El problema es que, aun cuando el pensamiento débil sea tolerante con las ideas diferentes (aunque por alguna razón no suelen ser muy tolerantes con la ciencia y el racionalismo, a los que tachan de “positivismo” como estigmatizante), esto no es una ventaja. La tolerancia valiosa es la tolerancia inteligente, no la tolerancia a cualquier idea que pueda ponernos en peligro, como es el caso de las ideas fascistas o de la pseudomedicina (aunque los pensadores débiles duden del peligro de esta, los datos están ahí). Tampoco hay porqué ser tolerante con lo que está firmemente demostrado falso, sí con tolerancia se refiere a aceptar estas ideas como “igual de válidas” (cierto derecho a expresarlas no se discute). Lo que ellos consideran tolerancia no es más que la aceptación a cualquier tipo de idea sin importar lo estúpida y regresiva que sea. Esto no sólo es desprecio a la verdad y desinterés por la cultura, es también cinismo al ignorar el posible costo humano que trae la circulación incontrolada de la desinformación. Además, las ideas no tienen por qué respetarse, lo que se respetan son los seres que se lo merecen. El pensamiento crítico, por el contrario, sostiene que ninguna idea es sagrada y que todas tienen que ser cuestionadas y contrastadas. A través de la historia es fácil advertir que esto es lo único que trajo progreso a la humanidad, pero los pensadores débiles dudan del progreso, y por esto suelen hasta a inclinarse por posturas primitivistas (para ver una crítica al primitivismo, ver Contra las fantasías primitivitas).
Todas las ventajas de la civilización tienen un costo muy grande, para que podamos ir al médico necesitamos de gente que dedique varios años de su vida al estudio serio del cuerpo humano, para acceder a una computadora con internet necesitamos técnicos, expertos en física, etc. Todo este costo parece ser ignorado por muchísimos cómodos habitantes de la sociedad moderna que se caracterizan por el pensamiento débil. El costo del bienestar de la civilización es la búsqueda constante de la verdad rigurosa, si no sabemos que las leyes físicas son verdaderas, no podríamos gozar de aviones, si no sabemos que lo que enseñan los libros de fisiología es verdadero –y que lo que enseñan los libros de protomedicina de la Edad Media no lo es-, no tendríamos vidas salvadas por las cirugías -podríamos tener por ejemplo, gente muerta a millones por la creencia medieval de los humores-. Para los pensadores débiles, todo este costo y sus beneficios son prescindibles, lo que es una completa irresponsabilidad intelectual y social, y sobre todo porque estos se aprovechan de tales beneficios.  Y sumida en esta ignorancia brutal –y más brutal por ser voluntaria-, ostentan orgullosamente un tipo infantil de pensamiento que aunque parezca inofensivo, representa un peligro para la sociedad; sea por su completa incompatibilidad con cualquier tipo de responsabilidades sociales, o sea por hacer de su estupidez un activismo en explicita búsqueda de retroceso.
Otro problema, y el más importante y evidente, es que el pensamiento débil se construye puramente sobre el dogma. Por lo tanto, todo lo que pueda escribirse sobre él nunca convencerá a un pensador débil, ya que este rechazará cualquier crítica racional sólo por ser racional (por lo tanto “occidental”… y malévola), de modo que es en vano cualquier refutación que pueda hacérseles. Esto parece mostrar que la supuesta flexibilidad absoluta solo puede traer inflexibilidad; el que considere que dan igual los criterios de verdad y que la razón no importa, no solo cae en la paradoja de que creen que es verdad que la verdad no existe, sino que caen en un agujero negro que solo les trae estancamiento.  Y si hay una muestra perfecta del estancamiento y suicidio intelectual, este es el escepticismo radical, así como todo el resto de las posturas dogmáticas y nihilistas.
 El lector podrá aceptar lo dicho anteriormente y creer que esto solo está presente en excéntricos docentes de filosofía, pero el pensamiento débil es una característica más común de lo que se desearía, y se hace visible cotidianamente en toda actitud que implique el desprecio a la búsqueda rigurosa de la verdad y del firme sustento en lo que se cree o considera cierto, bueno o útil.  
  Los casos más cotidianos en los que se recurre al pensamiento débil son aquellos en que decidimos sostener una postura no basándonos en los argumentos y los hechos sino en cuestiones como el atractivo emocional de una idea o las consecuencias de utilidad puramente personal que puedan traernos, como ser el consuelo ante el abismo de la muerte. Por ejemplo, las personas que suelen sostener ideas místicas o religiosas no lo hacen porque realmente encuentren hechos indudables y argumentos convincentes, sino simplemente porque la idea les gusta y les trae cierto consuelo o beneficio en ser creída. También, muchos que sostienen ideas excéntricas como alucinantes conspiraciones o asombrosos contactos extraterrestres o sobrenaturales, no lo hacen porque sean posturas sostenidas en los hechos, sino en un evidente atractivo de que estas ideas traen esperanza o excitan emociones interesantes. Se podrá ver con facilidad, que cuando se entrevista a estos sujetos y se les pide que den razones firmes para sostener sus posturas, no siempre pueden hacerlo y lo que es más grave, no siempre les interesa. El hecho de creer es para ellos un bien en sí mismo independiente de la realidad.  Esto me parece equivocado y peligroso, principalmente porque es un acto de deshonestidad para con uno mismo y los demás y porque también es un acto de problemático egoísmo. Ya que este individuo pone su voluntad por encima de la realidad externa y los demás. No les importa lo que es, sino lo que creen. Esto trae consecuencias de diversos tipos, principalmente el autoengaño y el engaño a terceros, y el engaño tiene consecuencias nefastas además de ser malo en sí mismo. Ya que aun cuando el engaño no tenga consecuencias inmediatas y concretas,  el hecho de autoengañarse es malo en sí mismo al ser una forma de mentira, y el acostumbrarse a tolerar la mentira hace a la mentira susceptible de ser un hábito. El vivir sumido en una mentira puede provocar consuelos pasajeros, pero a la larga no puede traer una perdurable felicidad auténtica, y menos algún tipo de progreso intelectual. Esta solo se consigue mediante una comunión racional entre la realidad y uno mismo, que nos permite ser conscientes de nuestros conflictos para poder resolverlos eficazmente y poder disfrutar del sosiego que nos produce una sociedad pacífica y ordenada mediante esta misma racionalidad. Un edificio de engaños tarde o temprano se cae, y si no lo hace, se vuelve un lugar indigno de habitar. Citando a Bertrand Russell, “no sientas envidia de la felicidad de los que viven en el paraíso de los necios, pues solo un necio pensaría que eso es la felicidad”. Solo el realismo puede ayudarnos a tomar decisiones inteligentes que nos hagan progresar en nuestra vida personal. El autoengaño es un sedante adictivo que siempre termina costando demasiado caro.
El pensamiento débil tiene como antecedentes, por un lado el pragmatismo (la teoría pragmática de la verdad de, por ejemplo, William James y Schiller, muy popular en los siglos XIX-XX), y por otro, la teoría monista de la verdad. El pragmatismo sostiene un enfoque de la verdad centrado en lo psicológico caracterizado por un escepticismo radical. Sostiene que como todas las creencias son más o menos arbitrarias, podemos creer lo que es más conveniente. No le interesa verdaderamente preocuparse por lo que es cierto, sino por lo que se considera cierto. Pretende que las creencias que debemos llamar verdad son las que favorecen nuestros propósitos. Es un claro enfoque subjetivista que luego inspiraría el cáncer posmoderno de que lo que importan no son los hechos sino las “interpretaciones” (Schiller, con su teoría de “la fabricación de la realidad”, es un claro antecedente al contructivismo posmoderno de moda en Francia). Desde esta escuela se relaciona a la democracia con esta forma de pensamiento débil, cuando este vínculo es más que dudoso.  Básicamente porque la democracia debería implicar un acuerdo de objetividad, y el subjetivismo individualista de esta teoría solo lleva a que las supuestas verdades subjetivas se terminen imponiendo por conveniencia de quienes las sostienen y tengan el suficiente poder de convencer al resto. En el nihilismo solo ganan los fuertes. La objetividad nos permite ponernos de acuerdo con la realidad en una situación de igualdad, mientras que la subjetividad exagerada solo lleva al solipsismo egoísta, y este es incompatible con cualquier idea democrática o progresista. De hecho, es incompatible con todo. Isaac Asimov deja todo esto bien en claro en la siguiente frase:
 “La presión del anti-intelectualismo ha ido constantemente abriéndose paso a través de nuestra vida política y cultural, alimentado por la falsa noción de que la democracia significa que «mi ignorancia es igual de válida que tu conocimiento» “
Por otro lado, la teoría monista de la verdad se caracteriza por el holismo filosófico exagerado. Esta sostiene que no existen verdades independientes, sino “la verdad,”, y que no puede decirse que se sabe nada con certeza porque no se conoce “todo”, es decir, “toda la verdad”. Una corriente filosófica bastante extravagante que estuvo mucho tiempo de moda y que hace ecos cuando alguien crítica a otro diciendo que «se cree dueño de la verdad», como si la verdad fuera una sola, y no un posible atributo de ciertos enunciados.  Se puede resumir esta teoría en la frase “No sabemos nada al menos que sepamos todo”. De esta forma se puede proceder a refutarla: ¿Es esta frase cierta? Si lo es, ¿Cómo lo sabemos si no sabemos todo? Un buen ejemplo de autorefutación.
Ninguna de estas dos escuelas en la que se sostiene gran parte del pensamiento débil merece consideración. La verdad no es un bloque que no pueda dividirse, ni es lo que cada uno considere conveniente para sí mismo. Para entender la naturaleza de la verdad, primero debemos dividir los diferentes tipos de verdades. Las más interesantes para este ensayo son de tres tipos, la verdad fáctica, la verdad lógica y la verdad filosófica.  La verdad fáctica es un atributo de adecuación de proposiciones con los hechos de la realidad. La verdad lógica y/o filosófica depende de su consistencia, en filosofía tanto de la consistencia con los hechos como con la lógica, y en lógica se puede decir a grandes rasgos que depende de su consistencia. La naturaleza de verdades triviales como: “El Quijote muere”, no nos interesan por su obviedad –se entiende que en este caso no depende de hechos, porque sabemos que Alonso Quijano no existió, aunque sobre esto los relativistas duden.
Explicar el éxito del pensamiento débil parece sencillo. Lo más plausible es que su popularidad se deba a que es una excelente forma de consolar a los idiotas e ignorantes, del mismo modo que lo es la pseudocientífica teoría de las “inteligencias múltiples”. Si uno es bruto, y además demasiado haragán como para estudiar algún tema de forma seria, la mejor forma de autoconsuelo es pensar que una opinión estúpida es igual de válida que la opinión informada e inteligente. Se opta por el facilismo complaciente de creer que todo es relativo es muy asequible y práctico para el inútil, pero no pasa de ser un falso y nocivo consuelo que hay que abolir si lo que buscamos es terminar con la mediocridad intelectual.

El pensamiento oscuro

El pensamiento oscuro es siempre pretencioso. Pretende ser profundo cuando sólo es una muestra de confusión o vanidad. La ininteligibilidad y la vaguedad aparentan ser fruto del pensamiento meditado y sabio pero no lo son.  Podemos advertirlo de este modo: siempre que se deja hablando a una persona sobre cierto tema complicado del que no tiene mucha idea, es de esperar que tarde o temprano empiece a balbucear frases confusas e ininteligibles, puesto que la oscuridad en realidad es más bien un refugio de la ignorancia y la falta de ideas y no el resultado de un virtuoso pensamiento; este lo es cuanto más claro y preciso fuere. Por ejemplo, alguien que entiende a la perfección algo complejo como la teoría de la relatividad o la evolución de las especies, es capaz de explicarlo de un modo que lo pueda entender cualquiera, como lo hacía Carl Sagan. Casi se podría definir el entender bien algo como el ser capaz de explicárselo a alguien que no lo entienda de un modo que lo comprenda plenamente. El pensamiento oscuro, común en el misticismo masón por ejemplo, suele ser todo lo contrario, a saber: no entender verdaderamente nada y explicarlo de modo que el resto tampoco entienda nada, porque no hay nada que entender. Esto es muy común en todo el esoterismo, donde abundan textos que en verdad carecen de cualquier tipo de contenido, pero pretenden que sus lectores queden anonadados rumiándolos en busca de un sentido deslumbrante del que siempre careció. La filosofía lamentablemente también está llena de estos artilugios, pero es el deber de los interesados en ella limpiarla de todo rastro de oscuridad. El pensamiento oscuro se puede resumir en este consejo: si no tienes nada interesante que decir, di algo en palabras altisonantes que carezca verdaderamente de contenido pero que sea asombroso, y los idiotas pensarán que eres un intelectual muy profundo. Aquí un buen ejemplo de la mano de Felix Guattari:
“La existencia, como proceso de desterritorialización, es una operación intermaquinal específica que se superpone al fomento de intensidades existenciales singularizadas. Y, repito, no existe ninguna sintaxis generalizada de esas desterritorializaciones. La existencia no es dialéctica ni representable. ¡A duras penas es vivible!””
El que diga que entendió esto, miente. Aun cuando Guattari haya tenido algo que decir, cosa que dudo, decirlo de este modo solo demuestra pedantería, y la pedantería va ligada inexorablemente al pensamiento oscuro.
El impostor de Lacan nos divierte con este otro ejemplo gracioso:
Pues si nos remitimos a la obra de Daniel Gottlob Moritz Schreber, fundador de un instituto de ortopedia en la Universidad de Leipzig, educador (…) iniciador de esos cachitos de verdor destinados a alimentar en el empleado un idealismo hortelano (…) podemos considerar como rebasados los límites en que lo nativo y lo natal van a la naturaleza, a lo natural, al naturismo, incluso a la naturalización, en que lo virtuoso resulta vertiginoso, el legado liga, la salvación saltación, en que lo puro bordea lo malempeorial, y en que no nos asombra que el niño, a la manera del grumete de la pesca célebre de Prévert, mande a paseo a la ballena de la impostura, después de haber traspasado, según la ocurrencia de este trozo inmortal, su trama de padre a parte.”  (Escritos II, De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis).
El pensamiento oscuro presume de ser el único capaz de captar la complejidad del mundo. Nada más falso. El mundo sin duda es complejo, pero esto no justifica el sinsentido. La complejidad del mundo puede ser explicada y abarcada de excelente forma mediante la claridad y el rigor racional, como lo demuestra el éxito de la ciencia, la lógica y la filosofía exacta –y en esto no se debe confundir oscuridad con complejidad, cosas muy diferentes. En cambio, el pensamiento oscuro no tiene ningún mérito más que el de hacer perder tiempo a estudiantes, o el de poder captar la atención de ilusos. Este modo de pensar sólo genera una sensación de bienestar, confundible con la de haber entendido algo, que no es más que placebo intelectual. No es una verdadera comprensión y lo demuestra su debilidad e inconsistencia. Una idea oscura no soporta la crítica, de hecho, suele no soportar ni siquiera un análisis sintáctico, algunas no llegan a ser siquiera proposiciones. Carnap ya resaltaba esto de algunos “metafísicos” como Heidegger, cuyas oraciones al estilo “la nada nadea” no pueden ser entendidas por ser lingüísticamente carentes de sentido (La superación de la metafísica mediante el análisis lógico del lenguaje, Rudolf Carnap).
Generalmente la sensación del creer entender algo mediante el pensamiento oscuro suele ser parecida al del placer estético de una poesía. El punto está en la gran diferencia que hay entre cualquier goce estético y el entendimiento. Confundir ambos es terrible. La diferencia que hay entre un filósofo o un científico y un poeta es demasiado notable como para no darse cuenta intuitivamente. La función del goce estético es muy diferente al de la comprensión de la realidad, aunque ciertas veces, por un lado la comprensión autentica de la realidad nos produzca algo similar, y por el otro, ciertos tipos de arte nos dejen reflexionando. No podemos pretender que entendemos algo porque nuestras ideas confusas generan algún tipo de goce. La realidad no responde a nuestros caprichos de gusto. Lo deseable es ser cauto y poder disfrutar el arte oscuro a la par del pensamiento claro, sin confundir el goce poético con el goce intelectual del entendimiento. Al menos no al punto de que lo emocional nos desvíe de lo real, cosa que es uno de los más graves peligros de los que nos debemos cuidar. No niego que la comprensión racional de la realidad produzca emocionante goce, un goce muy similar al de la poesía tal vez, el punto está en anteponer, en lo intelectual, la veracidad a la belleza, y que la belleza brote de la veracidad, no a la inversa.
La relación del pensamiento oscuro con la realidad es compleja. Sin duda puede uno decir algo cierto de modo oscuro, por lo que no se puede decir que todo lo que brote del pensamiento oscuro es falso. Sin embargo, lo más probable es que sí sea falso, o aproximadamente falso, debido a que una proposición que roce la metáfora y tenga una estructura rebuscada tiene muy poco grado de aproximación a la verdad debido a su ambigüedad. Uno puede decir algo ambiguo que encierre algún grado de veracidad, pero si lo que nos interesa es la mayor aproximación, la ambigüedad debe ser suprimida. Y esta debe ser una meta de la filosofía. Para esto lo mejor es minimizar al máximo las metáforas y los recursos estéticos de escritura, al menos, de un modo que no obstaculice las ideas que uno intentan transmitir. No veo rasgos de inexactitud en adornar algunas conclusiones con metáforas u otros recursos estéticos, que sin duda pueden ayudar a comprender una idea, pero pretender comprender una idea, sobre todo si es compleja, mediante metáforas puede ser muy engañoso. Ya que las metáforas tienen la capacidad de múltiples interpretaciones, mientras que el conocimiento preciso de la realidad no, aunque los neorománticos pretendan lo contrario. Uno solo puede estar seguro de haber entendido correctamente una metáfora cuando esta está dentro de una estructura clara y precisa que guie la interpretación. Uno de los abusos del pensamiento oscuro consiste en no dejar estructuras comprensivas claras, por lo que las metáforas se pueden interpretar de modo caótico alejándose de las verdaderas ideas que el emisor quiso transmitir –aunque muchas veces, no quieran transmitir verdaderamente ninguna.
La poesía tiene la característica de querer transmitir emociones más que ideas, y las emociones responden individualmente de modos diversos no atándose a cuestiones reales a comprender, ni a ideas profundas que requieran comprensión. Por esto es que un filósofo o pensador, está más cerca de ser un divulgador científico que un poeta. No por esto debemos pensar que el deber de un filósofo es rechazar los recursos estéticos. No. Solamente implica tener el debido cuidado de no desorientar la inteligencia con las tentaciones de la emoción, en donde anidan los sesgos personales, las malas interpretaciones o las distracciones que en nada ayudan a comprender la realidad. Y la realidad no tiene“múltiples interpretaciones igualmente válidas” como pretenden los hermeneutas radicales, y he ahí el fracaso de su gnoseología, que termina por volverse un caos de opinologos a los que no les importan los hechos, y por lo tanto no les importa la verdad.
El principal resguardo de los pensadores oscuros se basa en hacer pasar sus vicios por virtudes. Es normal que cuando uno los acuse de pensamiento oscuro, ellos aleguen que “nosotros no los entendemos por su complejidad”. No es fácil saber cuándo realmente es cierto y cuándo no, ya que diferenciar la oscuridad de la complejidad con sentido puede ser muy difícil. Es por esto que los pensadores oscuros suelen salir exitosos luego de este resguardo. Por esto es que se puede recomendar ciertas exigencias para diferenciarlos: 1) exigirles definiciones precisas de sus términos. De este modo no se abusarán, como es frecuente, de términos ambiguos como “dialéctica” o “ser”, y jergas posmodernas o pseudocientíficas vagas que no significan nada. 2) evidencias empíricas y sustentos lógicos para ver qué tanto se corresponden con la realidad y 3) ejemplos didácticos para facilitar la comprensión. En el caso de que sus ideas no puedan transportarse a un lenguaje claro y comprensivo sin dejar dudas que no sean de cuestiones de mucha profundidad técnica, y que no puedan demostrar exactamente que correspondencia tienen con la realidad, debemos, al menos, dudar de que verdaderamente se trate de un pensamiento complejo. Generalmente el pensamiento complejo puede penetrarse hasta cierto punto, que es donde empieza la profundidad que requiere tecnicismos (generalmente el pensamiento complejo requiere de tecnicismos, por ejemplo, de matemáticas, aunque autores como Lacan y Kristeva se han percatado de esto y las utilizan mal para camuflar ideas oscuras sin sentido como si fueran ideas complejas) y conocimientos específicos. Pero el pensamiento oscuro suele no dejarse penetrar en absoluto, y cuando lo hace, es fácil advertir a simple vista que se trata de un timo intelectual. Por ejemplo, una forma de advertirlo en el esoterismo es la apelación a fuerzas o entes sobrenaturales inaccesibles al análisis empírico, y en el pensamiento posmoderno puede ser el mal uso de la jerga científica con el fin de aparentar seriedad. Estos timos pretenden ser tomados en serios con el recurso de recubrir de galimatías ideas tanto falsas como inconsistentes. Estas no solo sirven para impresionar sino también para esquivar cualquier crítica. La pretensión de irrefutabilidad es la principal característica del pensamiento oscuro, casi cualquier crítica es desviada por acusaciones –de no “entender la profundidad”, por ejemplo- o resguardada por ideas cada vez más oscuras. Estas suelen ser infértiles e incapaces de ayudar a comprender nada, por lo que pueden tranquilamente desecharse. Y junto a ellas, los autores que tanto abusaron de dichas estrategias, ya que no son más que oscurantistas pretensiosos e inútiles.
Uno de los recursos para volver un texto oscuro, es el mal uso de los términos o las redefiniciones. Esto es muy común, vemos una oración que interpretada bajo las definiciones comunes de una disciplina y una lengua carece de sentido al menos que entendamos que el autor quiso referir con ciertas palabras otras ideas diferentes a lo que comprendimos. Las definiciones arbitrarias con o sin aclaración son sólo una muestra de egoísmo intelectual. Si uno quiere transmitir una idea al resto, no debe intentar confundirlo mediante un lenguaje propio, sino volcarla en el lenguaje que sus receptores manejan. Si no, no se busca la transmisión sino simplemente impresionar y confundir. La redefinición de palabras o la interpretación semántica personal de un término deben ser reducidas al mínimo para evitar el pensamiento oscuro. Si uno entiende por “Dios” a “la naturaleza”,  y escribe un ensayo sobre su relación con la naturaleza utilizando términos que corresponden al idealismo de la religión, es obvio que como se maneja una definición de dios como un ser sobrenatural el resto quedará confundido. Casi nunca es necesario redefinir términos, y cuando lo es, se debe hacer de un modo que la redefinición se justifique y no sea un capricho del emisor. Si es necesario, cuando se usan términos polisémicos, aclarar a cual significado se refiere, pero sin inventarle uno arbitrario que nunca tuvo.
 Generalmente se sostiene que lo bueno de los autores oscuros no son las ideas propiamente dichas sino lo “literario” de sus obras. Esto significa, que no valen por lo que dicen sino por como lo dicen, les parecen autores estéticamente bonitos de leer. Yo opino lo contrario. No hay nada más insoportable que la lectura de un pensador oscuro, que hace aburrir, leer con atención flotante, esforzarse de más inútilmente y desperdiciar tiempo que podría invertirse en leer algo mejor. Se suele sostener que autores oscuros e insoportables, cuya lectura constituye un acto de sadomasoquismo, deben ser leídos obligatoriamente apelando a que son “clásicos”, y que se debe hacer un esfuerzo descomunal para entenderlos, aunque lo que digan carezca de sentido, ya que esto nos da acceso a cierto certificado de intelectualidad. Creo que esta es una idea que debe ser rechazada. Lograr cierto éxito en la comunidad intelectual siendo un embaucador oscurantista no debería convertir a uno en un autor indispensable. También es lamentable que uno logre el goce estético mediante textos ininteligibles que no aportan ninguna conclusión firme de nada. Al menos yo no veo nada más atractivo que una idea clara y certera expresada de una manera amena. Los que se impresionan con el pensamiento oscuro no hacen más que ceder al engaño voluntario de estos autores que solo buscan la confusión de la que depende su inmerecido éxito.
Este modo de pensar es muy popular sobre todo en grupos de jóvenes pseudocultos cuyos criterios para adoptar ideas no se rigen por lo que es cierto –o bueno, o útil-, sino por lo que es excéntrico. Esta tendencia se basa en adoptar la mayor cantidad de ideas extravagantes, no importa su sustento, sino la excentricidad por sí misma. Creen que suenan cool los balbuceos ininteligibles sobre conceptos mal usados, y estos cripticismos hacen sentir algún tipo de superioridad frente al resto de los pobres tontos incapaces de entender dichas supuestas genialidades. Y es que creer entender algo que los demás no, da cierto sentimiento de excepcionalidad. Aquí el problema del pensamiento oscuro es muy claro, que algo sea excéntrico en sí no da mucha garantía de nada, pero las garantías de veracidad y los motivos para tener en cuenta estas marañas verbales no importan cuando uno sólo busca hacer pose.

El pensamiento desordenado

El pensamiento desordenado suele surgir donde el sentido común y la intuición remplazan al conocimiento y a las posturas filosóficas sólidas. Una persona sin criterios estrictos de verdad, sin ideas ontológicas ni éticas, ni suficiente cultura general es muy susceptible de tener ideas desordenadas que produzcan contradicciones, confusión y otros errores de pensamiento.  En cierto sentido, nadie se salva del pensamiento desordenado, aunque de todas formas hay que evitarlo. Nadie se salva porque mantener las ideas coherentes, certeras, firmes y ordenadas es un trabajo demasiado difícil que requiere excelso esfuerzo  y del que, debido a la complejidad del mundo y del conocimiento, nadie se puede jactar de triunfo. El pensamiento desordenado es una cuestión de grado, siendo los grados más altos los que llevan a lo que suele llamarse estupidez e ignorancia. La ciencia, la lógica y la filosofía son los pilares del pensamiento ordenado, aunque lamentablemente la filosofía está plagada de pensamiento desordenado, por lo que hay que ser cuidadosos con los filósofos; no todos son amigos de la inteligencia y el conocimiento.
Para evitar el pensamiento desordenado se requieren hábitos intelectuales, principalmente el estudio y la escritura. Escribir, y sobre todo en busca de coherencia y veracidad, es de enorme ayuda para ordenar nuestros pensamientos. Sin embargo, escribir con desinterés por el rigor y la verdad puede aumentar el desorden de pensamiento o dejarlo intacto.
Es común en el pensamiento desordenado el uso reiterado de falacias lógicas. Es por esto que el estudio de la lógica es un gran paso para apalearlo. El estudio de las falacias lógicas así como de la disonancia cognitiva y de los sesgos cognitivos es de enorme ayuda. Otra de las mejores herramientas para evitarlo, son los debates. Exponiendo ideas propias a la crítica racional es muy efectivo para ordenar nuestro pensamiento, mientras aspiremos al realismo y la honestidad. El debate es evitado por muchos porque son muchos los que están enamorados de su pensamiento desordenado. No hay peor enemigo de la confusión y el dogma que un dialogo racional entre honestos buscadores de la verdad objetiva. Pero ser honestos y objetivos no es fácil, también es una cuestión de grado que requiere esfuerzo. Sí queremos evitar el esfuerzo, recurramos al pensamiento débil o al desordenado. No garantiza progreso individual ni social, pero es fácil. Si en cambio el progreso es de nuestro interés, debemos seguir la mucho más difícil senda del pensamiento crítico.

El pensamiento crítico

El pensamiento crítico es difícil. Exige reducir el orgullo al evitar el dogma y aceptar la crítica y las refutaciones, cosa que pocos están dispuestos a hacer. Exige el interés por la verdad demostrable, cosas que no a todos les interesa, ya que las creencias son más fáciles de aprender. Requiere pensar independientemente y rechazar líderes y autoridades como fuentes de verdad, cosa que es más difícil que gatear detrás de los pasos de un gurú.  Exige pensar ordenadamente, cosa que requiere un esfuerzo que no a muchos les parece atractivo.  Pero es lo único que garantiza confiable comunión con la realidad. El realismo podrá no ser llamativo para los fetichistas de la subjetividad, pero es el sustento de todo el bienestar del progreso. Si nos decidimos por el divorcio con la realidad, si no nos interesa comprenderla del mejor modo posible y cedemos ante las tentaciones del nihilismo solipsista, la confusión o la ignorancia voluntaria y la opinología ciega, no hay progreso ni bienestar posible. La cultura y la civilización quedan a la deriva. El pensamiento crítico construye y ordena, el pensamiento débil destruye –y el pensamiento oscuro confunde.
El pensamiento crítico, el pensamiento racional, pocas chances tiene de competir frente a la abundancia de fácil irracionalismo. Este, en lo individual, siempre se nos presentará este como mucho más simpático y más seductor por su accesibilidad y extravagancia, y es de esperar que así triunfe en lo social. Pero el pensamiento crítico siempre vale la pena, y lo vemos en las consecuencias de su aplicación, tanto a nivel social como individual. Nuestro crecimiento personal e intelectual y nuestro progreso social dependen de él. Sin embargo este exige la complicada humildad de entender que la realidad y lo que decidamos creer no siempre van a ser compatibles. El egoísmo tiende a hacernos creer que lo que nosotros creamos es lo más importante y que este dictamina la realidad, como sostienen los creyentes en la ley de atracción, los entusiastas de la fe o los predicadores del constructivismo ontológico. Nos complica ver que el verdadero conocimiento es difícil y perfectible, y que para alcanzarlo se requiere esfuerzo y la decisión de rechazar ideas que nos parecen atractivas si estas demuestran no coincidir con los hechos. El orgullo del dogma es incompatible con la honestidad del pensamiento crítico.  Este también es una cuestión de grado. No creo en la existencia de una persona con perfecto pensamiento crítico, sin ningún tipo de sesgos. Sin embargo, el intentar orientarse hacia el ideal de la mayor objetividad posible debería ser siempre deseable. Nuestra convivencia y nuestra supervivencia, así como nuestra felicidad en este mundo dependen en gran medida de ello. Sino, siempre podemos ceder a las seducciones de la idiotez, pero su costo es evidente.
El pensamiento crítico se compone a grandes rasgos de las siguientes posturas: 1) Realismo crítico: postura que sostiene que la realidad externa existe independientemente de nosotros, que no es exactamente como la percibimos y que nuestros conocimientos son aproximados y perfectibles. 2) Objetivismo: en cuanto a la postura de que la subjetividad debe quedar relegada de modo que no intervenga en nuestra relación de conocimiento con respecto a la realidad objetiva. Esto también incluye evitar el dogma y estar dispuesto a someter ideas a la crítica externa, en debates por ejemplo, abandonándolas si es necesario –si carecen de argumentos o hay pruebas que las refutan. La objetividad implica ser crítico con uno mismo y con el resto. 3) Cientificismo: en cuanto a la postura que sostiene que todo lo que puede ser conocido de forma científica, se conoce mejor de forma científica. Esto lleva al escepticismo racional, una postura (metodológica y gnoseológica) estricta que rechaza los engaños de la superchería y la pseudociencia. 3.b) Racioempirismo: tanto la razón como la experiencia son importantes para el conocimiento. Engaños como la creencia por fe no valen la pena. Este también implica el rechazo a la autoridad (líderes, gurúes, iluminados, instituciones, etc.) como modo de llegar a la verdad, postura propia de la Ilustración que se resume perfectamente en el lema de la Royal Society “Nullius in Verba” (“en la palabra de nadie”).  3.c) Economía mental: en cuanto a rechazar racionalmente, desligándose de cualquier apego, ideas insostenibles, rebuscadas e innecesarias, e ideas falsas. Esto nos lleva a descartar posturas enmarañadas y sin pruebas que deben ser precariamente sostenidas mediante múltiples ad hoc, como el idealismo en general por ejemplo –en oposición al materialismo filosófico-; en particular el teísmo y otras estafas sobrenaturales. 4) Curiosidad: mantener la curiosidad viva, estudiar temas de interés de modo recurrente, y mejorar nuestra relación con el conocimiento universal es indispensable para mantener activo un pensamiento ordenado. De otro modo el pensamiento crítico se irá esterilizando. 5) Cierto humanismo ético, en cuanto a la postura de que el bienestar humano es importante y posible, que es deseable la búsqueda de la igualdad, la fraternidad, la libertad, la vida digna y la paz. De otro modo el pensamiento queda en muchos casos, desorientado de un fin, y el fin de todo pensamiento debe ser la búsqueda del bienestar y el progreso.

Pensar críticamente tiene una garantía asegurada: una buena cantidad de enemigos. Donde aún reina la religión, el ciego fanatismo por ideologías de dudosa ética y veracidad, iracundas doctrinas irracionales como el nacionalismo y el racismo, pseudociencia a borbotones, y anti-intelectualidad de moda; el pensador crítico queda aislado y acorralado. Insisto, nadie dijo que fuera fácil. Para mantener la cultura del progreso que nos intentó dejar la Ilustración, el pensamiento crítico es indispensable.  Recuerdo una vez más que siempre existirá la opción de dejarnos seducir por lo fácil del relativismo, por el culto a la ignorancia, por los placebos del cripticismo y/o por el cómodo pero caro abandono de cualquier interés por pensar bien. Los logros del conocimiento producidos gracias a la cultura del pensamiento crítico son caros, exigen esfuerzo y dignidad. Pero más caros son los costos de la tontería, y eso la historia siempre nos dejó en claro. Una y otra vez.

(Gracias a mi amigo Mauro Lirussi por la mano en la corrección)